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En medio de incertidumbre, entre el 1 y 14 de abril próximo, la Corte Internacional de Justicia (CIJ) de La Haya resolverá el juicio por el uso de las aguas del Silala que enfrenta a Bolivia y Chile. A este proceso le ensombrece un posible segundo fracaso en el tribunal internacional, que viene precedido de un preacuerdo suscrito en 2009 y la sentencia de octubre de 2018, que definió que Chile no tiene obligación de negociar con Bolivia sobre el tema marítimo.
El actual vicepresidente, David Choquehuanca, desempeñó un rol importante en el preacuerdo que establece el uso del Silala al 50% entre Bolivia y Chile, sin ningún pago salvo si alguna de las partes quisiera usar más de la mitad que le corresponde, situación en la que se tendría que retribuir a la otra nación.
La investigadora Ofelia Michel Rico cuestionó el documento elaborado en 2009 por la Cancillería que estaba a cargo de Choquehuanca, en el gobierno de Evo Morales.
“Hemos leído ese documento, ese preacuerdo, querían obligarnos a firmar el mismo donde se aceptaba que era río, aceptaba que ninguna deuda le debe Chile a Potosí por más de un siglo, donde además nos condicionaba a solo darles agua a ellos”, dijo.
Michel Rico en varias oportunidades señaló que el agua del Silala es un recurso fósil que yacía en el subsuelo y que por las obras realizadas hace más de 100 años salió y baja a Chile por canales artificiales.
“Las aguas de manantial son aguas fósiles que datan de la era Cuaternaria (hace 10.000 años) cuando la última glaciación, donde habían depósitos inmensos de nieve y, siendo una zona volcánica, esta se derritió y el agua se fue introduciendo en un ‘bolsón’. Las aguas son consideradas como ‘inmóviles’ que no van ni tienen curso alguno”, afirmó en su oportunidad.
Bolivia sostiene que el río fue canalizado artificialmente por Chile, a fin de desviar sus aguas para usarlas en la industria. Por su parte, los transandinos afirman que se trata de un curso de agua nacido en territorio boliviano, pero que escurre en forma natural hacia sus tierras, debido a la pendiente del terreno.
A su vez, el investigador potosino Miltón Lérida, en contacto con un medio radial, señaló que se manejan varias teorías, que van desde el deshielo hasta la conexión o el flujo de otras fuentes hasta el Silala. Expresó su poco optimismo sobre buenos resultados para el país.
“De acuerdo con la demanda que ha presentado Chile, Bolivia tiene poco chance en poder vencer, porque los chilenos muy sencillo dicen nosotros solicitamos a los jueces de La Haya que declaren al sistema de ríos del Silala como si fuera un curso de agua internacional, que lo declaren ahora un río internacional”, manifestó.
Evo acusó de robo
En el Día del Mar en Bolivia, el 23 de marzo de 2016, el entonces presidente Evo Morales anunció una nueva acción legal por las aguas del Silala.
Se refirió al aprovechamiento unilateral e ilícito por parte de Chile de las aguas bolivianas de los manantiales del Silala.
“Acusó a Chile de robarse las aguas y que iban a demandarlos para reclamar que esas aguas eran 100 por ciento bolivianas que no pasaban a Chile. Toda esta acción fue una irresponsabilidad”, dijo Lérida.
Agregó que las amenazas de Morales provocaron que Chile decida demandar a Bolivia, bajo el argumento de que el Silala es un río internacional y que está, por tanto, sometido a las reglas del derecho internacional consuetudinario sobre uso y aprovechamiento de aguas compartidas.
Defensa
El constitucionalista Paul Antonio Coca expresó su preocupación en sentido de que el resultado contrario que obtuvo Bolivia en la CIJ, por la demanda marítima, no permitió corregir los pasos y profundizar los estudios para “tener una buena defensa del recurso hídrico”.
“Esperemos que entre el 1 y 14 de abril encaremos de muy buena manera lo que vamos a revisar con el Silala. Espero que el Estado boliviano tenga un nivel grande de responsabilidad histórica con el país para encarar una defensa exitosa de La Haya”, dijo.
Lamentó que autoridades nacionales, como el Procurador General del Estado (PGE), en vez de defender los intereses del país se dedicaron a contar actas, viajar para ver el proceso de Murillo, o que si hubo o no fraude.
“Estoy muy preocupado, la diplomacia chilena no va a cambiar porque tiene una política de Estado, que no varía de acuerdo al mandatario sea de derecha, izquierda, centro, defiende su integridad territorial y soberanía”, indicó.
Descuido y silencio
A su vez, el historiador e indianista Pedro Portugal señaló que el tema del Silala, en este periodo de Gobierno de Luis Arce, a diferencia de las administraciones de Morales, se maneja de manera discreta y no con bombos y platillos.
“Este silencio grande deja entrever que el fallo podría ser negativo para Bolivia, esto va a perjudicar bastante la situación y lógicamente le perjudicaría más si el Gobierno hubiera hecho bandera. Esta posibilidad hace que el Gobierno se presente cauto”, manifestó.
Añadió que en esta demanda Chile está más constituido que Bolivia “ni con Salvador Allende,que hizo promesas más evidentes sobre el tema marítimo se pudo modificar esta situación”.
“Sería una ingenuidad de las autoridades dirigentes de pensar que por cierta simpatía que se tiene o afinidad con la administración de Gabriel Boric, el Gobierno chileno vaya a echarse sobre sus espaldas reivindicaciones que no corresponde”, indicó Portugal.
CONTRADEMANDAS PLANTEADAS
El director de Diremar, Emerson Calderón, señaló que las contrademandas bolivianas “están fundamentadas en la soberanía nacional”.
Dijo que la postura es que las aguas del Silala “son de propiedad boliviana” y que el país “tiene derecho a decidir, mantener o conservar esos canales”.
También indicó que en caso de que sea necesario encontrar una “solución acordada” esta deberá estar sujeta a una “compensación”. Las investigaciones fueron realizadas por un grupo multidisciplinario.
LOS ALEGATOS Y FASES DEL PROCESO DEL SILALA
Bolivia y Chile se verán nuevamente en los tribunales internacionales, entre el 1 y el 14 de abril, para afrontar la fase de alegatos orales por la demanda que Chile presentó en 2016 ante la CIJ contra Bolivia.
Chile busca evitar que se corte el flujo de esas aguas hacia su territorio. Argumenta que el Silala es un río internacional, mientras que Bolivia sostiene que en realidad se trata de manantiales, que nacen dentro de sus límites y que fueron canalizados por una empresa de ferrocarriles en 1920 para que sigan un curso que no es el natural.
Procedimiento
El director de Diremar, Emerson Calderón, en contacto con un medio internacional explicó que las audiencias sobre esta controversia que comenzarán en abril implican “no solo la demanda de Chile”, sino que, además de la defensa, se tratarán también las “contrademandas” que presentó Bolivia en 2018.
Inicialmente se prevé la intervención del demandante, seguida de las sesiones en las que Bolivia responderá para “fundamentar su defensa”.
Habrá una “segunda etapa” en la que se realizarán interrogatorios a los científicos que trabajaron para cada una de las partes y que responderán a las consultas de los abogados de ambos países. Luego habrá “una segunda ronda de alegatos orales”.
“Estamos en la expectativa que (la sentencia) sea a fines de este año o a inicios del próximo”, añadió.
EL AGOTAMIENTO DEL RECURSO HÍDRICO
El historiador potosino Milton Lérida y la investigadora Ofelia Michel Rico sostienen que el recurso hídrico del Silala baja de manera gradual su reservorio.
Lérida dijo que las aguas fósiles del Silala tienen que secarse en algún momento porque carecen de recarga.
La investigadora Michel sostiene que “informes de los años 60 señalan que 250 litros por segundo pasaban a Chile mientras que hoy, en la demanda planteada contra Bolivia, hablan de 160 litros, o sea que habría bajado 90 litros por segundo. Como sabemos que todo se acaba, el Silala está en ese camino de disminuir su volumen de agua”.
“Las aguas de manantial son aguas fósiles que datan de la era Cuaternaria (hace 10.000 años) cuando la última glaciación, donde habían depósitos inmensos de nieve y, siendo una zona volcánida, esta se derritió y el agua se fue introduciendo en un ‘bolsón’, las aguas son consideradas como ‘inmóviles’ que no van ni tienen curso alguno”, afirmó la investigadora cochabambina.
//FUENTE: LOS TIEMPOS//