Constructivismo globalista, la ruta a la tiranía mundial

En La fatal arrogancia, que sería su último libro publicado antes de fallecer, Hayek advirtió que varios pensadores del Siglo XX, entre ellos, Keynes y Einstein, habían caído en la tentación de intentar construir una nueva moral, un nuevo lenguaje, un nuevo sistema económico y un mundo perfecto usando la razón y prescindiendo de lo antiguo, en especial de las tradiciones morales, a las que consideraban imperfectas y vetustas. Ese abuso del Racionalismo Constructivista no era, ni siquiera, la aplicación del método científico, sino una nueva ideología totalitaria.

Pocos años después, concretamente, inicios de los 90s, en las conferencias de las Naciones Unidas, las grandes burocracias internacionales anunciaban al mundo sus planes de construir un nuevo mundo «más justo», «más equitativo» y «menos desigual». Básicamente, nos estaban avisando de su proyecto de reingeniería social a gran escala dirigido y gestionado por un gobierno mundial. Este Nuevo Orden era la puesta en práctica del Racionalismo Constructivista que tanto había advertido Hayek.

Si bien, los documentos de la ONU y sus agencias suelen estar escritos en un lenguaje enredado, además, de los cientos de vericuetos semánticos, los planes globalistas suelen estar resumidos en tres pilares: 1) Reducción de la pobreza, 2) Desarrollo Sustentable, y 3) Control poblacional. Veamos cada uno de ellos.

Cuando las grandes burocracias internacionales hablan de reducir la pobreza, no lo hacen en sentido de incrementar la inversión, reducir impuestos y permitir el capitalismo, sino en impulsar a los gobiernos a crear más programas sociales, subir las tasas de impuestos a los ricos y aumentar la dependencia de las migajas estatales. ¿Ahora comprende a que se refiere la frase: «no tendrás nada y serás feliz»?

Por otra parte, debemos remarcar que el Desarrollo Sustentable no es una sana preocupación por la naturaleza y los animales, sino un intento de cambiar la ética de raíz judeocristiana, que pone al hombre como mayordomo de la creación, por una que reduce al ser humano a un parásito peligroso para la Pachamama. ¿Piensa que exagero?

El 27 de febrero del año 2010, Francisco Lotero (56 años), Miriam Coletti (23) y, el hijo de ambos, Francisco (1 año y 10 meses) fueron encontrados muertos en su domicilio. En el lugar del horrendo hecho, se halló una carta escrita por el padre que decía lo siguiente: «No podemos ser parte de la tragedia que está calentando al mundo. Los humanos somos un virus para el planeta». Una niña de siete meses, que pasó tres días abandonada con un tiro en el pecho, fue la única sobreviviente del pacto suicida de la familia.

Note lo trágico del asunto, cada nueva vida no es vista como una bendición, sino como un enemigo de la naturaleza. Eso nos lleva al siguiente punto: control poblacional.

En 1992 se celebró, en Río de Janeiro, la Cumbre de la Tierra, ECO 92, convocada por las Naciones Unidas para buscar vías más idóneas y creativas para conciliar los imperativos del progreso económico con las necesidades del medio ambiente. Sin embargo, uno de sus principales resultados fue la reafirmación, por parte de las burocracias internacionales, de un masivo programa de control de natalidad.

Los documentos finales de la Cumbre de Rio, conocidos como Agenda 21, instan a los gobiernos a desarrollar programas de reducción de la pobreza y metas demográficas. Anote como se unen todos los puntos, para cuidar mejor la naturaleza y distribuir eficientemente la riqueza, pues, nada mejor que haya menos personas.

Llegados a este punto es necesario remarcar algo: la perversión del lenguaje. Por ejemplo, cambiar el concepto de familia por el de «familias alternativas» tenía como objetivo desarraigar la paternidad de las relaciones de pareja. Sucede lo mismo con términos como «matrimonio igualitario», «regulación de la fertilidad» e «interrupción del embarazo», todos son engaños semánticos para disimular el exterminio masivo y legal de los bebés en vientre materno y atacar la familia.

Es evidente que nuestros países se enfrentan a grandes retos para las próximas décadas, pues aparte de los problemas con la mafia del Socialismo del Siglo XXI, tenemos que enfrentar los intentos de dominación global de la ONU y sus satélites.

  • HUGO BALDERRAMA FERRUFINO
  • ECONOMISTA, MASTER EN ADMINISTRACIÓN DE EMPRESAS Y PHD. EN ECONOMÍA
  • *NDE: LOS TEXTOS REPRODUCIDOS EN ESTE ESPACIO DE OPINIÓN SON DE ABSOLUTA RESPONSABILIDAD DE SUS AUTORES Y NO COMPROMETEN LA LÍNEA EDITORIAL LIBERAL Y CONSERVADORA DE VISOR21