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Despidos y sospechas de favorecimiento a empresas rusas empiezan a enfangar la adjudicación de contratos de explotación de litio por parte del Gobierno de Luis Arce. Al menos ese es el tema central de un reportaje publicado por el diario El País, este miércoles.
Citando tres fuentes “con conocimiento directo consultadas de manera independiente”, el periódico español aseguró que en las últimas semanas, la estatal Yacimientos de Litio Boliviano (YLB) despidió a por lo menos tres empleados de alto nivel y varios administradores más especializados en el proceso técnico de explotación y producción del mineral para reemplazarlos “con personas sin experiencia en la industria con ligas políticas al Gobierno”.
“Hay un clima laboral desagradable y tenso” dentro de YLB, dijo al diario una fuente interna que pidió no revelar su identidad por temor a represalias. “En los niveles más arriba no les convenía que un profesional pudiera tomar decisiones importantes en la política de litio a nivel nacional. Han ido cambiando de personal en esta fase final para ir tomando decisiones a su criterio”, agregó.
La publicación surge en medio del proceso de pruebas para la aplicación de tecnología de Extracción Directa del Litio (EDL) en las reservas del país.
Veinte empresas se presentaron a la convocatoria, de las que ocho fueron seleccionadas en noviembre pasado para hacer “pruebas piloto”. El Gobierno informó ayer que seis empresas presentaron sus informes y dos quedaron descalificadas, aunque no se dieron mayores detalles al respecto.
El País destacó que este programa generó gran expectativa en los mercados, asegurando que las empresas con los mejores resultados serán las elegidas. Pero indicó que la fotografía de Luis Marcelo Arce Mosqueira, hijo del presidente del Estado, posando junto a dos ejecutivos de la empresa estatal rusa Uranium One —una de las ocho participantes—, “impulsa rumores de que se negocian acuerdos por fuera del proceso piloto”
En un mensaje de texto al medio español, Arce Mosqueira aseguró que él “no tiene nada que ver con las contrataciones”, y agregó que estas “se están llevando a cabo conforme a la ley y las está supervisando la autoridad competente”.
Al ser cuestionado sobre su reunión con Uranium One y la fotografía en cuestión no respondió a las preguntas. Llamadas y mensajes al equipo de comunicación del presidente Arce, así como a YLB y al Ministerio de Hidrocarburos y Energías tampoco fueron respondidas, aseguró el periódico con sede en Madrid.
“Para la siguiente etapa se va a necesitar bastantes recursos humanos calificados, suponiendo que las ocho empresas que se conocen continúen, se va a requerir una fuerte contraparte boliviana por lo que no me parece correcto lo que están haciendo con técnicos, es preocupante”, dijo un exfuncionario de YLB al medio español, que desea permanecer anónimo. “Entiendo que es un tema de presión política”, añadió.
Bolivia posee unas reservas de 21 millones de toneladas de litio, una de las mayores de todo el mundo, la mayor parte en el salar de Uyuni en Potosí. Y, en menor proporción, en los yacimientos de Pastos Grandes, también potosino, y Coipasa, compartido entre el departamento boliviano de Oruro y Chile.
//FUENTE: PÁGINA SIETE//