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La Cámara Nacional de Distribuidores de GLP de Bolivia (Candig) advirtió que existe el riesgo de “un inminente desabastecimiento de Gas Licuado de Petróleo en Santa Cruz durante el primer semestre de 2023” si el Gobierno no reemplaza una parte importante de las garrafas que ya estén en mal estado en este mercado.
La Cámara Departamental de Distribuidores de GLP envió una carta al ministro de Hidrocarburos, Franklin Molina, “reclamando la falta de atención a la crisis que vive Santa Cruz por el estado de las garrafas en las cuales se envasa el carburante, y por el incumplimiento a los compromisos asumidos por YPFB para la compra de 65,000 garrafas nuevas que debieron entregarse antes de la época invernal”.
“A la fecha, no se cuenta con la aprobación del directorio” para esta operación y existe “el riesgo de que los fondos destinados se pierdan al terminar el año”, indicó la institución a través de un comunicado.
“Si esta situación no es atendida a la brevedad, puede generar un inminente desabastecimiento de GLP en Santa Cruz durante el primer trimestre del año 2023, porque las empresas distribuidoras no tendrán garrafas suficientes para realizar sus operaciones diarias”, precisó.
“Hay en las distribuidoras como 39.000 garrafas que están mal y con eso tendrían que estar operando las empresas”, explicó Fernando Segovia, presidente de la Candig. Sin este stock, “hay menos garrafas” en el mercado, lo que levanta las quejas del usuario, agregó.
Por este motivo, el miércoles pasado, las empresas distribuidoras de GLP se presentaron en la planta engarrafadoras de YPFB en Palmasola con camiones cargados de garrafas “que no son operables y que son rechazadas irregularmente por parte de la petrolera estatal, ya que según reglamentos vigentes, éstas deberían ser reemplazadas por Yacimientos al momento del carguío”.
“Esta situación impedirá que YPFB pueda engarrafar GLP, hasta que se tenga un compromiso real por parte del ministro” de Hidrocaburos, anticipó la Cámara.
Segovia indicó que el miércoles se reunieron con personal de YPFB y de la Agencia Nacional de Hidrocaburos (ANH), que les pidieron esperar, ya que el tema se iba a tratar “en estos días”.
La compra de las nuevas garrafas “está en el presupuesto del año, pero ya estamos en el último mes” y aún no se concretó. “No hay una solución por parte de YPFB y la ANH, lamentó.
El dirigente precisó que ya hay “una licitación que ha sido ganada por un proveedor de garrafas. Sin embargo, falta la firma del ministro, como presidente del directorio del YPFB. Seguramente debe tener alguna observación, pero eso ya debería haberse subsanado”, dijo el presidente de la Candig, institución que busca reunirse con el ministro de esa área.
“El problema es nacional y data de muchos años. No se ha podido reponer las garrafas a la velocidad que van envejeciendo (…). El parque de garrafas en Bolivia en general es viejo, pero el tema de Santa Cruz es más dramático porque acá la velocidad del desgaste de una garrafa es mucho mayor. Eso nos preocupa por el bienestar del usuario”, sostuvo Segovia.
//FUENTE: EL DEBER//