La guerra de Rusia contra Ucrania también se lleva a cabo en el mar. La armada de Vladímir Putin tiene secuestrados a 300 buques de distintas partes del mundo en el mar Negro —con sus respectivas tripulaciones— en medio de los ataques que ya hundieron a un barco de bandera panameña y dejó a otros dos a flote, pero con daños materiales tras la caída de sus misiles en su proa, popas y estribor.
Los tres barcos afectados son Namura Queen, Lord Nelson y Helt. Sin embargo, hay otras diez más de Panamá varados, aseguró Noriel Arauz, administrador de la Autoridad Marítima de Panamá, quien desconoce las fechas o probabilidades de que puedan retomar su tránsito.
Entre estos buques dedicados al transporte de granos hay 150 tripulantes de diferentes nacionalidades, según Araúz. Estados Unidos tiene registro del «aumento de la actividad naval» por parte de las fuerzas rusas en el norte del mar Negro, cerca de la ciudad costera Odesa y de ello hay imágenes en redes sociales.
Pero el cerco ruso enfrentará un nuevo telón de acero, porque los ministros de defensa de los 30 Estados miembros de la Alianza Atlántica ordenaron otro despliegue, masivo y permanente, desde el Báltico en los territorios de Estonia, Lituania, Letonia y Polonia, mientras que la vigilancia por el mar Negro será abarcada desde Rumanía y Bulgaria.
Un bloqueo
La intención de estas acciones de la armada rusa es aislar a Ucrania del comercio marítimo internacional a través del control de su costa del mar Negro, según ABC. El Gobierno británico también declaró que «Rusia ya ha realizado un desembarco anfibio en el mar de Azov» y que «podría realizar más operaciones de este tipo en las próximas semanas», provocando un recrudecimiento de la crisis.
Ese es el objetivo de las fuerzas de Putin. Es parte del plan. Desde el 11 de febrero, antes de invadir a Ucrania, sus buques comenzaron a bloquear la zona de tránsito comercial en el mar Negro alegando “ejercicios navales”. La Organización de las Naciones Unidas está enterada. Zelenski notificó las operaciones irregulares en aquel momento, pero ello no ha impedido que civiles estén aún atrapados en la ciudad portuaria de Mariúpol sin suministros.
La maniobra del Kremlin en Ucrania es similar a la desplegada hace un mes en el mar de Japón cerca de las islas Kuriles que también Putin reclama como suyas.
Para el primer ministro británico, Boris Johnson, las «acciones bárbaras» de Putin desafían a toda la humanidad. Quizá haya contención. En Londres están reunidos los representantes de la Fuerza Expedicionaria Conjunta (JEF, por sus siglas en inglés), una coalición de 10 países cuyo objetivo es mantener la seguridad en el norte de Europa.
//FUENTE: PANAM POST//