Respecto a la segunda encuesta de Marcelo Claure

Marcelo Claure goza de mucho prestigio dentro del mundo de los negocios. Es un boliviano que ha logrado mucho y al cual se le debe agradecer que en este momento esté tan interesado en el futuro de Bolivia. Es por ello que su encuesta cuenta, en teoría, con más credibilidad que las demás.

Esta segunda encuesta, a diferencia de la primera, es bastante “sorpresiva”. Es muy posible que refleje la realidad del panorama político actual, pero hay ciertas cosas que simplemente no son del todo convincentes.

Vamos al grano. Entre la imagen de favorabilidad que tienen las figuras públicas, la encuesta nos dice que María Galindo, es la única que cuenta con una percepción favorable. Me pregunto: ¿tan bajo hemos caído como bolivianos para que alguien que incentiva el odio hacia la nación tenga una imagen positiva? Hablamos de alguien que vandaliza y ataca a Bolivia y a sus mártires. Sin ir más lejos, destruyó múltiples monumentos y criminalizó varias instituciones públicas, sin recibir sanción alguna. Ella es la prueba de que no existe ley en este país, y si existe, no es la misma para todos. Entre los monumentos atacados, tenemos uno hecho en honor al mariscal Sucre y otro conmemorando a los mártires de la Guerra del Chaco. Es un insulto que Galindo ataque nuestra historia y escupa en nuestros mártires. Ya es suficiente con aguantar este tipo de comportamientos en contra de Bolivia.

Lo que nos llama la atención de la encuesta es, sin embargo, el porcentaje de votos que obtendrían los “principales políticos”. Ojo, dentro de este análisis no voy a “señalar” quién creo que es o no funcional al masismo; eso es tema para otro artículo. Por lo tanto, “supondremos” que todos aquellos que no son del partido azul son “opositores”. Nos enfocaremos para el análisis en el apartado específico en el que son incluidos todos los políticos relevantes, sin que éstos hayan “confirmado su candidatura”. Los resultados dictan que el primero es Andrónico con un 16%, un líder que ha actuado con mucha cautela y astucia en el conflicto interno del MAS. Le sigue Manfred Reyes Villa, quien tiene un 15%, por lo que entendemos que su intención de voto ha “bajado” respecto a la primera encuesta. Pienso que la tendencia de Manfred es a la baja. Finalmente, la sorpresa, y el que mejor está parado para vencer al MAS según esta encuesta, es el doctor Chi, un “outsider” en todo sentido.

¿Por qué digo que Chi está mejor parado que Manfred para vencer al MAS si es que en la intención de voto general sale tercero, dos puntos detrás del alcalde de Cochabamba? Es simple, hay que ver y estudiar el voto por región y tener en cuenta principalmente a las ciudades de La Paz, Santa Cruz y El Alto, las más pobladas. En las tres, el doctor Chi está mejor parado que Manfred. Debido a la cantidad de población de estas ciudades, entendemos que Chi es el gran ganador de este sondeo.

Es curioso, ya que ni fue tenido en cuenta en la primera encuesta. Por ende, habría que suponer que Chi, en cuestión de meses, tuvo un “crecimiento titánico” y es un político de masas, carismático y totalmente “iluminado” por fuerzas superiores para tener un crecimiento tan significativo. Al menos a mí, esto me deja pensando mucho y me hace dudar, al igual que con el caso de Galindo.

Para concluir, me parece raro que “Tuto” quede estancado pese a ser el candidato del bloque de unidad opositor que mejor se ha movido y que ha cerrado alianzas interesantes y estratégicas.

La encuesta deja muchas dudas. Pese a todo, se agradece el compromiso de Marcelo Claure con Bolivia. Lo único certero en el panorama político actual es que nada es certero. Las cosas pueden cambiar rápidamente, todo es dudoso y “nublado”. Son tiempos oscuros para Bolivia, esperemos salir rápidamente de este averno y de la mediocridad política actual, que solo ha favorecido y sigue favoreciendo al MAS.

  • FABIÁN FREIRE
  • Escritor. Estudiante de Ciencias Jurídicas. Columnista en El Diario.
  • *NdE: Los textos reproducidos en este espacio de opinión son de absoluta responsabilidad de sus autores y no comprometen la línea editorial Liberal y Conservadora de VISOR21