El profesor español Javier del Rey Morató, docente de Teoría General de la Información de la Universidad Complutense de Madrid, clasifica a las encuestas como el juego del oráculo porque intenta adivinar el futuro electoral. Genera opinión sobre un hecho que no sucedió. Convierte un mañana inexistente en información. Causa polémica sobre lo que no puede no pasar, pero alguien desea que pase.
En tiempos electorales, el que responde a la pregunta de quién es el candidato que ganará las próximas elecciones no es una deidad, como en la antigua Grecia, sino la gente. En realidad, una parte (muestra) de la gente. Y como es sabido, la gente influye en la gente. Obviamente, la encuesta, a diferencia del oráculo es un método científico. Pero también es parte de una estrategia electoral. Puede inducir a tomar acciones orientadas a cristalizar ese futuro deseado a partir de creencias.
En época de campaña, los partidos políticos suelen contratar empresas que hacen estudios de opinión pública precisamente para indagar sobre los sentimientos y pensamientos de la gente respecto a su candidato y al resto de los candidatos. Hacen encuestas de base, de seguimiento, tracking y flash.
La encuesta de base suele definir la estrategia de comunicación política porque mide el sentimiento del electorado frente al candidato que encargó el estudio. También indaga sobre la aceptación y rechazo de los otros candidatos. Intenta descubrir el reconocimiento de la sociedad hacia los políticos de una lista. Busca las percepciones negativas o positivas. Escudriña los problemas que preocupan a la gente. Diseña el perfil ideal del candidato. Y lo más importante, muestra la tendencia de voto.
En años pasado, en Bolivia, los empresarios de medios de comunicación solían aliarse para contratar empresas encuestadoras con el fin de reflejar la tendencia de voto. Algunos partidos que tenían recursos económicos solían pagar a empresas de estudio para trazar sus estrategias. Es la primera vez que un empresario contrata una encuestadora para hacer lo que los medios y partidos hacían.
Marcelo Claure no es militante de ningún partido político. Sin embargo, según sus propios anuncios en su muro de Facebook (2 y 6 de diciembre del año pasado), tiene un objetivo político: el cambio de gobierno. A través de sus encuestas se está convirtiendo en el empresario más influyente de este momento. La ecuación: el poder económico genera poder político se está cumpliendo.
Claure tiene una estrategia de comunicación delineada. El 7 de diciembre del año pasado la anunció en los siguientes términos: “Mi objetivo es construir una relación más cercana con todos los bolivianos a través de las redes sociales (…). Para hacer esto aún más especial, he decidido que una vez al mes hablaré con un nuevo periodista. Estas entrevistas serán replicadas en mis plataformas, y espero que otros medios y canales también las compartan para llegar a todos los rincones de nuestro país”.
¿Por qué el empresario decide ingresar a jugar además de la cancha deportiva al político? Claure tiene un mensaje altruista: “Bolivia no puede volver al pasado, es hora de pensar en el futuro y trabajar juntos para todos los niños de esta hermosa nación. Mándenme fotos de Bolivia y de ustedes. Pienso en Bolivia todo el día”, escribió el 19 de diciembre del año pasado. Es decir, quiere ayudar a los bolivianos a librarse del MAS. Con esas palabras, sintoniza hábilmente con el sentimiento de la mayoría.
Jorge Richter, exvocero del Presidente Luis Arce y de Manfred Reyes Villa, dijo en una entrevista con el periodista José Pomacusi, el 22 de noviembre de 2024, que el objetivo de Claure, a través de sus encuestas, es posicionar a Manfred Reyes Villa como el candidato con más preferencia electoral. En ese mismo programa, afirmó que Claure entregó con anticipación a Reyes Villa la encuesta que se publicó entre el 28 y 30 de noviembre.
¿Por qué Reyes Villa? Según Richter, porque es el más influenciable debido a su escasa formación en procesos sociopolíticos y de Estado, a diferencia de Samuel Doria Medina y Jorge Quiroga. En suma, el objetivo es unir a la oposición tradicional en torno a Reyes Villa porque va primero en sus encuestas.
¿Cuál sería el interés principal de Claure en el tablero político? El 3 de diciembre pasado, Brújula Digital informó que el empresario boliviano y presidente del Bolívar, Marcelo Claure, y el propietario de La Razón, Carlos Gill, crearon una empresa de energía basada en Madrid, España de nombre Li3 Energy Holding SL.
El 10 de diciembre, Claure admitió que es socio de Gill. Éste es considerado en Bolivia como un empresario cercano al MAS y al chavismo. Claure dijo que hace negocios “en China y Estados Unidos” debido a que “los hombres de negocios tratamos de no involucrarnos en la parte política”. Sus encuestas y declaraciones lo involucran en la política boliviana.
Al día siguiente, 11 de diciembre de 2024, escribió en su muro: “Mi plan para el litio en Bolivia. Mi visión para Bolivia es vender litio a las empresas líderes mundiales en la cadena de suministro de electrificación, como Tesla y otras como BYD, Panasonic, LG Energy Solution, CATL y Rivian”.
Claure está interesado en el litio. Para desarrollar su plan, necesita decisiones políticas. Las decisiones políticas se asumen en Palacio.
¿Cuánto influyen las encuestas en la tendencia de voto? Hay un efecto denominado “bandwagon (subirse al carro ganador)” que considera que los votantes tienden a apoyar al candidato que lidera en las encuestas porque desean estar del lado del ganador o porque creen que su victoria es inevitable.
Si a ese efecto sumamos el “sesgo de la mayoría”, que es un fenómeno psicológico según el cual las personas tienden a asumir que la opinión o comportamiento mayoritario es correcto o deseable, deduces en qué sentido van las encuestas. Y si agregamos la teoría de la “espiral del silencio”, los que querían votar por otros podrían callar en una encuesta por miedo al rechazo de la mayoría.
Allá por el 2002, el periódico La Razón tituló, basado en una encuesta financiada por el propietario de ese medio, que Reyes Villa iba a ganar las elecciones nacionales de ese año con más del 40%. Seguros del triunfo, el vocero de Reyes Villa y otro representante fueron a medir las cortinas de Palacio para satisfacer los deseos de decoración del nuevo inquilino. Reyes Villa quedó tercero.
No sé si en este caso pasará lo mismo que en 2002, pero la mayoría tiende a no votar por Andrónico en caso de que sea candidato, sino por alguien de la oposición. Pero Claure habla con Andrónico y Reyes Villa, por si acaso. Y se ha convertido en héroe de mucha gente que quiere que libren a Bolivia del masismo.
La rigurosidad científica requiere otro oráculo electoral para contrastar resultados. Quizá el mañana sea diferente al proyectado hasta este momento.
- ANDRÉS GÓMEZ VELA
- PERIODISTA. ABOGADO
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