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El panorama quedó bastante claro para todos luego de la primaria de agosto. Javier Milei, candidato de La Libertad Avanza, ya se perfilaba desde entonces para volver a terminar primero en la elección de este domingo. Lo único que quedó en discusión es la eventualidad de un balotaje y el hipotético rival. Aunque la segunda coalición en las PASO fue Juntos por el Cambio, Patricia Bullrich no pudo consolidarse y el gobierno tiró toda la carne al asador para empujar a Sergio Massa, que había salido tercero con el acumulado de la interna peronista.
Más allá del resultado de este 22 de octubre, los tres posibles escenarios tienen consecuencias que trascenderán al próximo gobierno. Indefectiblemente, cualquier resultado impactará también en lo que será la oposición a partir del próximo 10 de diciembre.
El candidato que corre con más comodidad es el libertario. De tener que afrontar una segunda vuelta, luego de haber salido primero como todo indica que sucederá, cuenta con un beneficio importante: sea cual sea el segundo, este no podrá cosechar la mayor parte de votos del tercero. Ni los kirchneristas votarán en masa a Juntos por el Cambio, ni los macristas elegirán al ministro de Economía del peronismo, Sergio Massa.
De obtener Milei un triunfo en primera vuelta, puede que Argentina se ahorre casi un mes más de incertidumbre total. La economía está absolutamente paralizada, pero no solamente a nivel macro. Muchos de los comercios minoristas del país han decidido bajar la persiana hasta el lunes o martes, ya que no tienen idea de cómo reaccionarán los agentes económicos a lo que pase el domingo. Aunque tenga todas las de ganar contra Bullrich o contra Massa, si el libertario no supera el 40 % de los votos o no le saca 10 de diferencia al segundo, habrá segunda vuelta el 19 de noviembre.
Si La Libertad Avanza tiene que disputar un balotaje con el kirchnerismo, Juntos por el Cambio (como lo conocemos hasta hoy), puede volar en pedazos a la hora de explicitar los apoyos. Ninguno de los dirigentes de la coalición cambiemita podrá evitar la pregunta inevitable de la prensa: ¿Milei o Massa?
Sin ningún margen para decir otra cosa, y a pesar que se dieron con todo los últimos meses, Bullrich ya dijo que entre Milei y el ministro/candidato, ella votará por La Libertad Avanza. La cuestión es que la rama de la Unión Cívica Radical seguramente no la acompañe en este camino. Varios de los principales dirigentes de la UCR acompañaron a Massa en candidaturas previas, como el gobernador de Jujuy, Gerardo Morales. Si ya el apoyo de la coalición a Bullrich terminó como algo forzado para el sector socialdemócrata del frente, es imposible que el espacio en su conjunto respalde eventualmente a Milei, como adelantó que haría Bullrich, y como seguramente hagan otros miembros del PRO. Menos el larretismo, claro.
Ahora, si la exministra de Seguridad logra mantener el segundo puesto y pasa al balotaje, en el peronismo también habrá consecuencias. No estructurales y definitivas como en el caso de JxC, pero si trascendentes. Con un tercer puesto, Sergio Massa tendría serias complicaciones para convertirse en la cabeza del peronismo opositor, ya que quedaría bastante devaluado. Nunca el peronismo ha salido tercero en una elección presidencial y un resultado semejante, sin duda, le pasará factura. Lo que también podría ocurrir es que el kirchnerismo pierda influencia, ya que Cristina Fernández sería responsabilizada por lo que podría ser la peor elección presidencial del justicialismo en la historia.
Claro que todo esto no son más que especulaciones y estamos hablando de Argentina, donde todo puede pasar. El domingo en la noche veremos cómo se acomoda el tablero. De lo que no hay dudas, es que seguramente el sistema político cambie radicalmente con respecto a lo que venimos viendo durante los últimos años.
//FUENTE: PANAM POST//