Costa Obregón: es tiempo de llamar a una Asamblea Constituyente sincera

  • Redacción VISOR21

Luego del planteamiento del mandatario Luis Arce para definir temas de interés nacional como la subvención de carburantes, la reelección presidencial o la reasignación de escaños parlamentarios  mediante un referendo, que implica una reforma parcial de la Constitución Política del Estado (CPE), surgen voces que apuntan a un debate más amplio, como un nuevo proceso que derive en una Asamblea Constituyente para “sincerar los problemas que enfrenta Bolivia”.

Una de esas voces es la del abogado y político Alberto Costa Obregón, quien fuera candidato presidencial en 2002 por la sigla Partido Libertad y Justicia, y cuyo plan de gobierno en aquella elección se resumía en un punto: llamar a Asamblea Constituyente.

VISOR21 conversó con el exjuez y excandidato, quien fue uno de los pioneros de su tiempo en plantear esa forma de debate nacional para redactar una nueva Carta Fundamental del Estado. Costa Obregón vio que la CPE promulgada en febrero de 2009 no solo fracasó en su objetivo de transformar el Estado sino que mantuvo las prerrogativas de la clase política.

“La CPE ha sido redactada de forma conveniente para el sistema político, el proceso constituyente si bien se dio un paso para entender que la Constitución no es algo lírico sino que se puede llevar a la práctica para constituir, no logró generar un contrapoder a la clase política en base a la justicia”, dijo.

Costa Obregón recordó que aquella llamada para una Asamblea Constituyente, que data del año 2000, apuntaba a poner fin al problema de la justicia, pero también modificar el sistema presidencialista para ingresar a un sistema parlamentario de gobierno. Ninguna de las dos figuras se plasmó en la hoy denominada CPE del Estado Plurinacional.

Tampoco se pudo consolidar la nación boliviana. “Para evitar la separación de los departamentos se pedía una nueva Constitución, con mayor libertad y que la justicia pueda buscar nuevas condiciones de vida para que la administración de la cosa pública sea en beneficio del común de los bolivianos”, acotó.

RECONOCER LOS PROBLEMAS

Octubre de 2000, el entonces juez Costa Obregón en una marcha que pedía Asamblea Constituyente y lo perfilaba como presidenciable / ARCHIVO GETTY IMAGES / JORGE LANDAETA

Al entonces juez, que había logrado encabezar las encuestas y también las primeras marchas por una Asamblea Constituyente junto a otros juristas de la época, muchos posteriormente vinculados a las altas esferas del Movimiento al Socialismo (MAS), no le fue bien en los comicios de 2002 y el Partido Libertad y Justicia solo llegó al 2,72% de los votos, perdiendo la sigla tal como pasó con el Partido Socialista (PS), Conciencia de Patria (Condepa) y el Movimiento Ciudadano para el Cambio de René Blattmann, otro abogado que quedó en el camino tras su paso por la arena política.

Algunos analistas observaron esa baja votación para el exjuez de alto perfil, caracterizado por su lucha contra la corrupción, porque precisamente centró su plan de gobierno en un solo pilar. Es más, en uno de los debates televisivos, Costa Obregón llegó a decir que su objetivo no era ser presidente sino llamar a Asamblea Constituyente al día siguiente de su posesión.

Sin embargo, hoy Costa Obregón aboga por una nueva Asamblea Constituyente para zanjar el tema de la justicia, pero también de la economía y otros, que en 15 años de vigencia de la CPE “plurinacional” no se pudieron superar.

“Bolivia nunca salió del sistema extractivista para conseguir recursos y ahora que se terminó la etapa del gas y los hidrocarburos, en la que estaban cifradas todas nuestras esperanzas, este es un problema que le va a costar mucho al país. Se debe llamar a una nueva Constituyente para dar respuestas al país”, expuso.

Ese nuevo proceso, aclara el entrevistado, no tendrá que repetir el error de haber dado la representación al mismo sistema político partidario, sino volver al espíritu del proceso a inicios de este siglo, para que cada uno de los nueve departamentos, a través de la sociedad civil, designe a sus representantes y aquellos reunidos en una asamblea puedan tomar decisiones sobre cada aspecto del país.

“Se debe llamar a una Asamblea Constituyente sincera, que reconozca que existen problemas, que reconozca que el país está en quiebra por la falta de recursos económicos. Siempre hemos cifrado nuestras esperanzas en los políticos de tradición, pero era contra ellos que se buscaba una salida, para dejar esta dependencia a los políticos y al sistema político”, concluyó.

La CPE en su artículo 411 establece los procedimientos para una reforma parcial o total del texto fundamental del Estado.

“I. La reforma total de la Constitución, o aquella que afecte a sus bases fundamentales, a los derechos, deberes y garantías, o a la primacía y reforma de la Constitución, tendrá lugar a través de una Asamblea Constituyente originaria plenipotenciaria, activada por voluntad popular mediante referendo. La convocatoria del referendo se realizará por iniciativa ciudadana, con la firma de al menos el veinte por ciento del electorado; por mayoría absoluta de los miembros de la Asamblea Legislativa Plurinacional; o por la Presidenta o el Presidente del Estado. La Asamblea Constituyente se autorregulará a todos los efectos, debiendo aprobar el texto constitucional por dos tercios del total de sus miembros presentes. La vigencia de la reforma necesitará referendo constitucional aprobatorio.

II. La reforma parcial de la Constitución podrá iniciarse por iniciativa popular, con la firma de al menos el veinte por ciento del electorado; o por la Asamblea Legislativa Plurinacional, mediante ley de reforma constitucional aprobada por dos tercios del total de los miembros presentes de la Asamblea Legislativa Plurinacional. Cualquier reforma parcial necesitará referendo constitucional aprobatorio”.

SINUOSO CAMINO HACIA LA CPE DE 2009

Manifestación en Chuquisaca, recordando a los tres muertos de La Calancha, en un caso que llegó a la CIDH / ARCHIVOS WEB 

Después de las elecciones de 2002, con Gonzalo Sánchez de Lozada electo presidente y luego la sucesión de Carlos Mesa, se dan las reformas a la Constitución de la República vigente desde 1967 para abrir el nuevo proceso constituyente.

De 2004 a 2006 se suceden los antecedentes que serían recolectados por el MAS para llamar a una Asamblea Constituyente “originaria” y no derivada. Sin embargo, la alta carga ideológica de extrema izquierda, con rasgos de supremacía racial, convirtieron a ese proceso en un apéndice de elección general, apenas meses después de la victoria de Evo Morales con 54% de los votos, con el propio presidente en ejercicio haciendo campaña para “refundar Bolivia” y “enterrar el viejo modelo republicano y neoliberal”.

El MAS dominó la representación de 255 curules en la Asamblea Constituyente, colocó como presidenta a Silvia Lazarte, dirigente cocalera de Villa Tunari y fundadora de la Federación Nacional de Mujeres Campesinas de Bolivia “Bartolina Sisa”, y sometió las decisiones a la simple mayoría, cuando los otros 15 partidos políticos y agrupaciones ciudadanas exigían la aprobación del texto constitucional por dos tercios.

La Asamblea Constituyente se instaló el 6 de agosto de 2006 en Sucre y concluyó el 10 de diciembre de 2007 en un cuartel de Oruro. Ese cambio de recinto se dio luego de la violencia generada en la capital de la República, con tres muertos en la represión al intento de toma del Liceo La Glorieta en la zona La Calancha un mes antes.

Posteriormente, para octubre de 2008, el texto pasó a “revisión” del Congreso Nacional en la sede de gobierno, donde los acuerdos partidarios, sobre todo entre el MAS y la opositora Poder Democrático Social (Podemos) del expresidente Jorge Quiroga, modificaron más de la mitad de los nuevos artículos aprobados por los constituyentes.

En enero de 2009 se realizó el referendo constitucional por la nueva CPE, con 61,43% de aprobación y 38,57% de rechazo al texto constitucional propuesto. El 7 de febrero de ese año, Morales Ayma promulga la norma y afirma: “En este día histórico proclamo promulgada la nueva Constitución Política del Estado boliviano, la vigencia del estado plurinacional unitario, social y, económicamente, el socialismo comunitario”.