Como precaución, muchos usuarios tapan la cámara de su computadora cuando está en desuso para evitar una invasión de su privacidad. Pero ya no sería suficiente. Por medio de un radar, la división de productos y tecnología avanzada de Google, más conocida como ATAP, está explorando (desde el año pasado) cómo las computadoras pueden comprender nuestras necesidades o intenciones y luego reaccionar ante nosotros de manera apropiada.
Por ejemplo, cuando detecta que uno se levanta, Netflix pondría pausa en las películas y se reanuda cuando la persona vuelve a sentarse.
“Creemos que a medida que la tecnología se vuelve más presente en nuestra vida, es justo comenzar a pedirle a la tecnología que use más algunas de nuestras señales”, dice Leonardo Giusti, jefe de diseño de ATAP.
Según Giusti, gran parte de la investigación se basa en la proxémica, el estudio de cómo las personas usan el espacio a su alrededor para mediar en las interacciones sociales, que aumenta acorde la cercanía con la persona, expresando así mayor compromiso e intimidad.
El equipo de ATAP utilizó esta y otras claves sociales para desarrollar el proyecto Sensor Fusion para que las personas y los dispositivos tengan sus propios conceptos de espacio personal.
Para aplicarlo, recientemente se incorporaron sensores de radar dentro de la pantalla inteligente Nest Hub de segunda generación para detectar los patrones de movimiento y respiración de la persona que duerme a su lado. Luego, el dispositivo pudo rastrear el sueño de la persona sin necesidad de que se colocara un reloj inteligente.
ATAP usaría los datos del sensor para permitir que las computadoras reconozcan nuestros movimientos cotidianos y tomen nuevos tipos de decisiones.
Google usa ondas de sonido ultrasónicas para medir la distancia de una persona al dispositivo. Cuando un Nest Hub nota que te estás acercando, puede encenderse la computadora, activar los recordatorios actuales, los eventos del calendario u otras notificaciones importantes.
Esta no es la primera vez que vemos a Google usar el radar para proporcionar a sus dispositivos una conciencia espacial. En 2015, La empresa presentó Soli, un sensor que puede usar las ondas electromagnéticas del radar para detectar gestos y movimientos precisos.
Google Pixel 4 ya era capaz de detectar gestos manuales simples para que el usuario pudiera posponer las alarmas o pausar la música sin tener que tocar físicamente el teléfono inteligente.
Ya los teléfonos inteligentes son capaces de escuchar las conversaciones y luego mostrar en pantalla publicidad de aquello que se relata.
Google admite que hay personas escuchando
Cada vez que una persona habla con su Asistente de Google, existe la posibilidad de que alguien escuche el audio de esa conversación. Google graba, guarda y transmite los datos de voz de una manera a la que pueden acceder personas reales, terminando así con la privacidad.
Google dice que la razón por la que contratistas humanos escuchan sus conversaciones con el Asistente de Google es para mejorar el rendimiento en varios idiomas. Esa revelación se produjo en respuesta a una filtración de audio por parte de un contratista al que Google se refiere como un «revisor de idiomas».
David Monsees, gerente de productos de búsqueda de Google lo admitió, de acuerdo con información de El Confidencial: «Estos expertos en idiomas revisan y transcriben un pequeño conjunto de consultas para ayudarnos a comprender mejor esos idiomas. Esta es una parte crítica del proceso de construcción tecnología de voz, y es necesaria para crear productos como el Asistente de Google».
Cada vez más difícil confiar en las big tech
Ante esto la plataforma digital INC señaló que cada vez es más difícil confiar en las grandes empresas de tecnología, las denominadas Big Tech. Destaca un caso en Holanda donde filtraron grabaciones de voz confidenciales.
En cambio contrasta que el asistente Siri de Apple solo envía a la nube a información que solicita el usuario y no graba la voz esperando que el usuario diga «Oye, Siri», y si captura audio de voz, la grabación real de tu voz nunca sale del dispositivo.
Por eso señala que la confianza se está convirtiendo rápidamente en el activo de marca más valioso de una empresa, especialmente si es una empresa de tecnología.
En vista de la creciente vigilancia están surgiendo alternativas como el Freedom Phone, teléfono que no opera con Android ni el sistema de Apple. Para asegurar la confianza de sus usuarios, su sistema operativo se llama Trust, confianza en inglés.
Surge como opción para quienes optan por resguardar su privacidad y eludir la censura de las big tech que en circunstancias han negado acceso a las redes según la orientación política de las aplicaciones y los usuarios. Para quienes quieran que su tecnología actúe por ellos, está Google.
//FUENTE: PANAM POST//