La tierra se está calentando más del previsto y no quedan dudas de que la culpa de todo esto sea de la “contaminación”. Estas conclusiones las ha dado el Comité Intergovernativo de las NN.UU. en una relación que será presentada en París.

En el “dossier” se prevé que de aquí a fines del siglo, la temperatura aumentará entre 2 y 4,5 grados centígrados, con el riesgo que pueda aumentar hasta 6°C. Son señales preocupantes. Si en el periodo 1905-1975 la temperatura ha aumentado a un ritmo de 0.06°C por decenio, en el periodo 1975-1995 la temperatura ha aumentado de 0,13°C cada diez años, hasta llegar a los actuales 0,23°C. La temperatura del mar también ha aumentado sensiblemente en la superficie y en algunos océanos la temperatura ha  llegado hasta los 3.000 metros de profundidad.

Si la temperatura global aumentará como previsto, en el 2100 la concentración de CO2 será el doble respecto a la era pre-industrial. La culpa es de un círculo vicioso difícil de detener. El aumento de la temperatura hace que aumente la evaporación de los océanos, de los mares y de los lagos, por consecuencia, en la atmósfera se concentra en grandes cantidades el vapor de agua, que es el mayor responsable del aumento de la temperatura. Todos los modelos climáticos examinados por los expertos, indican que el calentamiento global, hace disminuír la capacidad del planeta de absorbir el anhidride carbónica en exceso.

Los climatólogos afirman que es el aumento de CO2 la causa principal del aumento de la temperatura. En la atmósfera, en los últimos 200 años, el CO2 ha aumentado del 35% y se prevé que aumentará mucho más si no se le pone un freno a estas emisiones.

También el nivel del mar aumentará. Las previsiones son de 28 a 43 centímetros. Muchas ciudades que están a nivel del mar tendrán que ser evacuadas o desaparecerán. Naturalmente serán más frecuentes los “extremos climáticos” como sequías, riadas e inundaciones. Las inundaciones serán más seguidas y violentas en varias zonas de Europa y América Latina. Malas noticias también para los glaciares. En el Océano Ártico, podrían desaparecer los grandes glaciares. Los iceberg y las enormes  masas de hielo flotantes podrían reducirse a un 10%. Los glaciares de las cadenas montañosas que se encuentran a medias y bajas latitudinales desaparecerán con consecuencias catastróficas para las cuencas hidrogeológicas. Actualmente los glaciares están disminuyendo de medio metro al año, mientras que desde 1987, la disminución ha llegado a los 8,7 metros.

También la flora y la fauna están cambiando, en el pasado invierno europeo  los árboles de fruta han florecido y los osos han ido en letargo con mucho atraso, igualmente los pájaros emigrantes han atrasado sus vuelos hacia las zonas calientes del planeta. Si no de pone un remedio a esta situación se prevé que el Mar Mediterráneo se llenará de peces tropicales alterando aún más la ecología de nuestro planeta. Los científicos reunidos en París piden a los gobiernos de todo el mundo que intervengan para resolver esta situación gravísima. La responsabilidad es únicamente del hombre que altera los equilibrios climáticos y la zona meridional del globo será la más damnificada. Podrían manifestarse también enfermedades debeladas en antaño y que serían causa principal de muertes.

  • RODOLFO FAGGIONI
  • PERIODISTA Y CORRESPONSAL EN ITALIA. MIEMBRO EFECTIVO DE PRENSA INTERNACIONAL
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