Boric ya plantea un atajo para cambiar la Constitución si pierde el plebiscito

Con unas encuestas revelando semana a semana el aumento del rechazo al proyecto constitucional que elabora la Convención izquierdista de Chile, el presidente de la nación, Gabriel Boric, admitió que revisa y discute otras alternativas para lograr un cambio de Carta Magna si la ciudadanía vota en contra de la propuesta en el plebiscito del próximo 4 de septiembre.

Una de las opciones de Boric para reconquistar a los electores, tras una eventual derrota en las urnas, es el proyecto constitucional presentado ante el Congreso por la expresidenta Michelle Bachelet en 2015. Su argumento para traer este recurso a colación es que “hay que anticiparse a los escenarios”. En entrevista con Televisión Nacional (TVN) dijo que no tiene “ninguna duda de que hay muchos a quienes les gustaría volver a ese proyecto”.

Bachelet está enterada de sus planes porque admite que él “tiene que hacerse cargo de la situación y de la realidad”. Sin embargo, Boric apuesta a otro proyecto constitucional fracasado, porque el de Bachelet no logró apoyo parlamentario.

Un escenario difuso para elegir

La situación es compleja para el mandatario. El fracaso del proyecto que prepara la Convención en los sondeos está relacionado con su gobierno y, sobre todo, con su nombre por haber asumido la defensa del trabajo del órgano, a pesar de las polémicas y disputas internas que han generado división entre las bancadas.

El vínculo entre Boric y la Convención Constitucional es indivisible ya. De hecho, el último estudio de Pulso Ciudadano arroja que el rechazo a la propuesta se ubica en 40 %, cifra que representa diez puntos de ventaja con respecto a la opción de «apruebo», mientras que la desaprobación del presidente alcanza un histórico 57 % en menos de dos meses en el cargo.

“Yo me la jugué por el proceso constituyente, sigo creyendo en que Chile necesita una nueva Constitución”, asegura Boric, porque el país requiere “cambios estructurales”.

Un camino sin opciones

A cuatro meses del plebiscito, Boric tiene pocas opciones para contar con otro marco constitucional que favorezca a su programa progresista.

Incluir una “tercera vía” en la papeleta requerirá aún más acuerdos si se posiciona la idea de plantear un «rechazo con reemplazo», para elegir a nuevos convencionales que reformulen el documento que no prosperó.

La posibilidad de que esto ocurra está en debate desde que la Comisión de Venecia, que asesora a los Estados en materia constitucional, recomendara abrirse a otros panoramas que pudieran ser consultados a la ciudadanía.

Por ahora, le queda sostener que “el Gobierno tiene que asegurar la legitimidad de ambas opciones y no puede destinar ni un peso de recursos públicos por una u otra alterativa”.

Ese discurso solo le sirve para convencer a la Contraloría General de la República, instancia que le impondrá límites de participación al tren Ejecutivo en el proceso de campaña para evitar irregularidades.

“Se trata de una hora sicológica para las izquierdas y de un momento decisivo para Chile. El 4 de septiembre próximo se jugará la madre de todas las batallas, que determinará –al menos en esta etapa– el curso del proceso. En otras palabras, definirá si la revolución de octubre de 2019 consolida o no el cambio sustancial del orden político y económico vigentes”, destacó en su columna de El Líbero el profesor de la Universidad San Sebastián y director de Formación del Instituto Res Publica, Alejandro San Francisco.

//FUENTE: PANAM POST//