¡Aquí está la Generación del Bicentenario! Respuesta a Lupe Cajías

El día 31 de enero del 2025 en el portal de opinión de la Agencia de Noticias Fides, la afamada historiadora Lupe Cajías publicó un artículo de opinión titulado: ¿Dónde está la generación del bicentenario?, pregunta válida y a la que tendré el atrevimiento de responder. Claramente Lupe Cajías hace una interpelación al colectivo generacional comprendido entre aquellos que nacimos entre los años 1990 y el 2025 realizando tres preguntas específicas que iré desarrollando en la presente columna, como director de Generación Bicentenario y nacido en 1995 no puedo evitar sentirme cuestionado por Lupe.

La primera pregunta que nos deja es: ¿Dónde está la Generación del Bicentenario? Aunque es una interrogación simple, este cuestionamiento es difícil de responder, la Generación del Bicentenario está de manera activa en diferentes ámbitos de la realidad boliviana, muy a pesar de la complicada situación en la que se encuentra la nación, nos pueden encontrar en la lucha constante de nuestro sueños, impulsando espacios de desarrollo y conocimiento en la infinidad de voluntariados que existen y se desarrollan en el país, estamos en espacios de invención y emprendurismo entusiasmados por las posibilidades que la tecnología nos brinda, estamos en el extranjero, realizando estudios en espacios altamente competitivos procurando absorber conocimientos para generar y obtener un futuro mejor y finalmente, también estuvo en las luchas del 2019, donde en su gran mayoría, fueron las fuerzas de resistencia autogestionadas contra un intento de instauración de un gobierno autoritario, los cuales lejos de apoyar a un caudillo, como históricamente lo hicieron nuestros predecesores, nos aglutinamos alrededor de un ideal, el respeto a la ley y el amor a la libertad. En cada uno de esos jóvenes está la Generación del Bicentenario

Respecto a la cuestionante: ¿Dónde podría desarrollarse la hoja de ruta para avanzar hacia un nuevo horizonte de la historia boliviana?, creo que sería muy presuncioso de mí parte el señalar un espacio específico donde se puede dar este norte, y aunque debo reconocer mi pesimismo en este ámbito, puesto que es verdad que no hay una agenda clara o un movimiento hegemónico con este objetivo, sería falso decir que no hay caldos de cultivo en este aspecto. Generación Bicentenario la organización que con orgullo presido, pasó en dos años de un solo miembro en La Paz a tener 50 en 6 departamentos del país, siendo un claro ejemplo de la necesidad de los jóvenes de contar con un cambio, y más importante aún, construirlo, realizando tanto proyectos educativos referidos a temas tan complejos como el redescubrimiento de pensadores poco conocidos como Alexis de Tocqueville y Ernest Renán, hasta una suerte de réplica de los debates de la antigua Grecia en plena 6 de Agosto en un espacio denominado Ágora. Aunque con seguridad esto no puede decir que tenemos una ruta establecida para afrontar el futuro del acontecer nacional, si tenemos ese hambre de aprendizaje, y porque no decirlo, de gloria, que toda generación tiene al pensar que debe dejar su huella allí donde el destino le encomendó su existencia.

Y finalmente la pregunta: ¿Dónde está la academia, la política, el arte, el bolero de caballería?, estimada Lupe, es aquí donde se encuentra el gran reto de la Generación del Bicentenario, nuestra sociedad y no solamente por nuestra causa, pues en los 90s, los que ahora llevaremos la responsabilidad de esta encomienda, literalmente estábamos en pañales. Ya se vieron los síntomas de la decadencia en los campos que mencionas y cuando en los 2000 nos esperábamos encontrar con espacios de crecimiento nos vimos en un páramo desolador, pues en su totalidad habían muerto, las tertulias de café estaban en franca decadencia, las artes se pusieron al servicio del régimen y la academia perdía su valor, y ahora nos toca revivirlos; no será fácil, pero estamos dispuestos.

Colectivos como el club del libro de La Paz promueven el debate y las charlas respecto al estudio de la literatura universal, Ulupika impulsa las artes y muchos ámbitos del conocimiento, Nexos busca revivir la importancia de la historia boliviana, Estudiantes por la Libertad, LOLA y un sinfín de colectivos que hablan de política en sus diferentes tendencias, emprendedores en espacios como Solydes que innovan están generando startups para dar soluciones a los problemas de una era caracterizada por la alta competencia y, obviamente, debo mencionar a Generación Bicentenario, que con espacios de aprendizaje, debate y estudio busca revivir una cultura de intelectualidad y apoyar en la formación de aquellos que no se conforman con la pésima formación de colegios y universidades y que con seguridad serán los nuevos pensadores del país.

A estas alturas de la columna, estimada Lupe, puede que haya dado la impresión de una respuesta defensiva a su interpelación, pero ese no es mi objetivo, solo es un punteo para recordar que no estamos dormidos, que queremos aportar y que estamos dispuestos a trabajar para que Bolivia sea un país floreciente en las ideas y en las artes, pero los retos no son minúsculos y el apoyo es escaso. Nuestra generación debe ver cómo la podredumbre de nuestras instituciones premia a aquellos que no tienen más talento que el de besar los pies de lo gerifaltes de turno, como ver artistas destacados en fundaciones del Estado reciben sueldos exorbitantes, mientras nuestros proyectos son desestimados y muchas veces perjudicados, las clásicas roscas en los diferentes ámbitos, que como una suerte de sindicatos protegen a sus miembros históricos, delegándonos a ayudantes en sus quehaceres diarios, o lo gran cantidad de personas estudiadas en el extranjero prestos a brindar sus servicios al desarrollo de la patria, los cuales son ignorados por no contar con el aval del partido, para descubrir que quienes ocupan cargos de jefatura no tienen ni la más mínima competencia en sus responsabilidades.

El gran reto de mi generación es redireccionar el país, reconstruir las instituciones que durante años se han dejado al borde del colapso, encaminar finalmente nuestra economía hacía el desarrollo y el crecimiento, generar un orden social donde las diferencias tanto de carácter étnico y regional dejen de ser un lastre en la construcción de una Bolivia que se reconoce como tal y se enorgullece de su existencia, todo esto mientras en el camino luchamos para no ser una generación perdida a consecuencia de las pésimas decisiones de los últimos treinta, cincuenta, cien y doscientos años.

Ya no somos el futuro de Bolivia, somos su presente y estamos dispuestos a asumir el reto, pero los necesitamos, estimada Lupe, contamos con la fuerza y el ímpetu de la juventud, como también cargamos con sus pecados, como la testarudez y la inocencia, precisamos de la sabiduría de quienes nos precedieron y los mapas que generaron, todo esto desde la colaboración, necesitamos la apertura a los espacios y el respeto que conlleva el asumir tremenda empresa, y sobre todo necesitamos que nos dejen hacer, que nos dejen surgir y tal vez con suerte y un poco de disciplina seamos los generadores del verdadero viraje que le haga más fácil la vida a los que vendrán después de nosotros, ahora mi pregunta es: ¿Contamos con ustedes?

  • ESTEBAN EDUARDO BURGOA CARDOZO
  • Director Ejecutivo Generación Bicentenario
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