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El primer cara a cara de la temporada electoral en Estados Unidos entre Joe Biden y Donald Trump, amplió los cuestionamientos sobre la capacidad del actual presidente de dirigir al país en un segundo cuatrienio a sus 81 años. Trump, por su parte, utilizó gran parte de su tiempo para expresar datos falsos sobre inmigración y aborto, según dos analistas.
“Todo el mundo sabe que los demócratas están muy preocupados. Los debates son la presencia, la energía… él no pudo, y tenía ese peso de convencer que tenía la energía y la capacidad de concentración” dijo a la Voz de América Patricia Sosa, analista demócrata.
Durante el debate, ambos candidatos fueron cuestionados sobre las preocupaciones de los votantes con respecto a sus edades al terminar un segundo mandato. Trump resaltó que ha tomado exámenes cognitivos que lo muestran “competente”, mientras Biden se mantuvo en defender su trayectoria política.
“Se pudo ver el estado mental y aspecto cognitivo de Biden… La imposibilidad de esta persona de liderar la Casa Blanca y defender los intereses de EEUU”, agregó María Herrera Mellado, analista republicana.
Sosa, por su parte, defendió que Biden logró resaltar temas importantes para su base y para el país, como la criminalidad de Trump y su “inconsistencia” en cuanto a relaciones exteriores, sin embargo, Herrera llamó el evento un “debate inexistente” debido a los traspiés del presidente para terminar algunas frases.
Ambas acordaron que los demócratas tendrán un largo camino por recorrer haasta la convención de su partido en Chicago, programada para agosto, cuando se oficializa la candidatura de Biden a la reelección.
Amplia separación sobre la inmigración
En diferentes momentos de su intervención, el expresidente Trump usó argumentos relacionados a la inmigración para atacar a Biden. Aseguró que actualmente la “frontera está abierta” y que hay “millones” de personas provenientes de “cárceles e instituciones mentales” entrando al país y “matando” a los ciudadanos.
“Estamos hablando de más de 10 millones de inmigrantes que han entrado sin ningún tipo de control”, dijo Herrera. La analista hizo referencia al reciente caso del asesinato de una niña de 12 años en Texas a manos de dos migrantes venezolanos.
Aunque es cierto que en los últimos tres años y medio las autoridades fronterizas han encontrado más de 8 millones de inmigrantes irregulares, estudios recientes muestran que los inmigrantes “cometen menos crímenes” que las personas nacidas en EEUU. Según una investigación de la universidad Stanford, los inmigrantes tienen un 60 % menos de probabilidades de ser encarcelados por un crimen.
“No es que existe una crisis en la frontera, es que existe la mayor crisis de la historia del Departamento de Seguridad Nacional de EEUU… Ha penetrado el Tren de Aragua, una banda venezolana de crimen organizado que está asesinando a niñas y mujeres en este país”, dijo la analista republicana.
Para Herrera, los comentarios de Trump tienen “todo el sentido” y lo único que está pidiendo es “ley y orden”.
“Trump dijo acusaciones falsas sobre la inmigración”, señaló Sosa, quien detalló que el reto principal de los demócratas es responder a las “distorsiones” de la realidad “que están haciendo los republicanos”.
La analista demócrata coincidió en que sí hay una crisis de migración, pero aseguró que “va más allá” de la gestión de Biden. “Trump en cierto modo lo ha posibilitado porque negó una reforma legislativa que el Congreso estaba dispuesto a aprobar para tratar de darle recursos al gobierno para tratar el tema de la frontera”, agregó.
Sosa hizo referencia a la acción bipartidista que buscaba asignar más fondos a las agencias fronterizas, pero que fue rechazada por un grupo de republicanos.
Finalmente, sobre el conflicto exterior, ambas analistas reiteraron las posiciones de los candidatos. Biden, con su intención de seguir el apoyo incondicional a Israel a la vez que busca un cese al fuego; y Trump con críticas a la cantidad de dinero que el gobierno estadounidense ha gastado en el conflicto en Gaza y la guerra de Rusia en Ucrania.
“Vimos a un Biden completamente mermado, una persona que sabemos que no va a llegar a noviembre”, concluyó Herrera. Mientras Sosa advirtió que “Trump está en una campaña de odio y venganza”, asunto al que deben estar “atentos los demócratas”.
Las analistas cuestionaron la falta de verificación de datos por parte de los moderadores del debate. Especialmente ante las “afirmaciones exageradas” de Trump, cuando por ejemplo, aseguró que los demócratas apoyaban el aborto después del nacimiento del bebé.
CNN se defendió de las críticas a través de un comunicado en el que afirmó que “el papel de los moderadores es presentar a los candidatos preguntas que sean importantes para los votantes estadounidenses y facilitar un debate, permitiendo a los candidatos exponer sus argumentos y desafiar a su oponente”.
Aproximadamente 48 millones de espectadores sintonizaron la televisión para ver el debate presidencial de CNN, según datos preliminares de Nielsen. La cifra sugiere que la audiencia final será aproximadamente un tercio menor que los 73 millones de personas que vieron el primer enfrentamiento de los candidatos en 2020, y estará entre los tres primeros debates presidenciales con menor audiencia desde 1976.