Se abren las puertas del Aeropuerto Internacional de El Alto y sale David Martinez. Lleva una bandera boliviana, una wiphala y una media sonrisa que muestra una mezcla de tristeza y alivio. Tuvo que dejar su hogar y todo lo que conoció los últimos 30 años en Ucrania a causa del conflicto armado, pero agradece que él y su familia hayan podido salir ilesos de las bombas.
“Esto realmente ha sido muy difícil. En todo lugar donde hemos estado hemos recibido apoyo, sino no hubiéramos podido hacer nada. Teníamos problemas con la documentación, todo, y en todo lado nos han apoyado. Quería agradecerles a todos (…) Por lo menos estamos con vida, porque realmente fue algo muy grave”, expresó en rueda de prensa, junto a su esposa, Tetiana, y sus hijas Karyna y Kamila, de 24 y cinco años, respectivamente.
La odisea inició el jueves 24 de febrero. Al igual que el resto de residentes ucranianos, esta familia fue tomada por sorpresa por el ataque ordenado por el presidente ruso, Vladimir Putin. Un proyectil colisionó con el edificio contiguo al suyo, por lo que, asustados, caminaron cerca de cuatro kilómetros hasta la estación de trenes al ver que todos los pasos vehiculares estaban cerrados.
“Así comenzó toda esa pesadilla de las bombas, los ataques de los que tuvimos que escapar. Salimos con lo que estamos vestidos y así estamos en este momento. Quería pedir una colaboración. Claro que tenemos nuestra familia de apoyo, pero de todas maneras quisiéramos algo más si se podría porque realmente nos quedamos sin nada”, lamentó.
“Ustedes no se imaginan cómo fue escuchar esas bombas, esas sirenas. Mis hijas ya estaban realmente traumadas, escuchaban y no sabían que hacer. La mayoría de la gente de los edificios se bajaban a los sótanos a refugiarse cuando había alarmas y en el metro de Ucrania también. Eso ya no es vida”, agregó.
En la estación se encontraron con un enorme grupo de personas que también se disponían a salir de Kiev. Los trenes estaban “llenísimos”, según relató el músico, quien tuvo que hacer una parada en otra ciudad de Ucrania antes de llegar a Polonia. Posteriormente pasaron por Zúrich (Suiza) y Madrid (España), antes de subirse a un avión que los cambiaría de continente.
Cerca de las 6:45 de este lunes llegaron a La Paz, una ciudad que es desconocida para el resto de la familia, pero que supone una bocanada de esperanza para quienes lo perdieron todo en unas horas.
“La situación crítica que se vive en Europa del Este ha motivado que David tenga que dejar lo que había sido hasta ese momento su segundo hogar, donde había hecho también su familia. (…) Todos nosotros estamos acá para cobijarlos, para darles la bienvenida, para decirles que acá está la patria, está el pueblo boliviano”, manifestó el canciller, Rogelio Mayta, quien los fue a recibir.
La autoridad detalló que en Ucrania existían registrados más de 70 bolivianos. 17 de ellos contactaron con Cancillería para solicitar ayuda, pero solo cinco pidieron apoyo para llegar a suelo boliviano. Los otros 12 fueron trasladados a otros países de Europa.
Oscar Humberto es el quinto boliviano, que no compareció ante la prensa, ya que continuaba su camino hacia Cochabamba, donde se espera que se reúna con su familia.
//FUENTE: PÁGINA SIETE//