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Después de la retirada de las tropas rusas de las localidades que rodean la capital de Ucrania, Kiev, los sobrevivientes dicen que están desconsolados por la muerte y la destrucción que las tropas rusas dejaron a su paso.
Muchos ciudadanos, consultados por la Voz de América, creen que Moscú seguirá atacando otras regiones y cobrándose más vidas. Mientras tanto, ya han elegido una parcela de tierra, en Kiev, para enterrar y honrar a los civiles y soldados caídos en batalla y estar preparados para futuras víctimas.
Por su parte el presidente ucraniano, Volodymyr Zelenskyy, no se resigna e instó el martes al Consejo de Seguridad de la ONU a actuar “inmediatamente” frente a los “crímenes de guerra” cometidos por Rusia.
Zelenskyy mostró imágenes terribles de cuerpos descubiertos en los últimos días; en ellas se observan decenas de cadáveres de personas vestidas de civil. Luego pidió la exclusión de Rusia del Consejo de Seguridad, según él para que “el derecho de veto no signifique el derecho a matar”.
“Ahora necesitamos decisiones del Consejo de Seguridad para la paz en Ucrania. Si no saben cómo tomar esta decisión, puede hacer dos cosas […] o excluir a Rusia como agresor e iniciador de la guerra para que no bloquee las decisiones relacionadas con su propia agresión. Luego, hacer todo lo posible para lograr la paz”, instó el mandatario.
Cadáveres en las calles
La indignación de los ciudadanos ucranianos se vio rebasada durante el fin de semana, cuando Ucrania anunciaba que había retomado los pueblos que rodean la capital y surgieron horribles informes sobre la muerte de cientos de civiles, con muchos cuerpos en las calles.
Las autoridades del país aún están identificando los cadáveres.
El domingo, un incendio gigante se desató en la ciudad portuaria sureña de Odesa, después de que los ataques aéreos rusos golpearan una planta de procesamiento de petróleo y depósitos de combustible alrededor de la ciudad, algo que para las autoridades ucranianas “fue potencialmente para encubrir crímenes de guerra”.
En el cementerio de Kiev, el director de la instalación, Klymniuk Volodymir, dijo a la Voz de América que la guerra ahora puede enfocarse más hacia el este y el sur, pero cree que la paz relativa en la capital será temporal.
Recuerda que desde que comenzó la guerra a mediados de febrero, 30 misiles han impactado en el cementerio.
“Es imposible sentirse seguro aquí. Por ejemplo, el 2 de marzo durante la escalada en Bucha, los misiles cayeron en nuestro cementerio a 100 metros de los trabajadores”, narró Volodymyr. “Los trabajadores se escondieron dentro de las tumbas y después del golpe siguieron cavando”.
Por su parte los lugareños afirmaron que están conmocionados y desconsolados por tanta muerte y destrucción.
Kiev sigue siendo una maraña de barricadas y los restos de los edificios bombardeados todavía yacen exactamente donde cayeron después de ser alcanzados. Rusia dice que se ha retirado de Kiev, pero algunos creen que seguirán atacando en otras regiones.
“No confío en ellos. Creo que se están reagrupando y podría ser aún peor si Rusia mueve más tropas hacia el este. No es fácil para los soldados ucranianos proteger esas regiones”, aseguró Iryna Sherbaniuk, residente de Kiev, al ser consultada por la Voz de América.
Preparados y alerta
En la parte occidental del país, donde las sirenas de ataque aéreo se escuchan todos los días a pesar de que los ataques allí son poco frecuentes, lideres del lugar afirman que su gobierno está preparando a los civiles para resistir la batalla.
“Ofrecemos diferentes tipos de formación. Primeros auxilios, simulacros de ataque químico, instrucciones de ataque aéreo, habilidades de defensa, incluida la defensa del edificio en el que estamos ahora, el municipio de la ciudad”, explicó Serhii Morhunov, alcalde de Vinnytsia.
La Voz de América constató como una escuela en Vinnytsia está siendo utilizada para albergar a familias que se encuentran entre los millones de personas desplazadas en Ucrania.
La furia de la invasión
“¡Si es necesario, lucharemos contra ellos con nuestras propias manos y los destrozaremos por matar a nuestros hijos y todo lo demás que han hecho!”, aseveró Tatiana, una agricultora desplazada.
La guerra en Ucrania ha obligado a unos 10 millones de personas a huir de sus hogares y Naciones Unidas dice que aproximadamente la mitad son niños.
El gobierno ucraniano dice que los asesinatos en masa en Bucha y otras ciudades cercanas a Kiev parecen ser “crímenes de guerra”.
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