Bolivia importa la mayoría de sus juguetes desde China, que ha concentrado el 89 por ciento del volumen total de importaciones en la última década, según un informe del Instituto Boliviano de Comercio Exterior (IBCE) basado en datos del Instituto Nacional de Estadística (INE).
Esta fuerte dependencia deja a la industria juguetera boliviana altamente expuesta a las fluctuaciones del mercado chino, mientras que otros proveedores, como Malasia y Estados Unidos, apenas representan el 2 por ciento cada uno. Hong Kong y Brasil completan la lista con un marginal 1 por ciento cada uno.
El liderazgo de China en este sector se debe a su capacidad para ofrecer una amplia gama de productos a precios competitivos, desde juguetes electrónicos hasta figuras de acción. No obstante, esta relación también implica riesgos significativos. Problemas logísticos, cambios en las políticas económicas chinas o interrupciones en la cadena de suministro podrían impactar directamente la disponibilidad y los precios de estos productos en el mercado boliviano.
Entre 2014 y 2017, Bolivia registró un crecimiento sostenido en las importaciones de juguetes, alcanzando un pico en 2017 con 21,8 millones de toneladas y un valor de 10,5 millones de dólares. Este auge respondió a factores como un mayor consumo interno asociado a festividades, un incremento de la población infantil y una mejora del poder adquisitivo en algunos sectores.
Sin embargo, la pandemia de Covid-19 marcó un punto de inflexión. En 2020, las importaciones cayeron a 9,8 millones de toneladas, con un valor de 4,5 millones de dólares, el nivel más bajo del periodo analizado. Confinamientos, interrupciones logísticas y una contracción del consumo fueron los principales factores detrás de esta caída.
En los años posteriores, el mercado mostró signos de recuperación. Para 2023, las importaciones se situaron en 16,9 millones de toneladas. No obstante, en 2024, entre enero y septiembre, se registró un retroceso con una caída del 18 por ciento en valor y del 28 por ciento en volumen en comparación con el mismo periodo del año anterior. La desaceleración económica global y la inflación emergen como las principales causas de esta nueva contracción.
Según expertos, el futuro del mercado de juguetes en Bolivia enfrenta varios retos y oportunidades:
1. Diversificación de proveedores: Reducir la dependencia de China es crucial para mitigar riesgos y aumentar la competitividad. Explorar opciones en la región o en otros mercados emergentes de Asia podría ofrecer alternativas viables.
2. Promoción de la producción local: Impulsar la fabricación de juguetes en Bolivia no sólo fortalecería la economía nacional, sino que también reduciría la necesidad de importaciones. Esto requeriría políticas públicas que incluyan subsidios, capacitación y acceso a tecnología.
3. Adaptación a nuevas tendencias de consumo: El crecimiento de la demanda por juguetes educativos, tecnológicos o sostenibles podría redefinir el mercado.
- ///FUENTE: LOS TIEMPOS///