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Funcionarios de la Alcaldía de Aiquile en coordinación con la Policía Forestal y de Medio Ambiente (Pofoma) y la Gobernación de Cochabamba lograron rescatar a 106 cotorras de ala amarilla (Brotogeris chiriri) en el municipio conocido como capital del Charango.
El rescate fue posible gracias a una denuncia realizada en la alcaldía de Aiquile. Tras ello, personal de dicha Municipalidad se trasladó a la terminal de la zona, donde logró interceptar a las aves de color verde claro con una franja amarilla en sus alas. Desafortunadamente, el traficante se dio a la fuga.
Presumen que las cotorras, de pico rosado y cola larga, fueron capturadas con redes o tramperas por parte de sus traficantes, informó al respecto el responsable del Programa de Gestión de Biodiversidad de la Gobernación, Michel León.
Ante ello, desde la Gobernación de Cochabamba comprometieron activar todos los mecanismos para dar con los culpables.
AGROFLORI
Tras su rescate, las cotorras fueron trasladadas hasta el bioparque cochabambino Agroflori, ubicado en el municipio de Quillacollo, lugar donde actualmente reciben atención veterinaria y alimento.
Tras un proceso de estabilización y recuperación, el cual estiman será prolongado, proyectan analizar su liberación y retorno a su hábitat.
En lo que va del año, 290 animales, entre aves mamíferos y reptiles, fueron rescatados del tráfico ilegal en Cochabamba.
La Ley 1333 de Medioambiente sanciona la tenencia, transporte y comercialización de animales con penas de dos a seis años de cárcel. Sin embargo, la Ley 1525 incrementa las sanciones de seis a ocho.
‘ES UNA VERGUENZA’
El director ejecutivo de la Asociación Armonía, Rodrigo Wilber Soria Auza, el ente especializado en estrategias de conservación, además de la protección de la vida silvestre y sus hábitats, haciendo foco en la Paraba Frente Roja en los Andes, lamentó que a la fecha Bolivia todavía no pueda vencer el tráfico ilegal de especies silvestres.
“Es una pena y una vergüenza que no podamos vencer al tráfico ilegal de especies. Sin importar que una especie silvestre esté amenazada de extinción o no, la ley prohíbe el tráfico de especies silvestre. Aún hay que educar mucho a la ciudadanía, pues son los que crean la demanda y si hay demanda, habrá oferta”, reflexionó Soria.
Desde la experiencia de Armonía, Soria ponderó la lucha que realizan contra el tráfico ilegal, pero en coordinando con las comunidades locales. Su alianza con los pobladores ha logrado romper la cadena del tráfico, a través de la creación de oportunidades de desarrollo de las comunidades lo cual incide en que los lugareños se alejen de los traficantes.
//FUENTE: DIARIO OPINIÓN//