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RODOLFO FAGGIONI
Recordando el nacimiento del Premio Nobel de la Fisica, el 24 de abril de 1874, se conmemora el “International Marconi Day”, un día especial en la telegrafía mundial, evento concebido por los radioamadores británicos con sede en Cornualles. Cada año en el mes de abril, decenas de estaciones de radio de todo el mundo se unen para transmitir recuerdos de un día especial de la telegrafía mundial. Nadie podrá olvidar el 17 de Julio de 1897 cuando Guillermo Marconi, por encargo de la Real Armada Italiana, realizó los primeros experimentos de telegrafía en la ciudad de La Spezia, (Italia), hecho histórico, que contribuyó a cambiar el destino del mundo y el estilo de vida de la humanidad.
Nacido en Sasso, una pequeña localidad a pocos kilómetros de Bolonia, el futuro inventor no es un modelo de estudiante, pasa más tiempo en al sótano de su casa construyendo pequeños aparatos telegráficos y estudiando el alfabeto morse que sobre los libros de escuela.
En 1894 mientras se encuentra de vacaciones con su familia en el norte de Italia, por casualidad lee un libro del grande físico alemán Heinrich Rudolph Hertz, el descubridor de las ondas electromagnéticas y nace en la mente del joven italiano la idea de transmitir señales a través del espacio, es decir un telégrafo sin hilos sustituyendo a los alambres metálicos, las invisibles ondas electromagnéticas. La empresa en esos tiempos es casi irrealizable por la famosa teoria de Newton, sobre los rayos de luz, es imposible enviar señales de luz entre dos puntos no visibles, incluso un amigo suyo, el profesor Augusto Righi, un famoso físico de esos tiempos, que le pone a su disposición su laboratorio, trata de disuadirlo, basándose sobre los conocimientos teóricos de esos años.
Newton sin duda alguna tenía razón refiriéndose a los rayos de la luz, pero en el caso de las ondas electromagnéticas, no obstante pertenezcan a la misma familia de las ondas luminosas, la situación era completamente distinta. Las ondas radio pueden ser reflejadas por los altos estratos de la atmósfera como si fuese un espejo invisible. Marconi pero no lo sabía, su transcendencia en este caso tuvo razón sobre los dogmas científicos.
Es así que el joven inventor comienza a desafiar lo imposible, y, casi sin darse cuenta combate tres siglos de ciencia.
En septiembre del año siguiente logra enviar a través de las ondas electromagnéticas algunas señales a una localidad distante un kilómetro de su casa, una pequeña colina tuvo un rol decisivo en este experimento demostrando que las ondas electromagnéticas no chocan contra los obstáculos, mas bien los superan. Por primera vez en la historia viene enviado un mensaje entre dos lugares no colegados materialmente entre sí, nace así la radio.
En Italia no logra patentar su invento y se transfiere a Londres donde ven con buen ojo esta nueva novedad.
En 1897 en Inglaterra viene fundada la “Sociedad Marconi” y el inventor italiano a solo ventitrés años de edad es rico y famoso.
Empieza a modificar su rudimental telégrafo en un dispositivo seguro y que pueda ser usado por todos. Marconi pero piensa en las transmisiones transoceánicas, el experimento es difícil por la curva de la tierra que se eleva entre las dos costas del Océano Atlántico como si fuese una montaña de 250 kilómetros de altura..
Después de estudiar atentamente los mapas escoge las dos localidades para su experimento: Poldhu en Cornualles (Europa) y San Juan de Terranova en Canadá (América). En 1901 inician las pruebas de transmisión, la letra escogida es la “S”, en el alfabeto Morse son tres puntos y el 12 de Diciembre del mismo año, una fecha memorable, la letra “S” cruzó el Océano Atlántico ignorando la curva de la tierra.
El éxito de este nuevo experimento le procuró a Marconi, de apenas 28 años de edad, fama internacional.
En 1909 recibe en Suecia el Premio Nobel de la Física, el Gobierno Italiano lo nombra Senador del Reino por méritos especiales, es Presidente del Centro Nacional de Investigaciones y varias organizaciones científicas internacionales lo acogen como miembro.
En 1912 cuando naufragó el transatlántico Titanic con 2200 pasajeros a bordo, 706 logran salvarse gracias al telégrafo sin hilos de la nave.
En 1930 apretando un botón en su laboratorio situado en el Yacht “Elettra”, enciende las luces de la Exposición Internacional de Sidney en Australia y lo mismo hace el 12 de Octubre de 1932 cuando enciende los reflectores del Redentor de Rio de Janeiro, en el Brasil. Las ondas radio podían dar tranquilamente la vuelta al mundo.
El 20 de Julio de 1937, a los 63 años de edad y en pleno poseso de sus facultades mentales y físicas, y cuando el mundo esperaba de él nuevos inventos que estaba experimentando, muere en su casa de Roma, Guillermo Marconi, el científico italiano que revolucionó con la radio los sistemas de comunicación en todo el mundo.