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Las aseveraciones del viceministro de Régimen Interior, Jhonny Aguilera, de que la organización criminal Tren de Aragua no opera en el país, carecen de credibilidad y exhiben la incapacidad del Gobierno en mostrar coordinación y una línea definida en la lucha contra el crimen organizado al pretender hacer creer que el imperio criminal esté presente en varios países vecinos pero no en Bolivia, que tiene la Policía más “endeble” de la región, según expresaron los analistas José Luis Bedregal y Edwin Herrera Salinas.
El pasado miércoles, Aguilera fue consultado sobre la reciente aprehensión de tres ciudadanos venezolanos en Oruro, quienes fueron encontrados en flagrante posesión de armamento bélico y municiones. El ministro de Gobierno, Eduardo Del Castillo, los presentó el viernes 5 de abril como presuntos miembros de la red internacional de crimen, denominada Tren de Aragua. Aguilera negó que esta organización esté operando en Bolivia.
Para Bedregal, el Gobierno carece desde hace mucho tiempo de credibilidad y veracidad en sus declaraciones, por lo cual esta declaración no sería la excepción al generar dudas y reafirmar que la seguridad nacional es la más pobre de la región.
“Es muy difícil creer en instituciones bolivianas, más aún en las vinculadas a la seguridad interna del país. Sabemos el descrédito en el que han caído el Ministerio de Gobierno, la Policía Nacional y todas sus instancias. Las declaraciones del viceministro, lo único que hacen, es generar muchísimas dudas. Aguilera tiene muy poca credibilidad”, expresó el analista a EL DIARIO.
Asimismo, recordó que órganos de seguridad interna de varios países como Argentina, Chile y Perú, señalaron claramente la presencia de esta red criminal en sus territorios. Por ello, consideró que no es creíble que no esté presente en Bolivia que tiene la Policía y la seguridad más débil.
OCULTAR LA REALIDAD
Para Bedregal, el Gobierno niega la presencia de este “grupo mafioso” porque no desea descubrir que las entidades protectoras del Estado no tienen las mínimas condiciones institucionales para proteger a la sociedad boliviana de redes de delitos internacionales.
En medio de un escenario internacional donde está confirmada la presencia de grupos criminales organizados, el Ministerio de Gobierno expresa su incapacidad institucional al dejar que un viceministro realice aseveraciones dudosas y carentes de consistencia, opinó.
Para el entrevistado, la política de lucha contra el crimen organizado es un “agujero negro” porque la situación de la inseguridad no es aclarada por las autoridades. “No sabemos cuál es la política de seguridad ciudadana del Gobierno, no sabemos cuál es el rol estratégico de la Policía, la estrategia contra el narcotráfico y la trata y tráfico de personas, que son delitos en los que está vinculado este grupo”.
Bedregal expresó que el Gobierno debe aclarar cómo se justifica que la mafia no esté presente justamente en Bolivia, siendo el país un lugar privilegiado y un territorio estratégico para actividades ilícitas internacionales. “¿Cómo podrían explicar que (el Tren de Aragua) no está presente en Bolivia cuando tenemos una Policía mal preparada, institucionalmente débil y absolutamente penetrada por el narcotráfico?”, reflexionó.
Bedregal concluyó que esta pérdida de credibilidad de la Policía y la cartera de Estado se debe a que, a lo largo del gobierno del Movimiento al Socialismo (2006-2019 y 2021-2025), las instituciones estatales “le han venido mintiendo al país” y que se han ido descubriendo vínculos de sus más altas autoridades con “las mafias del narcotráfico”.
DESCOORDINACIÓN
Por su parte, el periodista y analista, Edwin “Cacho” Herrera, considera que el problema del Tren de Aragua es serio pues sus operaciones son una preocupación continental al existir claros indicios de que está presente en prácticamente toda la región, incluso en Estados Unidos y el Caribe.
En tal sentido, destacó el nivel de descoordinación entre el Viceministerio de Aguilera y la primera autoridad del Ministerio de Gobierno, advirtiendo que no es la primera vez que Aguilera desmiente o contradice a Del Castillo y recomendó que no exponga comentarios sobre temas sensibles a la prensa.
“Primero hay que recomendarle al viceministro que estos (asuntos) delicados no puede ventilarlos a los medios. Si él tuviese información contraria a la que ha señalado el ministro, tiene que pedirle una reunión y decirle que tiene otro tipo de información. Pero (parece) que no se hablan o están peleados”, manifestó a EL DIARIO.
El exdiputado y activista político, Amilcar Barral, coincide en que el Gobierno “no quiere ver lo evidente” pues “todos los cárteles” han ingresado al territorio nacional.
En tal sentido, recordó que no es la primera vez en que Aguilera contradice aseveraciones de Del Castillo, pues mencionó que en el caso de Sebastián Marset, un narcotraficante uruguayo que huyó del país burlando a la justicia el año pasado, el expolicía afirmaba que la Policía lo tenía acorralado y que el capo estaba “deprimido”, poco antes de que Del Castillo reportara que huyó impune y que poseía identidades falsas en el país.
Asimismo, comentó que da la impresión de que Aguilera estaría procurando el cargo máximo del Ministerio al advertir una “serruchada” a Del Castillo, en un afán de hablar por demás mostrándose como “un gran investigador”. Para Barral, Aguilera estaría buscando “recomendarse” con sus superiores.
//FUENTE: EL DIARIO//