Rusia dejó este miércoles de ser miembro del Consejo de Europa después de 26 años como consecuencia de la guerra en Ucrania, anunció este organismo que defiende los derechos humanos y los principios democráticos.
El Comité de Ministros, órgano de decisión del Consejo de Europa, culminó así la aplicación del artículo 8 de su Estatuto para excluirlo, explicó en un comunicado.
La secretaría general del Consejo de Europa, Marija Pejcinovic, había subrayado que el proceso que ha terminado con esa expulsión se abrió porque el ataque de Ucrania “va en contra de todo lo que defendemos y constituye una violación de nuestro estatuto y del Convenio Europeo de Derechos Humanos”.
Los embajadores reunidos en el Comité de Ministros para formalizar la exclusión tenían al mismo tiempo la solicitud de las autoridades rusas de abandonar la organización amparándose en otro de los artículos de su estatuto, el 7.
Pero lo que ha prevalecido es el proceso abierto el pasado 25 de febrero para aplicar el artículo 8, y eso significa que esta es la primera expulsión de un Estado miembro en los casi 73 años de historia de la organización.
Una vez anunciada, varios funcionarios del Consejo de Europa procedieron a arriar la bandera de Rusia de la entrada del Palacio de Europa, en Estrasburgo, donde ondeaba junto a las de los otros 46 Estados miembros, entre los que está Ucrania.
La retirada de Rusia de la institución —que ideó el Convenio Europeo de Derechos Humanos y ayudó a las naciones de Europa del Este a democratizar sus sistemas políticos tras el colapso del comunismo— tiene un peso simbólico.
No obstante, la decisión, anunciada pocas horas antes de que se vote su expulsión en la asamblea del Consejo de Europa, tiene también consecuencias concretas.
El convenio de derechos humanos dejará de aplicarse a Rusia, y los rusos ya no podrán recurrir al Tribunal Europeo de Derechos Humanos contra su Gobierno.
Leonid Slutsky, jefe de la Comisión de Asuntos Internacionales de la Cámara Baja rusa, dijo que los países de la OTAN y la Unión Europea habían visto en el Consejo “un medio de apoyo ideológico para su expansión militar-política y económica hacia el este”.
“Pero no tengan miedo”, escribió en su canal de Telegram. “Todos los derechos serán garantizados en nuestro país, necesaria e incondicionalmente”.
En un proyecto de resolución, cuya aprobación está prevista para el martes, la asamblea del Consejo de Europa iba a pedir la salida de Rusia de la institución, diciendo: “En la casa común europea no hay lugar para un agresor”.
El proyecto de resolución también afirmaba que el impacto de la retirada de Rusia del Tribunal Europeo de Derechos Humanos se vería mitigado por el hecho de que Rusia, según decía, no actuara adecuadamente en sus sentencias.
“No hay lugar para un país tan brutal entre nosotros”, dijo Maria Mezentseva, jefa de la delegación ucraniana en la asamblea parlamentaria del Consejo de Europa, durante el debate del martes.
//FUENTE: INFOBAE//