El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, anunció el miércoles que revertirá las concesiones que el gobierno de Joe Biden había hecho al petróleo venezolano en noviembre de 2022.
En una publicación en Truth Social, Trump aseguró que las condiciones impuestas en ese momento «no han sido cumplidas por el régimen venezolano».
«Por lo tanto, ordeno que el ineficaz e incumplido ‘Acuerdo de Concesión’ de Biden se rescinda a partir de la opción de renovación del 1 de marzo», escribió Trump.
Esta licencia ampliada permitía a Chevron Corp importar petróleo o productos petrolíferos producidos por sus empresas en Venezuela.
En ese momento, según el Departamento del Tesoro, las concesiones se decretaron después de que el gobierno venezolano y la oposición dijeron que reanudarían las conversaciones políticas. Sin embargo, a inicios de 2025, Maduro volvió a jurar como presidente para un tercer mandato en medio de acusaciones de la oposición de que cometió un fraude electoral.
La autorización otorgada en 2022 impedía que PDVSA (Petróleos de Venezuela, SA) recibiera ganancias por las ventas de petróleo de la subsidiaria Chevron.
El presidente Trump aseguró que una razón adicional para revertir el acuerdo es que Venezuela tampoco ha cumplido con «recibir a migrantes irregulares deportados al ritmo rápido que habían acordado».
Hasta el momento, tres aviones con deportados han llegado a Venezuela desde que Trump asumió la presidencia. El más reciente aterrizó en Caracas el lunes.
Poco después de regresar a la posición, Trump había adelantado que «probablemente» Estados Unidos dejaría de «comprar petróleo a Venezuela» pues «no necesitamos su petróleo”.
Trump aplicó sanciones económicas al mercado petrolero y gasífero de Venezuela a principios de 2019, ya avanzado su primer mandato, como parte de una política de presión máxima.
Este anuncio llega un día después de que la Casa Blanca reiteró que el presidente Trump «se opone al régimen de Maduro», luego de que la secretaria de prensa Karoline Leavitt, fue consultada sobre las expresiones del enviado para misiones especiales, Richard Grenell.
Grenell aseguró durante el fin de semana que «Donald Trump es alguien que no quiere un cambio de régimen».
El enviado de Trump para misiones especiales viajó a finales de enero a Caracas para reunirse con Maduro y presionar al gobierno venezolano a aceptar deportados de su país, así como lograr la liberación de seis estadounidenses que permanecían presos en Venezuela.
En ese momento, el gobierno venezolano apuntó que la reunión “transcurrió en el marco del respeto mutuo», y se abordaron temas sobre «migración, impacto negativo de las sanciones económicas contra Venezuela, ciudadanos estadounidenses incursos en delitos en territorio nacional e integridad del sistema político venezolano”.
La vicepresidenta de Venezuela, Delcy Rodríguez, rechazó la decisión de EEUU caracterizándola como «lesiva e inexplicable».
«Al anunciar sanciones contra la empresa estadounidense Chevron, pretendiendo hacerle un daño al pueblo venezolano, en realidad se está inflingiendo un daño a los Estados Unidos, a su población, y a sus empresas, poniendo además en entredicho la seguridad jurídica de EEUU en su régimen de inversiones internacionales», dijo Rodríguez en comunicación escrita.
La líder opositora venezolana, María Corina Machado, calificó el anuncio como un “gran paso” que, sostuvo, envía un mensaje “claro y firme” respecto a que Maduro está en “grandes problemas”.