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Cecilia Calani Tangara sirvió al país como suboficial de la Policía por 21 años, hasta enero de 2022, cuando la institución le entregó su memorando de baja definitiva por presuntamente haber participado en el “motín” de 2019.
Con la sentencia, Cecilia, quien es oriunda de Oruro, perdió su seguro de salud y tuvo que enfrentar la cuarta ola del coronavirus sola y desde su casa, en Sucre. Ahora, se encomienda todos los días a Jesús y ofrece productos de salud de las marcas Natural.Go., y cosméticos de Yanbal y otros para subsistir.
“El 7 de enero por la tarde me dieron mi memorando notificándome (con la baja de la Policía). Desde ese entonces entregué al Señor mi uniforme y aunque dos días después me contagié con Covid-19 tuve que recuperarme en casa porque perdí mi seguro”, contó la expolicía.
En octubre de 2021, Calani esperó con una cruz de madera la decisión de la Policía Judicial.
Después de recuperarse de la Covid-19 comenzó a vender “una y otra cosa porque tengo una deuda”, relató desde Sucre, en contacto con Página Siete.
Orureña
Calani nació hace 43 años en la provincia Nor Carangas, del departamento de Oruro. Recuerda su infancia con muchas necesidades, pero también rememora con nostalgia que estuvo rodeada del cariño de personas como su padrino que era militante del MIR, uno de sus tíos era del MNR y otro de la ADN, partidos políticos tradicionales.
“Mi niñez fue dura, mi juventud también, sé lo que es dormir sin cenar. Algunas veces mi alimento fueron flores en épocas de lluvia, por eso sé lo que es la pobreza”, comentó Cecilia.
Más tarde emigró a la capital, donde estudió en el Centro de Formación y Capacitación Policial (Cefocap), del que egresó en 2000, y en 2001 empezó a trabajar como suboficial de Policía hasta enero de 2022.
Durante la crisis social de 2019, Calani era dirigente de la Asociación Nacional de Suboficiales, Sargentos y Clases (Ansclapol). Empero, su vida dio un giro de 90 grados después de los hechos de 2019. Cuando rememora esos días, se le quiebra la voz, dice que junto a su familia vivió momentos muy duros.
“Esos días me fui de vacaciones a mi casa, estaba lavando ropa y resulta que llegaron directamente a apedrear mi casa. Yo había ocultado a mis hijos bajo la cama, sólo tenía puestas mis chinelas, luego abrí la puerta y me llevaron. Llegué a la Policía y me entregaron un micrófono y una bandera”, para llamar a la gente a la pacificación.
No obstante, por su rol como dirigente fue vinculada al motín policial, que se replicó en el país, y a raíz de ello le iniciaron un proceso interno en la Policía. Un proceso que, según ella, fue por una instrucción política de autoridades del actual Gobierno, por eso sin titubear apunta al actual comandante de la Policía, el general Jhonny Aguilera.
“Han vulnerado todos mis derechos y como era una orden política, querían verme fuera de la institución. Se dijo que el señor comandante no iba a ascender a general mientras no vieran mi baja. Entonces dije: ‘Si tanto quiere ser general, si tanto quieren mi cabeza… al final que sea tu voluntad…’”, señaló.
Calani aseguró que a pesar del memorando de baja de la institución, ella aún se considera una suboficial de la Policía.
“Yo siempre voy a ser policía porque yo no he delinquido, no he hecho nada más que cumplir mi juramento que es salvar vidas”, manifestó.
A sobrevivir
Después de superar el coronavirus y quedarse sin trabajo, Cecilia se preguntó: ¿Qué haré ahora? A los días se puso a vender hamburguesas “porque algo tenía que hacer para subsistir”, comentó la orureña.
Pasaron los días y en medio de oraciones, Calani decidió comercializar productos de salud por catálogo. “Un ángel (le pasaron el contacto) me envió a Natural.Go para vender sus productos; actualmente también comercializo Fidermax para la limpieza del colon. Ayudo a las personas a proteger su salud. El que me sostiene y me sostuvo siempre es Jesús. Siempre que salgo a la calle le digo ‘¡Jesús!, ayúdame’”, confesó Calani.
“Los momentos de crisis y necesidad son los que más enseñan a las personas a explorar sus capacidades”, reflexionó Cecilia, quien pasó de policía a vendedora de productos de salud.
Antes, Calani protegía a las personas de la inseguridad ciudadana, ahora también ayuda a la población con productos para cuidar y prevenir al organismo de las enfermedades.
Productos para la salud
Calani se convirtió en una experta para recomendar productos para la limpieza interna del cuerpo, pero la expolicía considera que primero se debe hacer una “limpieza espiritual”.
“Yo he sido la primera persona en tomar las vitaminas, colágeno y otros. Ahora me estoy capacitando con el Genoxidil (suplemento nutricional), pero en primer lugar tenemos que estar limpios espiritualmente ante Dios”.
Además ofrece cosméticos de la línea Yanbal y pide a la población que se contacten con ella para hacerle llegar sus pedidos.
Está dispuesta a viajar al interior para entregar los artículos. “Me gustaría que todos me ayuden en la medida de sus posibilidades llamándome al 711-72429. Los que sufren de algún problema digestivo o se sienten deprimidos o quieran contarme su historia estoy para escucharles”, invitó la exuniformada.
//FUENTE: PÁGINA SIETE//