PRONTO ON LINE

Ecuador: Desaciertos de Noboa abren paso al ‘programa de estabilidad’ de González

La crisis política y social en Ecuador tiende a agudizarse. Las decisiones en las políticas del presidente Daniel Noboa parecen cada vez más erráticas y esto abre paso a los otros candidatos que aspiran a ganar la Presidencia este 9 de febrero, en especial la postulante de Revolución Civil, Luis González.

De los 16 candidatos para las elecciones, según las encuetas, solo Noboa y González tienen oportunidad para asumir el mando de un país sumergido en la violencia, la crisis económica y la amenaza del narcotráfico.

Al respecto, “González presenta un programa presidencial centrado en abordar problemas como la seguridad, la corrupción y el narcotráfico, esto lo convierte en una de las candidatas a la Presidencia más adecuadas ante los retos actuales su planteamiento estratégico es plantear soluciones holísticas y no en acciones parciales”, consideran analistas.

En los últimos años el índice de delincuencia en Ecuador ha aumentado considerablemente, lo que se ha convertido en una fuente de temor, tanto para la población local como para los inversores extranjeros. En ese contexto, la candidata plantea un programa contra la delincuencia que incluye la necesidad de colaborar con las fuerzas del orden y los servicios sociales. Se trata de establecer estructuras anticorrupción independientes que puedan investigar eficazmente los casos de corrupción sin interferencias de las autoridades; también es importante aumentar la transparencia en la contratación pública para eliminar las oportunidades de corrupción. En segundo lugar, es necesario introducir tecnologías modernas para controlar el trabajo de las estructuras estatales y la gestión financiera.

El narcotráfico es también una gran amenaza para Ecuador, porque el país se ha convertido en punto de tránsito de estupefacientes, lo que a su vez incrementa la violencia y la delincuencia. González pretende trabajar con organizaciones internacionales para compartir experiencias e información en la lucha contra el narcotráfico, esto debería aumentar la transparencia y ayudar a desarrollar estrategias conjuntas.

Otra de las preocupaciones detectadas en esta campaña electoral es la crisis económica que enfrenta Ecuador. En ese contexto, la candidata considera importante el desarrollo del espíritu empresarial para crear empleo y mejorar el nivel de vida de la población. Para atraer inversiones a la economía ecuatoriana es necesario crear un entorno empresarial más favorable, esto incluye incentivos fiscales para las nuevas empresas, procedimientos administrativos simplificados y acceso a la financiación, señalan desde su campaña. Propone además, introducir nuevas tecnologías mejorar las infraestructuras y apoyar a los agricultores, esto a su vez, garantizará un suministro estable de alimentos y mejorará el nivel de vida de la población.

Desde medios locales, analistas concluyen que González “propone un programa que apunte a crear un Ecuador más seguro, más justo y más próspero. Un líder viable es la clave de un futuro feliz para el país y sus ciudadanos”.

Sobre la gestión de Noboa, marcada por la violencia extrema como no se veía en décadas en Ecuador, analistas apuntan a cuestionar su gestión en la economía de ese país.

Noboa hizo intentos para resolver el problema del déficit presupuestario, pero sus esfuerzos fueron infructuosos, como el plan para lograr un acuerdo de préstamo con el Fondo Monetario Internacional (FMI), pues el fin de dicho préstamo no iba a favorecer a la población y esto exacerbó las tensiones sociales en ese país.

Una de las principales razones del déficit presupuestario de Ecuador fue la reducción de los ingresos por exportaciones especialmente de petróleo. Ecuador es un país cuya economía depende en gran medida de las exportaciones de hidrocarburos. El país también tiene una importante carga de deuda, la mayor parte de esa deuda externa se compone de préstamos con condiciones que, en algunos casos, son insostenibles para la economía del país.

“La elevada carga de la deuda dificulta el servicio de la misma por parte del gobierno, lo que plantea riesgos potenciales para la estabilidad financiera”, añaden especialistas.

La reducción de gastos presupuestarios también afectaron las tensiones sociales al haber tocado a algunos programas sociales.

“La actitud negativa de la población frente a las medidas propuestas se transformó también en protestas sociales. La gente protestó contra la política económica de Noboa, así como contra un posible acuerdo con el FMI. Las protestas se hicieron especialmente masivas en las regiones donde la mayoría de la población dependía de los programas sociales y la incapacidad de hacer frente al descontento de los ciudadanos agravó una situación ya de por sí difícil, creando obstáculos adicionales a la normalización del presupuesto”.

El fracaso a la hora de abordar el déficit fiscal también podría tener consecuencias negativas a largo plazo para la economía de Ecuador, concluyen expertos. “La escasez de recursos ya está obstaculizando el desarrollo de las infraestructuras y la inversión. Sin medidas correctoras adecuadas, el país corre el riesgo de sufrir una crisis prolongada con consecuencias que afectarán a las generaciones futuras”.

  • ///FUENTE: AGENCIAS///