El Papa Francisco se encuentra muy delicado de salud, su estado es de pronóstico reservado y los nuevos “cuervos” están ya croando por encima del dècimo piso del “Policlínico Gemelli” de Roma. Hay quien le suena el “de profundis”. Los ambientes norteamericanos ultraconservadores desde hace mucho, están trabajando para contener las reformas bergoglianas. No por casualidad, fue el National Catholic Registrer que hizo circular la carta incandescente del exnuncio apostólico en los EE.UU., que invocaba la expulsión del Papa de la Iglesia Católica, y la curia estadounidense está tratando orientar en todo lo posible el próximo cónclave que se presenta a favor de la iglesia reformista de Bergoglio. Los 138 cardenales con derecho al voto, provenientes de todo el mundo no se conocen entre ellos. Haber recibido la “berretta” roja de cardenal por parte de Francisco no significa apoyar el programa de reformas sociales en sí mismo, en todo caso, simplemente seguir por el camino tan deseado por el Papa Jesuita.
Francisco desde que era un joven sacerdote empezó a tener enemigos en su propia casa. Ordenado sacerdote el 13 de diciembre de 1969, apenas cuatro años después, el 31 de agosto de 1973, es nombrado superior provincial de la Compañía de Jesús en Argentina y es durante este período, que ha durado hasta el 1979, por su ecuanimidad con la cual hace frente a vientos y mareas que se hace muchos enemigos entre sus hermanos de la Compañía de Jesús.
Su provincia religiosa ha pasado de más de 400 sacerdotes a menos de la mitad en pocos años del golpe de Estado militar de 1974, los sacerdotes jesuítas masacrados o hechos desaparecer fueron 125 solamente porque estaban comprometidos con el Superior Bergoglio al lado de los más pobres, y, fue la determinación de Bergoglio a resolver los problemas financieros en los que sus predecesores habían incurrido a la cabeza de los jesuitas argentinos enajenando bienes importantes y prestigiosos como la Universidad El Salvador o el Colegio Máximo.
No en vano, después de la elección al papado de Bergoglio, el Padre General de la Compañía de Jesús Adolfo Nicolás, hizo saber a los jesuitas de todo el mundo, que ponía “sus hombres y sus recursos” al servicio del primer papa jesuita, oferta que al Papa no le ha interesado mucho, limitándose únicamente a “disfrutar” de la espiritualidad ignaciana en fiestas y aniversarios; “comunión” que los jesuitas argentinos le han negado durante dos años, a partir de julio de 1990 a mayo de 1992 rechazando a pesar de un estilo de vida ejemplar y un equilibrio doctrinal ejemplar en una especie de exilio en la comunidad de Córdoba
En la actualidad, Francisco no dà mucha importancia a los jesuitas y no la concede ni siquiera a los cardenales latinoamericanos de la curia romana. Con uno de ellos, el cardenal argentino Leonardo Sandri, recién nombrado obispo auxiliar de Buenos Aires, tuvo que hacer frente al escándalo financiero del Banco de Crédito Provincial; una enorme suma de dinero substraída al fondo de las pensiones mediante el Banco del Vaticano (IOR) hoy desaparecido. Autores de la operación un grupo liderado por el exembajador de Argentina en la Santa Sede, Francisco Trusso, exponente de Opus Dei y amigo intimo del cardenal Sandri.
En el Vaticano, algunos cardenales como el norteamericano Raymond Leo Burke, el italiano fallecido en 2017 Velasio de Paolis y otros exponentes de la llamada “verdadera doctrina católica” se han opuesto a cualquier disposición que tomase el Santo Padre. De modo especial, está la “lobby” alemana que dicen ser “papistas” en público y ferocemente “eversivos” en privado. Exponentes de esta “lobby” son el obispo Gerog Gänswein y los cardenales Gerhard Müller y Joachin Meisner, exarzobispo de Colonia, actualmente fallecido
Bien escondidos detrás de los hombros frágiles de Ratzinger, han llevado a Roma la idiosincrasia de sus iglesias de origen, estérilmente afligidos por décadas de disputas entre progresistas y tradicionalistas. Müller goza una reputación no muy buena igualmente al fallecido arzobispo Meisner. Un día afirmaban algo en los periódicos alemanes, el día después lo rectifican en los diarios italianos. En su casa romana de Santa Martha, el papa Francisco parece tener muchos enemigos y actualmente en el Policlínico Gemelli muchos cuervos.
- RODOLFO FAGGIONI
- PERIODISTA Y CORRESPONSAL EN ITALIA. MIEMBRO EFECTIVO DE PRENSA INTERNACIONAL
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