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El informe de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) determinó que el régimen de Evo Morales, en calidad de Estado boliviano, cometió ejecuciones extrajudiciales y torturas en el operativo en el Hotel Las Américas de Santa Cruz, el 16 de abril de 2009.

El informe preliminar, divulgado en partes por el matutino El Deber este domingo, fue aprobado el pasado 21 de diciembre y ahora se encuentra en fase de ingreso a la Corte Internacional de Derechos Humanos (Corte-IDH) que podría pedir un juicio contra las exautoridades de gobierno, fiscales y policías que activaron la intervención armada al céntrico hotel cruceño, para desbaratar al grupo irregular de Eduardo Rózsa.

El documento establece que el operativo fue activado por el Ministerio de Gobierno que actuó sin coordinación con la policía local que recibió la orden de no intervenir en el caso. También confirma que las cámaras de seguridad del hotel fueron apagadas y el servicio de internet cortado antes y durante la acción armada.

La mañana del 17 de abril de 2009, el entonces presidente Evo Morales desde Venezuela, confirmaba que había dado instrucción a su segundo al mando Alvaro Garcia para intervenir en Santa Cruz. Acompañado de su aliado, el fallecido mandatario caribeño Hugo Chávez, el jefe masista decía que tenía información sobre un intento de magnicidio contra su gobierno.

El entonces ministro de Gobierno, Alfredo Rada, no se encontraba en Bolivia, por lo que la responsabilidad del operativo con la Unidad Táctica de Resolución de Crisis (UTARC), recayó en quien fuera viceministro de Régimen Interior, Marcos Farfán.

Los miembros de la UTARC ingresaron al hotel y dispararon contra Eduardo Rózsa Flores, Arpad Magyaroisi y Michel Dwyer, quienes murieron en el lugar. En tanto, Elöd Tóásó y Mario Tadic fueron detenidos y trasladados a la ciudad de La Paz.

Las autopsias realizadas al cuerpo de Dwyer, que la CIDH también observó, indican que el ciudadano irlandés fue acribillado con disparos en la espalda.

Sobre las detenciones, el informe de la CIDH confirma que hubo torturas contra Tóásó, Tadic, Juan Carlos Guedes y Alcides Mendoza, y que en ningún caso las autoridades del Ministerio Público o jueces dieron paso a una investigación sobre esos vejámenes, por tanto, incurrieron en incumplimiento de funciones.

Más aún, la investigación concluye que el operativo sin orden fiscal, ya que el entonces fiscal asignado Marcelo Sosa llegó al lugar horas después de los hechos, no tenía relación entre la denuncia por el atentado a la casa del cardenal Julio Terrazas con los directos ejecutados y detenidos.

“En consecuencia, la Comisión estima que las detenciones se produjeron de manera ilegal y arbitraria. El Estado es responsable de la violación de su derecho a la libertad personal, basada en que toda persona tiene derecho a la libertad y a la seguridad personal ya que nadie puede ser privado de su libertad física, salvo por las causas y en las condiciones fijadas en la Constitución, las leyes o partes dictadas conforme a ellas”.

La CIDH concluye que el Estado boliviano “es responsable por la violación de los derechos a la vida (artículo 4), integridad personal (artículo 5), libertad personal (artículo 7), garantías judiciales (artículo 8), protección de la honra y de la dignidad (artículo 11) y protección judicial (artículo 25) de la Convención Americana de Derechos Humanos”.

El periodista Carlos Valverde, quien realizó el seguimiento a este caso, dijo que el informe de la CIDH establece responsabilidades contra el Estado Plurinacional de Bolivia, pero que de manera interna quien debe ser procesado por las figuras de ejecución y tortura es el jefe cocalero.

“El año 2012 en “Maten a Rozsa”, (2 ediciones) aseguré exactamente lo que hoy se lee en el trabajo de la CIDH. El país será procesado por los asesinatos en una Corte International; para evitarlo, debe juzgar a los responsables de las ejecuciones, Evo Morales entre ellos”, expresó el analista cruceño en sus redes sociales.

“Yo tenía información que estaban preparando algún atentado, sin embargo, el día de ayer dejé instrucciones precisas al vicepresidente de la República y al comandante de la Policía nacional a hacer un operativo, a detener a estos mercenarios”, declaró Morales en Venezuela, abrazado de Hugo Chávez y acompañado del jefe cubano Raúl Castro, la mañana del 16 de abril de 2009, horas después de la ejecución de su gobierno a tres personas.