El cuarto poder necesita un enemigo público a combatir y ahora, tras la expulsión de Donald Trump de toda red social, las grandes corporaciones tecnológicas ahora apuntan contra el comentarista de las artes marciales mixtas (UFC)Joe Rogan, quien ha estado en el ojo del huracán por sus opiniones contra la cultura de la cancelación, así como su irreverencia para referirse a temas como la pandemia del COVID-19.
Debido a sus incisivos comentarios y puntos de vista, Rogan políticamente tendía a la izquierda progresista. Sin embargo, sus análisis coyunturales, críticas a la censura a libertad de expresión y su pragmatismo político, le han colocado a la derecha de los medios masivos y por ende ha detonado una campaña en su contra.
De hecho, la estridencia que ha provocado Rogan, ha abarcado todo el espectro político. Entre sus iniciativas que más llaman la atención es el apoyo a candidatos presidenciales libertarios como Ron Paul (congresista republicano), Gary Johnson y también al precandidato socialista Bernie Sanders, a principios del 2020.
Sin embargo, ahora tiene en su contra a celebridades de izquierda, quienes piden directamente eliminar el popular podcast «Joe Rogan Experience«, con 11 millones de seguidores. Los reclamos se han intensificado durante el último mes, por medio de canales de noticias por cable como CNN y programas diurnos como «The View». Esta campaña que se ha desatado en contra del expeleador de Taekwondo removió viejos recuerdos sobre el comportamiento de ciertos medios de comunicación masivos respecto a personajes importantes.
Es por ello que en esa ola de pensamientos, el comentarista Jack Posobiec destacó al hacer una comparación que algunos les resulta hoy tan familiar, por la historia de desencuentros que tuvo el mainstream media con el presidente 45 de Estados Unidos, Donald Trump, que finalmente desembocó en la «cancelación» del mandatario de las redes sociales.
Por lo tanto, Posobiec llega con una gran verdad a las redes sociales: «Joe Rogan es el nuevo Trump de los medios».
Luego que Rogan respaldó a la protesta masiva de los camioneros en Canadá contra los mandatos de Justin Trudeau, los ataques en su contra se intensificaron. Más aún tras reunirse con Elon Musk y Jordan Peterson, ambos simpatizantes de los transportistas que rompieron el Récord Guiness de la mayor manifestación motorizada de la historia, 55.000 camiones.
A la par de los ataques llegaron también los mensajes en defensa del conocido comentarista. Por ejemplo, Batya Ungar-Sargon, de Newsweek, argumentó que “los tipos de medios progresistas de élite quieren que se prohíba a Joe Rogan por la misma razón por la que llaman fascistas a los camioneros anti-mandato: ambos hablan por millones de personas de la clase trabajadora que fueron abandonadas cuando los liberales se hicieron ricos y despertaron. En lugar de confrontar esto, silencian o difaman a cualquiera que lo exponga”.
La comentarista compartió una caricatura que denuncia a los camioneros como «fascistas», cuando lo que hacen es la antítesis del fascismo: luchar contra el control estatal. Por eso señala que hay mucha «proyección» y destacó satíricamente: «¡Obedezcan las extralimitaciones del gobierno o ustedes son los fascistas!».
Asimismo, el columnista Erick Erickson resaltó: “La multitud anticensura quiere quitarle la plataforma a Joe Rogan” y “Los antirracistas quieren que los niños se definan por su raza y clase. Los anti-segregaciones quieren niños encerrados en escuelas públicas sin salida. El posmodernismo es realmente solo una locura que finge ser el cuerdo”.
Incluso quienes están en las antípodas de su pensamiento defendieron a Rogan. «No me importa que a veces no esté de acuerdo con él, disfruto de entrevistas largas con personas interesantes que no mucha gente hace, sospecho de los motivos para callarlo y me extraña la cantidad de personas que lo desean», aseveró la comentarista de CNN, Mary Katharine Ham.
El catalizador que puso al mundo a escuchar «The Joe Rogan Experience»
La tormenta se desató cuando artistas denominados progresistas (como Joni Mithcell) amenazaron con abandonar Spotify si la plataforma no eliminaba el programa de Joe Rogan y no lo hizo.
Su detractor más destacado fue el músico canadiense-americano Neil Young. Le envió un ultimátum contundente a Spotify diciendo: soy yo o Joe Rogan. Spotify eligió a Rogan, eliminando todo el catálogo anterior de Young. Como consecuencia, el portal perdió 2000 millones de dólares, como parte de un boicot por parte de los usuarios progresistas.
Young protestó contra Rogan por su postura respecto al coronavirus. Joe Rogan se curó con tratamientos alternativos, entre ellos la ivermectina. Además, luego que Twitter le cerró el perfil al Dr Robert Malone (con más de medio millón de seguidores), uno de los inventores de la vacuna ARN, por posicionarse contra la vacuna del coronavirus en niños, «información errónea de Covid que amenaza la vida» impulsada por Rogan.
El experto en inversiones y Bitcoin, Joe Pompiliano, señaló que no es que Spotify eligió a Joe Rogan sobre Neil Young, sino que Neil Young eligió salirse de la plataforma porque la compañía de 30000 millones de dólares no cedió ante la censura. Aunque Rogan mantuvo su podcast, ahora Spotify incluye una alerta y desvía a los usuarios a datos aprobados sobre el coronavirus.
La corporación Apple capitalizó la situación. Se volvió la «guarida» de Neil Young y se ganó al público «progresista». No obstante, alegando un supuesto humanitarismo, la compañía no ha sido crítica con el lugar de origen del virus, cuyo partido de gobierno persiguió a los médicos que denunciaron la propagación del virus.
Como consecuencia, la comentarista china-americana, Lauren Chen espetó: “Estos músicos están dispuestos a sacar su música de Spotify por Joe Rogan [pero] hasta ahora ninguno de ellos ha dicho nada sobre los vínculos de Apple con las violaciones de los derechos humanos en China”.
Frente a esto esta situación, el periodista Glenn Greenwald escribió una columna sobre la obsesión de los liberales con la censura, como lo demuestran sus ataques a Rogan, titulada “La campaña de presión en Spotify para eliminar a Joe Rogan revela la religión de los liberales: la censura”.
“Todas las facciones, en ciertos puntos, sucumben al impulso de censurar”, escribió Greenwald a través de Twitter. “Pero para los adherentes liberales del Partido Demócrata, silenciar a sus adversarios es ahora su proyecto principal. Simplemente no pueden soportar la idea de que aquellos que ven el mundo de manera diferente tienen una plataforma para ser escuchados”.
Finalmente, el intelectual Bret Weinstein concluyó: “Estos artistas tienen derecho a eliminar contenido en protesta. Pero no se equivoquen, su intención es obligar a Spotify a censurar a Joe Rogan para que usted y yo ya no podamos elegir por nosotros mismos si escuchar o no. Están en el lado equivocado de la historia”.
“La verdad persuade. No coacciona”, sentenció.
Escrito por Mamela Fiallo Flor
Tomado de PANAM POST