Los libros Vidas conjugadas, de Kethy Castedo; Cuentos caninos, de Alfredo Rodríguez Peña; Área protegida, de Edmundo Paz Soldán; Un montón de pájaros muertos de G. Munckel; Hola, mi amor y Hablemos con prudencia de nuestros muertos, de Gonzalo Lema, y Ayer el fuego, de Rodrigo Urquiola, se erigen como los más leídos por los bolivianos en la temporada 2024
La información emerge de un sondeo con los autores independientes y las ventas en las diversas editoriales que continúan apoyando la producción literaria nacional, pese a la crisis económica que atraviesa el país en la actualidad.
De todas la obras, tres corresponden al generó literario de cuento, dos a novela y una a la poesía.
Vidas conjugadas
La escritora boliviana Kethy Castedo presenta su octava producción literaria Vidas conjugadas, una antología de 100 poemas que exploran sentimientos como el amor, la tragedia, la pasión y el desencanto. Estos versos, basados en experiencias personales, vidas ajenas y observaciones a lo largo del tiempo, ofrecen a los lectores un viaje íntimo a través de emociones humanas universales.
Cuentos caninos
Alfredo Rodríguez cambió los gatos por los perros. Su decimoquinta publicación está dedicada a los mejores amigos del hombre y fue precisamente a pedido de sus lectores que decidió escribir sobre ellos: Cuentos caninos.
Si bien el libro narra aventuras que niños y adolescentes disfrutan, también toca temas profundos. “Son cuentos con reflexiones muy importantes sobre valores como la lealtad, la valentía, la confianza y la amistad, con perritos es muy fácil hablar de ello”, señaló el autor al momento de presentar su obra.
Área protegida
En su nueva novela, Área protegida, el escritor Edmundo Paz Soldán (Bolivia, 1967) plantea que el fin del mundo es un hecho y sus personajes saben que los días de la Tierra están contados, pero ¿existe alguna salvación?
Un montón de pájaros muertos
Los cuentos de G. Munckel empiezan retratando una situación por lo general ordinaria en la que lo extraño se empieza a introducir muy despacio, con cuentagotas, siguiendo una progresión natural que comienza a inquietar al que lee. El primer relato del libro sienta las bases y la promesa de lo que será el resto, algo que no siempre sucede con las colecciones de cuentos.
Hola, mi amor – Hablemos con prudencia de nuestros muertos
En las dos novelas de este volumen seguimos las aventuras de Blanco en escenarios ajenos, se diría, a su tradicional entorno cochabambino. En Hola, mi amor, lo hallamos rondando por Villamontes y, en Hablemos con prudencia de nuestros muertos, lo encontramos en Samaipata, camino de retorno a Cochabamba. En contraste con relatos previos, estas dos novelas vienen narradas en primera persona.
Ayer el fuego
El libro tiene una decena de cuentos de corte autobiográfico. Existen historias como la del alumno que desvela que su compañera se desempeña como prostituta, o la de los expatriados venezolanos que son recibidos con mucha aversión en los barrios suburbanos de la ciudad, o la del trabajador de un supermercado que se enamora de la muchacha de familia rica.
- ///FUENTE: LOS TIEMPOS///