Redacción @VISOR21
La mañana de este martes, la presidenta de la Asamblea Permanente de Derechos Humanos de Bolivia (APDHB), con la ayuda de una escalera, logró subir al techo y luego a la terraza del inmueble ubicado en la avenida 6 de Agosto de La Paz, que fue tomado por grupos masistas hace más de un mes.
La octogenaria mujer recibió el apoyo de activistas de Derechos Humanos y asambleístas de Comunidad Ciudadana, que sin embargo, fueron reprimidos e impedidos de acercarse a entregar agua y alimentos a Carvajal.
#VISOR21 registró el momento en que la senadora Cecilia Requena era retirada del lugar por efectivos policiales, pese a identificarse como una representante de la Asamblea Legislativa.
El diputado de Comunidad Ciudadana, Alberto Astorga, también denunció que fue golpeado por policías cuando intentaba llegar a través de una escalera hasta la terraza donde se encuentra Carvajal y verificar su estado de salud.
La reacción del grupo masista dirigido por el autonombrado presidente de la APDHB, Edgar Salazar, también llegó a las amenazas contra la gente que apoya la independencia de esa entidad, fundada en los años 70s por Carvajal.
El colaborador de la APDHB, Armando Camacho, informó a #VISOR21 que hoy se le acercaron personas particulares para advertirle que podría ser arrestado por apoyar a Carvajal e incluso recibió mensajes amenazantes de Salazar.
La céntrica avenida, frente a la Universidad Mayor de San Andrés (UMSA) fue cerrada al tráfico vehicular y los activistas iniciaron una vigilia ante un fuerte resguardo policial.
Carvajal exige la devolución de las oficinas, que fueron avasalladas por el grupo de Salazar, funcionarios públicos y las denominadas juventudes del Partido Comunista el pasado 2 de junio.
Se denunció que esos grupos destruyeron material de la APDHB y se llevaron toda la documentación de la histórica sede de los derechos humanos para tratar de ligar a los activistas con el montaje judicial del “golpe” de 2019.
Ya en la noche, circuló una convocatoria para que los grupos de choque del masismo se hagan presentes en el lugar. Esos grupos actúan desde 2021 en coordinación con despachos ministeriales, apelan al discurso de “golpistas” y se atribuyen representación de las “víctimas de la masacre de Senkata y Sacaba”.