–
Redacción VISOR21
Desde la comunidad de Tocaña, en el municipio de Coroico, se prepara un grano de café que lleva historia propia y transmite el sabor de las tierras afrobolivianas. Este domingo se realizará la presentación de esta nueva línea de café artesanal en el Centro de Interpretación Cultural Afroboliviano de Tocaña.
Para que un café de calidad sea degustado deben pasar entre tres a cuatros semanas desde su cosecha en los plantines, explica Angélica Zabala, emprendedora que cuenta la rica historia de esta bebida elaborada desde que la comunidad de Tocaña comenzó a plantar las semillas de café a mediados del siglo XIX.
Zabala cuenta a VISOR21 que el pueblo afroboliviano tiene una relación centenaria con el café, pues es en la zona de Coroico que se comenzó a utilizar los primero plantines y cuyo cultivo perdura hasta hoy, pese a la diversificación que hubo en este tiempo, con la producción de cítricos y coca, en esas tierras tropicales del departamento de La Paz.
“El café en Tocaña tiene mucha tradición, desde que hicieron llegar los primeros plantines a los pobladores que se dedican desde siempre a la agricultura de autosustento”, recuerda la joven.
Por ello, agrega, el café de Tocaña es el desayuno de los niños y sus derivados, como la sultana o el “tumba negro”, también son parte del día a día y las festividades de la comunidad.
EL RITUAL DEL CAFÉ
Para lograr una taza de café con el aroma, textura y las cualidades propias de Tocaña, pasa todo un proceso de producción artesanal que puede demorar hasta tres semanas, explica Zabala.
Primero se cosechan los granos de los plantines, toda la familia se levanta temprano y sale a la recolección. Inmediatamente se pasa al lavado y luego al secado de los granos, luego se procede al tostado en fogón, siempre seleccionando los mejores granos del café.
En Tocaña no se tiene maquinaria, el trabajo es artesanal, desde el tiesto en ollas de barro o el uso del molino de madera que sirve para pelar el café “haciendo doler el brazo”, es decir, a puro esfuerzo.
“Como son diferentes funciones, participan muchas manos, todos suben al cafetal para cosechar, unos recogen de los plantines y otros se dedican a pelar, pero para el tueste son las mujeres las que se encargan de tostar, de controlar el fogón y de levantar el café para hacerlo enfriar antes que se queme”, detalla Anghy Zabala.
La producción de este café es artesanal y por ahora limitada, pero se proyecta que las familias vayan incrementando esta tarea para cubrir el mercado nacional y, por qué no, pensar en la exportación del sabor de Tocaña.
EL SUEÑO DE LOS PRODUCTORES
Tocaña es una pequeña comunidad ubicada en Coroico, con unos 250 habitantes de origen afroboliviano. El Centro Cultural Afroboliviano de Tocaña invita a la población a tener una experiencia de turismo comunitario en esta presentación y degustación de esta nueva línea de café.
“Los productores quieren ver su café embolsado. Ellos tienen ese sueño”, concluye Zabala, con la confianza de que este evento del domingo 12 de noviembre permitirá visibilizar a esta comunidad y su producción cafetalera.
De inicio, el grano de Tocaña se puede degustar en el Café Tostaduría Romance, ubicado en la plana baja del Shoping Norte en pleno centro de la ciudad de La Paz.
“Estamos apoyando el lanzamiento del café y el evento del centro cultural. También estamos haciendo degustaciones y luego ofreceremos a la clientela este producto que se cosecha en esta tierra privilegiada de Tocaña, con todos los perfiles sensoriales que nos ofrece este café”, explica Nelson López, barista profesional y propietario de Café Tostaduría Romance.