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Corea del Norte realizó una prueba de misiles nocturna poco común en vísperas de un aniversario que marca la fundación de su Partido de los Trabajadores.
La prueba se produjo horas después de que un grupo de trabajo de portaaviones de EE.UU. concluyera una segunda semana de ejercicios navales con Corea del Sur. El regreso del portaaviones a las aguas frente a la península de Corea, impulsado por el lanzamiento de un misil balístico de alcance intermedio por parte de Corea del Norte sobre Japón, fue caracterizado por Pyongyang como “de un impacto negativo considerablemente enorme en la situación regional”.
Dos misiles balísticos de corto alcance fueron disparados entre la 1:48 y la 1:58 a.m. del domingo, dijo el ejército de Corea del Sur, desde el área de Munchon hacia el Mar del Este, también conocido como el Mar de Japón. Volaron 350 kilómetros y alcanzaron una altitud máxima de 90 kilómetros, agregó.
El viceministro de Defensa de Japón, Toshiro Ino, anunció cifras similares. Dijo que los misiles, después de ser lanzados alrededor de la 1:47 am y la 1:53 am, aterrizaron fuera de la zona económica exclusiva de Japón después de planear unos 350 kilómetros con un apogeo de 100 kilómetros. Se estaba estudiando la posibilidad de que fueran misiles balísticos lanzados desde submarinos, dijo.
Munchon, ubicado a lo largo de la costa este de Corea del Norte, alberga una base naval que en 2016 se vio en proceso de renovación.
Los analistas en Seúl, sin embargo, notaron similitudes en los lanzamientos del domingo con un misil balístico táctico, conocido por las autoridades estadounidenses como el KN-25, o lo que los medios norcoreanos han llamado en el pasado el sistema de lanzamiento de cohetes múltiples “supergrande”. Se pensó que era uno de los dos misiles probados el jueves pasado, horas después de que el USS Ronald Reagan fuera desviado para una segunda ronda de ejercicios navales con Corea del Sur y Japón.
En una reunión de emergencia, el Consejo de Seguridad Nacional de Corea del Sur condenó enérgicamente el continuo lanzamiento de misiles de corto y mediano alcance como actos desestabilizadores que violan las resoluciones del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas. El lanzamiento de misiles balísticos del domingo es el séptimo en 15 días, extendiendo una serie récord de pruebas de armas este año.
El Comando del Indo-Pacífico de EE.UU., en su evaluación, dijo que el último lanzamiento no representaba una amenaza inmediata para EE. UU. o sus aliados, al tiempo que afirmó los compromisos “férreos” de EE. UU. con la defensa de Corea del Sur y Japón.
La prueba del domingo precede al 77 aniversario de la fundación del único partido político de Corea del Norte, el Partido de los Trabajadores, el lunes. Funcionarios de Corea del Sur han dicho que Corea del Norte podría estar preparando una exhibición de armas, aunque se considera poco probable un desfile de armas como los que ocurren cada cinco años.
Corea del Norte señala más pruebas
Corea del Norte no ha publicado un informe de los medios estatales sobre sus pruebas de misiles al día siguiente de su realización desde mayo de 2022.
En cambio, su Agencia Central de Noticias de Corea (KCNA) oficial durante el fin de semana emitió dos declaraciones de portavoces de su Ministerio de Defensa y su Administración Nacional de Aviación, sugiriendo que los lanzamientos continuarían.
El redespliegue del “grupo de trabajo de portaaviones de propulsión nuclear… [fue un] desarrollo extremadamente preocupante de la situación actual”, dijo el sábado un portavoz del Ministerio de Defensa de Corea del Norte a través de KCNA, calificándolo de “farol militar” a la “reacción justa” de Pyongyang. ” a ejercicios militares entre Corea del Sur y EE.UU.
En un artículo más sustancial de KCNA, también el sábado, el portavoz de la Administración Nacional de Aviación de Corea del Norte defendió el alarmante vuelo de misiles del martes sobre Japón, afirmando que “la seguridad de las aeronaves civiles se consideró completamente de antemano” y que el lanzamiento era parte de una “autodefensa regular y planificada”. paso [contra] las amenazas militares directas de los Estados Unidos”.
Los dos comentarios se produjeron en reacción a la condena del viernes de la Organización de Aviación Civil Internacional, afiliada a la ONU, que Corea del Norte descartó como una “provocación política de Estados Unidos y sus fuerzas vasallas”.
La presión aumentó a medida que se anticipaba la prueba nuclear
La presión continúa aumentando sobre las partes que ayudan al estado con armas nucleares. El Departamento del Tesoro de los Estados Unidos emitió el viernes sanciones adicionales contra dos personas y tres entidades con sede en Singapur y las Islas Marshall con presuntos vínculos con el programa de armas de Corea del Norte.
Además, en una llamada telefónica la semana pasada, los enviados especiales para Corea del Norte de EE.UU., Japón y Corea del Sur se comprometieron a impulsar los esfuerzos para interrumpir el robo de criptomonedas de Corea del Norte, según el Ministerio de Relaciones Exteriores de Seúl.
A pesar de las paralizantes sanciones económicas que pesan sobre las arcas del Estado, Pyongyang ha logrado acumular una pila de efectivo por valor de cientos de millones de dólares solo en la primera mitad del año, dijo el viernes el comité de sanciones del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas en un informe de mitad de período. El comité destacó los atracos multimillonarios del éter de criptomonedas y la explotación por parte de Corea del Norte de la tecnología de tokens no fungibles (NFT).
No se anticipan conversaciones significativas pronto
Aunque Washington ha sostenido que la línea para el diálogo sin condiciones previas con Pyongyang permanece abierta, los expertos no anticipan que Corea del Norte se presentará a negociaciones significativas hasta que haya logrado algunos objetivos militares ambiciosos.
“El liderazgo de Corea del Norte no tiene otra carta estratégica que no sea jugar el mismo juego que jugó en 2017 y 2018”, dijo Bong Youngshik, investigador del Instituto de Estudios de Corea del Norte de la Universidad de Yonsei.
Pero sabiendo que el enfoque del presidente estadounidense Joe Biden es muy diferente al del expresidente Donald Trump, Corea del Norte ahora se enfoca directamente en construir una ventaja estratégica, es decir, al alcanzar objetivos clave para mejorar su arsenal como se anunció previamente en un comunicado clave. congreso del partido, dijo Bong.
“Solo después de completar con éxito su programa de modernización militar volverá a jugar el mismo juego, cuando esté armado con activos estratégicos, lo que llevará otros dos o tres años”, predijo Bong.
Entre los cinco principales sistemas de armas descritos en el Octavo Congreso del Partido de Corea del Norte en enero del año pasado se encuentran lanzacohetes múltiples, armas nucleares tácticas, submarinos de propulsión nuclear, misiles supersónicos y vehículos de reingreso maniobrables. También conocidos por el acrónimo MaRV, estos misiles balísticos están diseñados para atacar objetivos terrestres de forma autónoma.
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