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ERICK FAJARDO
“Furia en España”, ¿En serio, NPR? ¿No celebración, no sentimiento de éxtasis y realización deportiva nacional por el logro sin parangón de un emprendimiento deportivo del cual Hermoso y Rubiales fueron parte, sino “furia” por un acto de celebración deportiva consensuado, compartido y después asumido por sus actores?
Completamente falso. Esos no fueron los hechos. Esa es una proyección de lo que decidieron ver e hiperbolizar la izquierda española en control de la política y la media.
Esa es la mirada sesgada y deformada de un aspecto marginal al verdadero hecho noticioso, que decidieron destacará por razones políticas e ideológicas la policía del pensamiento, los patrulleros del ajuste del comportamiento al estándar Woke.
No. No vi un acto de acoso. Veo la proyección de una reportera miembro de una organización que es parte del apparatus de la media globalista que el periodismo norteamericano ha denunciado como Complejo Industrial de la Censura.
Veo a un Pedro Sánchez y sus esbirros necesitados de vestir la toga del Santo Oficio para ocultar su carencia de oficio político, haciendo arder a Rubiales en la pira.
Veo además una nueva hegemonía cultural, cuyos dogmas que no compartimos la mayoría, pero que se impone, se patrulla y se enforza como un estándar internacional de comportamiento. Es el avance sobre el reducto del balompié de la cacería de brujas de un dogmatismo institucionalizado que ha proscrito los actos de espontaneidad y afecto, sobretodo entre hombres y mujeres, asumiendo a priori la preexistencia de intención de someter, cosificar y ejercer poder patriarcal aún en el más peregrino acto de espontaneidad y humanidad mutua entre dos seres humanos de distinto sexo.
Minutos después de lo de Hermoso y Rubiales, este último repetía exactamente la misma escena (exactamente el mismo acto de expresión de afecto y euforia) con el DT del equipo campeón del mundo. ¿Es que no hay acoso, abuso, ventaja cuando un acto de espontaneidad y euforia sucede entre dos individuos del mismo sexo?
Vamos a quitarle la careta a la policía de la izquierda global: El problema es que ellos no ven el contexto, sino un acto prohibido y proscrito por el decálogo del Imperio Woke.
La celebración de la Copa Mundial, la camaradería, la euforia, la escena de fiesta nacional no significa nada cuando lo único que ellos ven es que un hombre y una mujer compartieron un acto de afecto, sin otro contenido ni intención que fraternidad deportiva y sentimiento nacional, pero en vivo y ante todo el planeta.
Su verdadero problema es que un hombre besó a una mujer. Al carajo quiénes eran los protagonistas, el timing y la escena contextual en que las cosas se dieron. Aquí un hombre besó a una mujer y apretujó a tantas otras, y punto!
Sánchez, Wamsley, NPR y el resto de la Santa Inquisición Woke no van a permitir que un hombre y una mujer tengan impunemente una expresión de afecto y humanidad en cadena global y ante el mayor foro de espectadores del planeta. No en medio de esa guerra de géneros y suspicacias inducidas por la industria “sin fines de lucro” de promoción del conflicto y la disociación global que financian Davos y Soros.
¿Furia en España? De ninguna manera. Proyección de las fobias por lo hétero de estenografos, áulicos y títeres políticos de la Policía del Pensamiento neojacobino. Eso es lo que la airada izquierda global quiere agendar mientras España celebra a su selección y la organización deportiva que le dio la Copa Mundial de Fútbol Femenino.