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Elon Musk luce como el millonario más excéntrico que haya existido jamás, uno que ocupa más tiempo y dólares en idear cómo colonizar Marte, que en cómo ayudar a resolver el problema de la pobreza en este mundo.
Pero algunas cosas que ha hecho tienen un poco más de sentido común. Incluso, de sentido político, como el haber abandonado la sede de sus empresas en California para mudarse a Texas. Eso hizo con el cuartel general de Tesla, su empresa de autos eléctricos.
California es un estado en donde el salario mínimo se sitúa en 15 dólares la hora, mientras que en Texas está en sólo 7,25 dólares. Además, el principal problema es que comprar terrenos o bienes inmuebles, así como las rentas, son bastante más elevadas en el estado más poderoso de la costa oeste de los Estados Unidos, mientras que en el sureño Texas son mucho más cómodas. Encima, los impuestos californianos son altos.
Trasladarse entonces a Texas sirve para reducir los costos de operación. Lo han hecho cientos de empresas. Muchas de ellas, del Silicon Valley. No se diga población en general. Al año se están mudando del estado del oso al estado del petróleo, cerca de 80000 personas.
Pero además, los movimientos de Musk podrían entenderse como un posicionamiento político. Se ha mostrado varias veces coincidente con el expresidente Donald Trump, así como crítico del pensamiento único. Texas es un estado mucho más conservador que California, la cuna del progresismo.
Uno de tales ejemplos es que Musk ha criticado no pocas veces el pensamiento único del Big Tech, el mismo que mantiene cancelado al presidente 45 de los Estados Unidos.
En contraparte, ante esto, y ante la falta de libertad de expresión, primero vino GETTR, con su CEO Jason Miller, estratega de comunicación de la Casa Blanca con Trump, que ha crecido de forma exponencial en muchos países, además de en Estados Unidos. Brasil es un buen ejemplo, donde Miller viajó hace meses y se reunió con Jair Bolsonaro y otros conservadores en el contexto del C-PAC. Lo mismo en Colombia.
En GETTR ya es posible hacer transmisiones en vivo, de manera muy sencilla, lo cual ayuda a dejar atrás la dependencia de todos los guerreros de la nueva derecha hispanoamericana con las empresas del Big Tech, que muy a menudo nos bloquean, nos impiden crecer, e incluso cancelan nuestras cuentas, porque, como bien lo han dicho, ellos son progresistas, e imponen su pensamiento hegemónico a todos.
La nueva red social de Trump, Truth Social, ya debería estar operando por estas fechas a escala mundial. Pero no tardará la empresa Trump Media & Technology Group en resolver algunos inconvenientes que se les han presentado.
Y ahora surgiría una opción más, salida de la cabeza de Elon Musk, quien ha estado tuiteando sobre cómo Twitter acota la libertad de expresión y pensando “muy seriamente” en crear una red social propia.
Recordemos que Musk es quien ha ofrecido a Ucrania en situación de guerra, ante la invasión de Rusia, internet libre a través de su red de satélites, de manera que si este esquema se aplicara en todo el mundo, su red social difícilmente podría sufrir censura de gobiernos tiranos, o de los tiranos digitales del Big Tech actual y sus cómplices.
Starlink, en tanto que ha sido el único sistema de comunicaciones de internet vía satelital que no es de origen ruso, operando en ciertas regiones de Ucrania, muestra su capacidad para no ser intervenido aún en circunstancias de guerra. Y al tiempo que apoya a la población ucraniana, a Joe Biden lo ha calificado como un “títere de calcetín húmedo en forma humana”.
Veremos pronto si Musk decidió abrir una nueva red social o no. Pero si lo hace, contribuirá fuerte en el declive de la hegemonía del Big Tech, junto con una cada vez más larga lista de medios independientes, no globalistas, de derecha, que poco a poco van ganando terreno en Estados Unidos.
A este fin ayuda mucho el gran porcentaje poblacional de hispanos que viven en Estados Unidos, de costumbres y pensamiento más bien conservador y que son los primeros que consumen contenidos de tales nuevos diarios o redes sociales.
Esto aumentará previsiblemente una vez que el Partido Republicano pueda recuperar el liderazgo en el Senado y en la Cámara de Representantes en las elecciones intermedias de noviembre. Vendrá el auge de la nueva derecha, una que es patriota, pacífica pero fuerte, claramente provida y profamilia, antisocialista y antiprogresista.
//FUENTE: PANAM POST//
