Desde el exterior advertencias sobre plurinacionalidad

RAMIRO LOZA CALDERÓN

Apreciaciones acerca del Estado plurinacional advierten: “Es complejo tener más de una nación en un solo país”. Es de suponer que esta casi admonición anida en la conciencia de todos los bolivianos y en especial de los políticos, pero todos callan. La misma fuente, procedente de Chile, estima que la población boliviana ronda el 60% de originarios y añade que “ese bloque tenía que pesar” para el estado plurinacional. Son opiniones de José Rodríguez Elizondo, destacado analista y político chileno. El connotado personaje a través de un matutino nacional trasluce amplio conocimiento del país, de su política y de su contextura étnica.

Comparativamente, agrega que ese no es el caso de Chile en cuanto tiene un aproximado de 60% de mestizos, proyectando una estructura demográfica distinta. En son de crítica a la singladura “refundacional” impulsada por la Convención Constituyente, rechaza que Chile se convierta en plurinacional.

Considera que los estados-naciones pueden albergar diferentes componentes demográficos como los “pueblos” quechua, aimara o mapuche que, en criterio suyo, no reúnen condiciones de nación y darles ese rango es forzar el tema. Sólo las naciones pueden organizarse en confederación y la posibilidad corresponde, por ejemplo, a Estados Unidos. Expone que los estados nacionales que asumen una suerte de plurinacionalidad se debilitan y “pierden la unidad del Estado” al “crear” estados –o sub estados– “microcóspicos o macrocóspicos (sic), pero competitivos”. Este es un aserto indiscutible, además tales creaciones derivan en cuñas internas y dificultades para el desenvolvimiento de los países. Anota que los estados-naciones, cual los nuestros, embarcados en procesos multinacionales endógenos, confrontan o confrontarán creciente debilidad en relación con el contexto mundial. Añado, siempre y cuando se componga por naciones sólidamente institucionalizadas.

Sus apreciaciones pasan por un elemental sentido común para todos, menos para nuestras distintas tiendas partidistas, sean de derecha o de izquierda. ¿Como se explica este fenómeno? En cuanto a las de tendencia derechista, la única razón posible es su timidez de revelarse ideológicamente de un modo explícito y franco. Esta tendencia no se pronuncia sobre la plurinacional y la supuesta “refundación” de Bolivia, y sus perjuicios o bondades. La derecha debiera liberarse del complejo de presentarse revestida de cierto grado de populismo, convirtiendo el neoliberalismo en mala palabra. Aunque toda política contiene cierta dosis de hipocresía, requiere un freno que no es otro que la consecuencia y sindéresis con las propias ideas. En cuanto a la izquierda y al populismo, es obvio que a sabiendas del fruto deconstructivo y deletéreo que han sembrado, lo implementan a cambio del goce de un poder insaciable. Trascendiendo dicha hipocresía política, sin duda hay una falta de valor civil y de personalidad que mal disimula la verdadera ideología política mencionada repetidamente. Vemos inclusive compartir posturas políticas con los adversarios. Tenía que ser un foráneo quien ponga el dedo en la llaga de lo que le irroga la “refundación” y la plurinacionalidad a Bolivia. Aunque la Constitución incluya estas figuras, es tiempo de una evaluación objetiva. Los conceptos del señor Rodríguez Elizondo se limitan a una función necesariamente comparativa cuando se refieren a nuestra Nación.

La reticencia de los políticos mestizos y criollos contrasta con lo que ocurre al otro lado del océano, o en el “imperialismo” del norte y aun en algunos estados latinoamericanos. Las unidades partidistas conservan y explayan su política sin tapujos ni recortes, luciendo su escudería derechista, de izquierda o de centro, tanto en su discurso cuanto en su acción de gobierno. De suerte que su población y los electores tienen líneas de orientación política inequívocas. Mis breves comentarios no significan juicios de valor sobre la plurinacionalidad y sus anexos. Se trata de una crítica a la despersonalización de los políticos de la cotidianidad. Ojalá algún día podamos apreciar políticos sinceros y libres de timideces ideológicas.

El analista Rodríguez Elizondo no ve la necesidad de una constituyente en su país y la pone en tela de juicio desde su elección bajo un mecanismo sui generis y ad hoc, es decir especial para ese evento, escapando al modus operandi de Chile en la materia.

Asimismo, el expositor significa que “un estado nación como el chileno, que ha tenido una trayectoria señera y que es plural –porque nadie ha desconocido la existencia de otras unidades internas–“, no tiene necesidad de transformarse en un estado plurinacional. Lamenta que el debate público alrededor de la plurinacionalidad se instale tardíamente “cuando ya la Convención tiene el tema prácticamente aprobado”.

RAMIRO LOZA CALDERÓN 

Abogado y columnista. Texto tomado de El Diario 

*NdE: Los textos reproducidos en este espacio de opinión son de absoluta responsabilidad de sus autores y no comprometen la línea editorial Liberal y Conservadora de VISOR21