Es una realidad. Tanto Argentina como Brasil no ven como un proveedor de gas a Bolivia más allá de 2026 y 2030. Ambos han logrado atraer inversiones para desarrollar dos proyectos gigantes: Vaca Muerta (en lado argentino) y El Presal (en el brasileño).
El desarrollo acelerado de estos dos proyectos coincide en el declive de la producción de gas en Bolivia, fruto de la falta de exploración durante la época del expresidente Evo Morales.
Un aspecto que ahora recién reconoce la administración del presidente Luis Arce Catacora, a través de la estatal YPFB que ante esta situación apunta a la ejecución del plan de exploración que espera tener resultados hasta el 2024.
Pero ¿qué están haciendo nuestros clientes por ahora? En Argentina tienen claro el panorama. Según proyecciones de la Secretaría de Energía de ese país solo pretenden contar con las importaciones de gas hasta 2026.
Más allá de esa fecha la meta del país es abastecer su mercado interno e incrementar sus exportaciones. Hasta ese año, se prevé que la nación produzca 165 millones de metros cúbicos por día (MMm3/d) e importe menos de 7 MMm3/d, siendo Bolivia su principal proveedor. Pero para 2027, se calcula una producción de 170 MMm3/d y no importar.
El “plan de promoción de la Producción de Gas Argentino 2020-2023” prevé sustituir importaciones de gas generando un ahorro por $us 5.629 millones y un ahorro fiscal de $us 1.172 millones hasta 2023.
Brasil no se queda atrás, según el Ministerio de Minas y Energía de ese país se tiene previsto invertir $us 400.000 millones hasta 2030 en exploración y producción de hidrocarburos, en especial gas y crudo.
El especialista Hugo del Granado dijo que la situación es compleja porque Bolivia no puede garantizar los envíos de gas natural a sus principales mercados. Esto ha hecho que tanto Argentina como Brasil maximicen sus esfuerzos para incrementar su producción.
Lo cual no ocurre en el país. Del Granado dijo que es conocida la fórmula para que Bolivia vuelva a ser un actor importante en esta industria: flexibilizar su política tributaria e hidrocarburífera. “Pero lamentablemente eso políticamente no le conviene al Gobierno. Están empeñados en demostrar que su modelo económico funciona”, aseguró.
En esa línea, Eduardo Ibáñez, director de Hidrocarburos y Minas de la Gobernación de Santa Cruz, explicó que la baja producción de hidrocarburos en Bolivia coincide con las grandes inversiones que están haciendo tanto Argentina como Brasil.
“Ellos, en especial Argentina, están considerando su propio pronóstico de producción para el año 2026 ya no necesitan nuestro gas por más que nosotros podamos tener, porque sus prospectos serán exitosos”, sostuvo.
Se buscó conocer la versión de YPFB sobre el tema. Se enviaron preguntas, pero la empresa no contestó. Pero anteriormente el presidente de la estatal, Armin Dogarthen, dijo que ambos países son los mercados más importantes de la región y que la oferta boliviana es una más frente al GNL.
Sobre Vaca Muerta, indicó que la producción de este yacimiento “competiría más con el LNG; que es más caro, que con el gas boliviano”.
//FUENTE: EL DEBER//