- Redacción VISOR21
Luego de casi tres semanas de un bloqueo que fue asfixiando al país, sobre todo perjudicando el tránsito desde y hacia Cochabamba, desde la noche del viernes la circulación fue abierta en los puntos más críticos.
La acción policial y militar en zonas como Parotani, logró que los bloqueadores sean dispersados con el uso de agentes químicos, mientras el propio cabecilla de la movilización, Evo Morales, llamaba a entrar en un “cuarto intermedio” para evitar confrontación, mientras instalaba una huelga en la sede de los productores de coca del Chapare.
El operativo policial y militar del viernes logró la aprehensión de 55 personas que fueron trasladadas a La Paz en calidad de detenidos.
Sin embargo, el conflicto también dejó víctimas en filas policiales con 21 heridos que fueron llevados a centros médicos de Cochabamba, para recibir atención. El caso más grave fue un efectivo que la pasada semana fue herido en una pierna, producto de la detonación de dinamita lanzada por los bloqueadores.
El presidente Luis Arce informó sobre el desbloqueo en Cochabamba y anunció que continuarán despejando las vías en otros puntos del país.
Sobre los pedidos de diálogo desde el denominado Estado Mayor del Pueblo, Arce dijo que primero se deben levantar todas las medidas de presión.
“Nuestro gobierno siempre ha apostado por el diálogo, pero no es posible ningún diálogo mientras se siga asfixiando la economía de las familias bolivianas y se vulnere el derecho al acceso de alimentos, combustible y medicamentos”, manifestó.
Poco a poco se vislumbra el regreso a la normalidad en Bolivia, luego de la jornada del viernes que fue la más tensa, por la toma de regimientos militares en el Chapare y el ingreso al Tipnis.
Otra facción que responde a Morales amenzó con mantener los bloqueos y volvió a advertir que no se permitirá la aprehensión del jefe cocalero, sobre quien pesan varias denuncias por trata de personas y delitos sexuales contra menores de edad.