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Tras el parón que el COVID provocó en todos los eventos en China, este año ha sido el primer evento internacional de movilidad eléctrica donde se ha confirmado que los fabricantes chinos de vehículos eléctricos apuestan por ser los primeros en impulsar este sector mientras que las demás empresas internacionales siguen rezagadas. Elliot Richard, experto en vehículos eléctricos, analiza en el Salón del automóvil de Shangai que las marcas chinas son capaces de “rivalizar contra todos los constructores automóviles tradicionales en todos los niveles, rendimiento, calidad, comodidad, no hay nada que no puedan hacer”.
Según la Federación China de Constructores de Coches (CPCA) en 2022 los vehículos híbridos y eléctricos se duplicaron respecto al año pasado. En 2023, la Federación calcula que el 40% de la cuota de mercado de China sea compuesta por vehículos eléctricos, un dato inédito. China que se sitúa como principal emisor mundial de gases de efecto, pretende que en 2035 las ventas de vehículos sean principalmente de vehículos no contaminantes.
China visionaria de la movilidad eléctrica
Hace años que fabricantes chinos de vehículos renunciaron a desarrollar motores de combustible debido a la gran dificultad de poder competir en un mercado tan exigente. De esta forma, creyeron que apostar por la producción de vehículos eléctricos ya que sería una gran opción para adelantar a la competencia, según informa Richards.
Allá por el año 2.000, el gobierno chino y las autoridades empezaron a impulsar este tipo de movilidad a través de inyecciones monetarias millonarias, así como adjudicando contratos de movilidad pública a empresas que trabajaban con flotas de vehículos eléctricos. Según datos que aporta el Gobierno de China, la infraestructura desarrollada para impulsar el sector de movilidad eléctrica cuenta con un total de 5,8 millones de estaciones de recarga en el país. Según datos de Bloomberg, sólo en la provincia de Guangdong, hay tres veces más puntos de recarga eléctrica destinados a vehículos que en todo Estado Unidos.
Elliot Richards concluye que los fabricantes chinos tienen un reto mayúsculo para saber adaptar sus productos a un mercado muy diferente al suyo, el sector automotriz occidental. En este contexto, BYD, uno de los mayores fabricantes de coches eléctricos de China, presentó en Shanghai un coche urbano llamado “Seagull”, que podría venderse en los próximos meses en Europa a partir de 11.000 euros. Esto abre un nuevo concepto de coche eléctrico, que se aleja del concepto de coche de lujo para acercarse al de coche pequeño y barato.
El litio encarece el precio del coche eléctrico
La fabricación de baterías para vehículos eléctricos requiere la presencia del litio como componente indispensable, el cual representa entre el 20% y el 30% del costo total del vehículo eléctrico. En este contexto, los fabricantes de vehículos están invirtiendo grandes cantidades de dinero en el desarrollo de productos, aumentar su capacidad de producción y la fabricación de baterías. Estas inversiones son cruciales para poder responder a la creciente demanda del mercado y así seguir siendo competitivos.
El cambio de conciencia de los consumidores respecto a la huella de carbono, unido al apoyo del sector público para combatir el cambio climático y los nuevos objetivos de Europa de cero emisiones para 2050, prevé una creciente demanda estructural de vehículos eléctricos y ecológicos. Esto conlleva a que los acuerdos para garantizar el litio, como materia prima, a unos precios aceptables sea de máxima prioridad.
Fuente: cocherenting.es