¡Bolivia entiende, busca libertad!

En las últimas horas, saltaron las alarmas en la población por el resquebrajamiento del denominado pacto de unidad, el cual nació con el único objetivo, (el cual es deseable para la mayoría de la población nacional), de despojar del poder al partido hegemónico de los últimos 20 años, el Movimiento al Socialismo, pero enfatizo y reitero, no es una meta suficiente en nuestro camino de buscar días mejores.

Esta suerte de juntucha de varios antiguos políticos, no cuenta con la seriedad que precisa la situación, debido al hecho de que sus diferentes proyectos, aunque parecidos, no contemplan los mismos objetivos, y menos desean los mismos actores, lo cual hace claro que no tienen incentivos para una cooperación sincera, cohesionada y basada en un mismo proyecto de país que brinde una alternativa al modelo de socialismo del siglo XXI de los últimos años y que tiene la patria en terapia intensiva.

La población está desesperada, lo cual es entendible en un momento donde vemos que toda estabilidad económica para irse por la borda al momento de avizorar el horizonte, pero esa no es razón para tomar decisiones irracionales y más aún en un momento histórico como este, es aquí donde debemos preguntarnos: ¿Podemos confiar en el bloque de unidad? ¿Acaso que ahora cuando ni llegaron al poder ya están rompiendo este “proyecto”, qué nos asegura que una vez en gobierno no se traicionen?

Entre un Tuto que quiere imponer ciertas reglas de juego, un Samuel que toma la posición de la víctima abandonada y un Mesa, que nunca tuvo un buen discernimiento de los tiempos correctos en la política y que prefiere desentenderse de la situación en vez de enfrentarla, vemos claramente que esta “unidad”, como dije antes, no tiene razón de ser.

En la política, la variable articuladora de un proyecto político debe ser sin duda alguna, una idea, un proyecto de nación, el poder debe ser un vehículo a un objetivo más grande, y no solamente la detentación del poder por el poder, cuando los proyectos políticos están basados en personas, como lamentablemente Bolivia esta acostumbrada, suceden dos cosas, partidos políticos inviables compuesto por seres ignaros que sólo buscan su interés personal, y el surgimiento de seres narcisistas que creen que son un mesías en la tierra, de los cuales conocemos muchos, pero sin duda su mejor exponente es Evo Morales.

Para entender la razón del porque Samuel, Tuto, Mesa, etc, no se mantendrán unidos es importante escudriñar un poco en la lógica de los líderes políticos, estos actores se rodean de personas que normalmente repiten y refuerzan las ideas de sus líderes, de que son ellos y solo ellos quienes pueden conducir al país a un mejor futuro, lo cual genera un sesgo de confirmación, en el cual cada uno de ellos está convencido que tiene el apoyo total de la población y que es el mejor para el cargo, ¿Después de todo a quién no le gusta que le digan que es el elegido?

¿Dónde está el problema?, pues si cada uno de ellos piensa así, ninguno está dispuesto a ceder y más aún cuando lo importante para cada uno es llegar al poder, y no así el trabajar por un proyecto de nación y/o la defensa de una idea, pues seamos sinceros, lo poco que sabemos de cada uno de ellos, son slogans que suenan bien, pero carecen de contenido, del afamado bloque de unidad, la única que persona que tiene propuestas puntuales es Amparo Ballivián, el cual personalmente no me convence, pero si debemos decir que lo tiene.

Aunque sé que a la mayoría de nuestra población no les gusta escuchar que debemos ver otras alternativas, y que las elecciones no son un concurso de popularidad, sino un momento para escoger el proyecto de nación que deseamos y que el voto no debería ser por quién tiene más “likes” en facebook, sino por quien tiene la alternativa más viable al MAS, debo reiterar y mantenerme firme en mi llamamiento a todos los ciudadanos a que escojan racionalmente y siendo más atrevido, que voten el proyecto que proclame liberalismo y libertad, porque eso simplemente funciona.

En lo personal, aunque mis conciudadanos me condenen por pensar por mi propia cuenta, votaré por un proyecto que enarbole la bandera de la libertad, votaré por el ideal del liberalismo, más allá de quien sea quien ostente responsablemente esta alternativa, que por lo pronto parece estar presente en el proyecto de Jaime Dunn,

Es nuestra responsabilidad individual el apoyar una idea de nación basados en las ideas de la libertad y con un poco de humildad todos aquellos que pensamos similar debemos trabajar para crear un proyecto político basada en una única y principal idea: “El amor desenfrenado por la libertad”.

  • ESTEBAN EDUARDO BURGOA CARDOZO
  • Director Ejecutivo Generación Bicentenario
  • *NdE: Los Textos Reproducidos En Este Espacio De Opinión Son De Absoluta Responsabilidad De Sus Autores Y No Comprometen La Línea Editorial Liberal Y Conservadora De VISOR21