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El exagente de la CIA de Estados Unidos, Edward Snowden, confirmó el viernes que en 2013 iba a huir de Rusia con ayuda del entonces presidente de Bolivia, Evo Morales, en el avión presidencial. Ese hecho le costó una retención de 14 horas en Austria y la requisa de la aeronave.
A través de su cuenta de twitter, en la víspera, el exagente acusó a Estados Unidos de que en esa ocasión ellos ordenaron interferir con el viaje del entonces mandatario. Además, que actualmente, cancelaron su pasaporte.
“Estoy en Rusia porque la Casa Blanca canceló intencionalmente mi pasaporte para atraparme aquí. Ellos derribaron (detuvieron) el avión diplomático del presidente de Bolivia para evitar que me fuera, y continúan interfiriendo con mi libertad de movimiento hasta el día de hoy. Por si eso no estaba claro”, escribió en su cuenta de twitter Snowden.
El 2 de julio de 2013, el avión presidencial de Evo Morales, que lo traía de retorno desde Rusia hacia Bolivia, tuvo que aterrizar en Viena, Austria, porque cuatro países le negaron sobrevolar sus espacios aéreos ante la sospecha de que Snowden estaba a bordo de la aeronave.
En esa oportunidad, el mandatario negó rotundamente que el exagente estadounidense estaba siendo trasladado en la aeronave diplomática. Incluso fue plasmado en el libro “Julio/2 Historia de un secuestro presidencial”, escrito por Jorge Cuba y revisado por este medio.
En la página 15 del texto, se describe la participación de Morales en el II Foro de Países Exportadores de Gas (FPEG) que se realizó en Moscú capital de Rusia, el 1 de julio de ese año.
Más adelante, en la página 43 se describe una conversación telefónica entre el entonces presidente de Ecuador, Rafael Correa, y de Argentina, Cristina Kirchner sobre la retención de Morales en Viena. Donde se plantea convocar a una reunión de emergencia a los miembros de Unasur para analizar esa situación.
Tras ese contacto, Kirchner se comunicó con Morales que se encontraba en uno de los salones VIP del aeropuerto de Viena, para preguntar qué es lo que había pasado. En ese mismo ambiente, el mandatario boliviano sostuvo un encuentro con el presidente de Austria, Heinz Fischer; la madrugada del 3 de julio.
“Estoy en el saloncito del aeropuerto (de Viena) y no voy a permitir que revisen mi avión, no soy un ladrón”, le dijo. Mientras que ella respondió “simplemente perfecto. ¡Fuerza Evo!”
En la página 45, existe una conversación entre el embajador de España en Austria, Alberto Carnero y Evo Morales, que muestra la insistencia de la autoridad diplomática por revisar la aeronave ante las sospechas del traslado.
“Aparece sorpresivamente el embajador de España con sede en Viena, Austria, con dos personeros de la embajada de España. El primero me dice que tenemos que revisar el avión de la Presidencia. Yo le digo: ¿Por qué tiene que revisar? (Me responde) que estaba en contacto permanente con el vicecanciller de España. Yo le digo que ni conozco a ese señor y que escuché en las informaciones periodísticas que es agente norteamericano”, cuenta Morales en el libro.
Ante la instancia de la autoridad diplomática, Morales se negó rotundamente a que ingresen al avión. Incluso, en tono exaltado le dijo que la única forma de que iban a revisarlo era a la fuerza, hecho que no fue considerado por el embajador español.
Tras ese impase, la mañana del 3 de julio se conoció que España autorizaba al avión de Morales a utilizar su espacio aéreo y a realizar una parada técnica en las Islas Canarias. Después de varias escalas y horas de vuelo, el exmandatario arribó al aeropuerto internacional de El Alto la madrugada del 4 de julio.
//FUENTE: ANF//