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El pago de asistencia familiar fue la principal causa de los asesinatos de tres niños en lo que va del año. En dos casos, el autor del crimen es el padre y en el otro es la novia del progenitor. Estos infanticidios se registraron en los departamentos de La Paz y Potosí.
En la comunidad de Copacabana, de la provincia Inquisivi de La Paz, dos niños de tres y nueve años perdieron la vida luego de consumir alimentos con una sustancia química venenosa. El principal acusado es su padre Juan Carlos P., quien tenía una deuda por asistencia familiar.
“El móvil de este hecho sería una deuda que el padre tenía con la madre de asistencia familiar que superaba los 12 mil bolivianos”, dijo en abril el ministro de Gobierno, Eduardo del Castillo.
Según la investigación, los niños perdieron la vida luego de ingerir alimentos -yogur y mandarinas- con veneno. Los productos fueron entregados por el progenitor. Además, según el reporte del caso, testigos vieron al hombre en inmediaciones de la escena del crimen.
La autoridad presentó al acusado, quien fue capturado junto a su actual pareja, de nombre Ana Q. Esta última fue imputada por complicidad. Ambos fueron enviados a la cárcel.
En mayo, casi un mes después del crimen, el Ministerio Público informó que se utilizó un veneno para arañas para terminar con la vida de los dos niños. El plaguicida fue hallado en la mandarina, yogur y leche. El estudio fue realizado por el Instituto de Investigaciones Forenses (IDIF).
Por los resultados del laboratorio —según la Fiscalía— este hecho fue planificado.
El fiscal departamental de La Paz, William Alave, explicó que se presumía que el veneno sólo estaba en el yogur, pero fue encontrado en los tres alimentos. Este resultado, según la autoridad del Ministerio Público, muestra que el hecho fue planificado.
Dolor en Llallagua
En el municipio potosino de Llallagua, Jhair Matías G. C., un niño de seis años, fue asesinado el miércoles por la novia de su padre un día antes de la audiencia ante un juez para conciliar un monto de asistencia familiar.
Según el comandante provincial de Potosí, Víctor Hugo Patzi, los papás de Jhair debían reunirse el jueves en una audiencia para fijar cuánto dinero debía dar el progenitor a su hijo como asistencia familiar.
La audiencia que estaba prevista para las 15:00 no se realizó porque un día antes el pequeño Jhair Matías fue asesinado por la enamorada de su papá.
Patzi contó que el miércoles, Martha, la mamá del pequeño, lo llevó —como lo hacía de lunes a viernes— a su escuela. El niño ingresó al colegio y ella se fue. 20 minutos después Marlene (de 19 años) —la novia del progenitor— ingresó a la escuela y se llevó al niño. “Incluso firmó el libro de salida”, agregó Patzi.
A la hora de salida, la mamá retornó al colegio y se dio cuenta de que el pequeño no estaba.
Casi ocho horas después, el niño fue encontrado agonizando en un terreno baldío. Fue trasladado al hospital y falleció.
La fiscal de Potosí, Roxana Choque, explicó que la agresora estaba molesta con el papá del niño. Indicó que aparentemente ambos discutieron porque “de por medio estaba la audiencia de asistencia familiar que él debía dar a su hijo”.
La novia confesó el crimen, se sometió a un juicio abreviado, fue condenada a 30 años de cárcel y fue trasladada a la cárcel. El padre de la víctima recibió detención preventiva y es investigado por complicidad.
Según las investigaciones, la autora confesa llevó al niño a una casa y en el trayecto compró yogur y una sustancia fosforada, hizo una mezcla y le dio al pequeño. “El médico forense estableció que la causa de la muerte fue intoxicación por causa a determinar”, añadió Choque.
El viernes, el niño Jhair fue enterrado por decenas de personas, entre familiares, amigos y vecinos del lugar, quienes exigieron castigos más severos para los infanticidas.
//FUENTE: PÁGINA SIETE//
