Dunn: el socialismo aparece en la abundancia y el liberalismo aparece en la escasez

  • Redacción VISOR21

Jaime Dunn es un analista financiero que está irrumpiendo de forma positiva en el ámbito de la política y las redes sociales. Su formación en economía y administración de empresas, además de su experiencia en el ámbito bursátil le ha llevado a plantear el “capitalismo popular” como una alternativa de modelo para Bolivia.

En entrevista con VISOR21, Dunn se enfoca en describir las causas que tienen al país sumergido en una de las peores crisis económicas de los últimos años, pero sobre todo reafirma que la salida es el liberalismo, un liberalismo que el propio régimen del MAS ya está asumiendo tras ver el fracaso de dos décadas del denominado “modelo económico social comunitario productivo”.

 

¿Cuáles son los tres problemas principales en la economía nacional?

“Gasto público, gasto público y más gasto público. La cantidad de gasto público que tenemos es lo que nos ha llevado a este problema y simplemente basta ver los números, con un déficit promedio de 8% anual en los últimos diez años, el déficit fiscal acumulado de más de 43 mil millones de dólares. Ese es el principal problema del país”.

¿Qué medida de shock se debe aplicar en Bolivia para salir de la crisis económica?

“Lo que hay que hacer es, obviamente, la reducción del gasto y creo que hay que ser inteligentes en hacer eso; por ejemplo, entre el 2022 y 2023 Bolivia ha perdido 5 mil millones de dólares en divisas, $us 900 millones en oro, $us 500 millones en efectivo. En divisas de las entidades financieras han salido unos 1.200 millones de dólares y las exportaciones se han disminuido como en 2.600 millones de dólares. Entonces, son como 5 mil millones de dólares que hay que recuperar y la forma de recuperar es bajando el gasto.

Ahora bien, la importación de combustibles, minería y agro, puede significar un ahorro de 600 millones de dólares, el transporte de combustibles a cargo de los privados puede significar otros 300 millones de dólares de ahorro para el Gobierno. El tema de la inversión pública de más de $us 4.700 millones es algo imposible de sostener y ahí hay que recortar unos $us 1.700 millones. Sobre las empresas públicas, ahora están tratando de implementar 150 nuevas empresas públicas a un costo de 700 millones de dólares y sueldos y salarios futuros de 400 millones de dólares insostenibles.

Entonces, tienes que ir cortando el gasto de manera inteligente y si encima quitas la propaganda política que cuesta como 300 millones de dólares y otros gastos superfluos de 200 millones de dólares, tienes de dónde cortar. Lo que pasa es que se está malentendiendo que el recorte va a llevar a una crisis económica, a una recesión, que vas a dejar a la gente sin educación, sin salud, que vas a generar desempleo y ese no es un corte inteligente. Acá no despides absolutamente a nadie y después tomar las medidas de sala de emergencia y después ver medidas de rehabilitación que es pensar en un nuevo país, con cambios más profundos que tienen que ver con una economía menos dependiente de los recursos naturales, una economía más dependiente de la iniciativa privada, con emprendedurismo, comercio exterior abierto, quitando aranceles, impuestos, etc.”

¿Cómo ve las acciones “liberales” que toma el Gobierno para tratar de dar solución a la crisis actual; por ejemplo, la reducción de aranceles para la importación de productos de limpieza o la eliminación de los cupos de exportación de arroz, y ahora la libre importación de combustibles?

“Es justamente el reflejo de cómo el socialismo aparece en la abundancia y el liberalismo aparece en la escasez. Y estos ciclos se dan porque los socialistas solo redistribuyen la riqueza, no la crean, y por eso es que cuando se les acaba la riqueza o los excedentes para redistribuir apelan muy inteligentemente al liberalismo para generar riqueza de nuevo. En el fondo ellos están reconociendo que la única forma de solucionar los problemas, de conseguir dólares, de reactivar la economía y conseguir combustibles es con el sector privado y por supuesto con el liberalismo, el liberalismo de rescate, a tal punto que los mismos socialistas buscan el liberalismo porque saben que es lo único que hace funcionar a la economía”.

Ud. habla de “dinamitar” la Aduana, que suena mucho a Milei cuando decía hay que eliminar el Banco Central en Argentina. Puede explicar su propuesta.

“Yo hablo de dinamitar la Aduana, figurativamente, en sentido de lo que tenemos que hacer es repensar el rol de la Aduana que se la ha creado básicamente con la misión de incrementar los ingresos fiscales para el país y proteger la industria nacional, al menos eso es lo que dice formalmente la misión de la Aduana como institución; sin embargo, las recaudaciones son las mismas desde 2017, no ha habido grandes cambios y por otro lado no protegen absolutamente nada; entonces, es una Aduana totalmente fracasada más allá del hecho que un 85% de la informalidad existe justamente porque tienes un Estado que aplica impuestos, aranceles muy altos, con burocracia y corrupción y por eso existe el contrabando. Y la única forma de luchar contra el contrabando es eliminando impuestos y aranceles y con libre comercio, eso haría de que la Aduana simplemente exista para controlar el movimiento de productos ilícitos, armas, narcotráfico, etc., pero no debería ser un agente de recaudación Y menos un agente que va a hacer menos competitivas a las empresas privadas bolivianas, generando impuestos y aranceles, eso se tiene que acabar. La única forma de luchar contra el contrabando es hacer que el contrabando no sea tan atractivo y que ser formal sea más atractivo, más allá del hecho que la Aduana hoy es un antro de corrupción y una manera de luchar contra esa corrupción es dinamitando la Aduana institucionalmente”.

¿Cómo ve el espectro político de los grupos de línea liberal y/o conservadora en Bolivia?

“Todavía lo veo muy separado y muy débil para tomar fuerza en Bolivia. Tiene que haber una unión de todos los grupos liberales, pero no en torno a personas sino a ideas y programas. Creo que es un grave error decir ‘ahora los liberales nos vamos a unir alrededor de esta persona’. No funciona así y no es muy liberal tomar esa posición.

Los liberales deben tener una mente abierta para hacer política sin sacrificar ni negociar principios. Hay que formar parte, aunque no nos guste, de conversaciones con políticos que no nos gusten, pero no para hacer alianzas sino para formar parte de la política boliviana como lo ha tenido que hacer Milei en Argentina. Él ha tenido que hablar con todos los políticos, incluso con los que nunca iba a hablar, pero no por eso ha sacrificado sus principios, sus valores y sus objetivos. Si un partido liberal quiere ser partido tiene que haber hablar con las siglas, es decir, tiene que hablar con el MNR, con el FRI, con el PDC, pero sin comprometer sus principios. El otro tema fundamental es que esta unidad tiene que ser en torno a ideas y programas concretos y no de personas o caudillos”.

 

Actualmente, Dunn encabeza el grupo de Voz Liberal, un ala de los movimientos y colectivos de esta línea política que están avanzando en la conformación de diversos bloques rumbo a las elecciones de 2025. El analista financiero ve que todavía no se está dando el salto de las redes a la presencia física en foros o coliseos, donde se pueda sentir el compromiso de una militancia liberal. Sin embargo, Dunn concluye que las ideas de la libertad ya tienen presencia en Bolivia, porque la población está cansada de la politiquería, del socialismo y de las políticas de redistribución de la riqueza con un Estado que coacciona, con una burocracia gigante y la corrupción en cada institución pública.