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Cuatro brigadas médicas, conformadas por médicos, toxicólogos y técnicos, evaluarán por primera vez la salud de los indígenas expuestos a la contaminación por mercurio en la cuenca del rio Beni y acompañarán la devolución de los resultados de las muestras de cabello, colectadas a 302 habitantes de 36 comunidades por iniciativa de la Central de Pueblos Indígenas de La Paz (CPILAP).
“Es de fundamental importancia que especialistas en toxicología puedan evidenciar la salud y la situación en la que viven las comunidades por la contaminación con el mercurio, para que puedan recomendar cómo mitigar el sufrimiento por el que atraviesan los pueblos indígenas a causa de la explotación ilegal del oro”, afirmó Lino Illimuri, Vicepresidente de la CPILAP.
En junio se presentaron los resultados de un estudio realizado en 36 comunidades de seis pueblos indígenas: Tacanas, Tsimanes, Uchupiamonas, Lecos, Ese ejjas y Mosetenes, que incluyó el análisis del cabello de 302 personas de comunidades de la cuenca del río Beni y sus afluentes. Los datos confirmaron que el 74,5 por ciento de los evaluados tienen niveles de mercurio por encima de lo permitido por las organizaciones globales de salud y el resto se encuentra expuesto continuamente a la contaminación con el metal tóxico.
“Impacto de la minería aurífera en comunidades indígenas”, es la investigación realizada por la Central de Pueblos Indígenas de La Paz durante las gestiones 2022 – 2023, en poblaciones ribereñas de la cuenca del río Beni y sus afluentes (ríos Tuichi, Quiquibey, Tequeje y Madre de Dios) y en los territorios indígenas: Tacana I, Tacana II, Lecos de Larecaja, Tsimane – Mosetene de Pilón Lajas, Lecos de Apolo y San José de Uchupiamonas.
Este 19 de julio, las brigadas se encuentran reunidas junto con los médicos y los técnicos que fueron capacitados para la toma de muestras de cabello a las 302 personas y los representantes de los Territorios Comunitarios de Origen (TCO) involucrados. “Definiremos el mecanismo que se va a emplear en la devolución de los resultados a los hermanos que fueron evaluados”, adelantó Illimuri.
Inicio de la exigencia
A partir del 20 de julio las brigadas se trasladarán a las 36 comunidades ribereñas del río Beni y retornarán el 28 de julio, posteriormente se prevé enviar una 5ta brigada a las 4 comunidades de la TCO Tacana II en el río Madre de Dios y concluir con todo este trabajo hasta los primeros días de agosto. A partir de ello, “se iniciará una importante demanda y exigencia al Estado por el respeto a la vida y al medio ambiente, principalmente, por el derecho de vivir en un ambiente sano y digno”, adelantó el dirigente.
“Creo que es el momento de poner en práctica el discurso del cuidado a la madre tierra desde la Amazonia, por lo que los pueblos indígenas exigimos que toda práctica sea en armonía con la naturaleza desde el nivel central del Estado, respetando los territorios indígenas y las áreas protegidas y cuidando del agua para la siguientes generaciones”, agregó.
El Ministerio de Salud y Deportes, en coordinación con la CPILAP, posibilitaron el ingreso de toxicólogos por primera vez a la región del norte paceño.
Según los dirigentes de los indígenas, los mayores impactos por contaminación de mercurio se registran en la parte baja de la cuenca del río Beni, donde habitan los pueblos indígenas Ese Ejjas, Tsimane’, Tacana y Mosetenes, los cuales no tienen ninguna relación con la actividad minera de oro.
//FUENTE: ERBOL / CRONISTA 21//