La banda de sicarios que victimó al piloto José Carlos Jiménez, el pasado 26 de mayo en Santa Ana de Yacuma, estaría implicada en otros dos casos, incluida la reciente balacera contra Erland García, alias “El Colla”, conocido por ser el testaferro del narcotraficante uruguayo Sebastian Marset, informó el viceministro de Régimen Interior, Jhonny Aguilera.
Las investigaciones por la muerte del joven piloto cochabambino, a manos de cuatro sicarios que descargaron 13 disparos en su cuerpo, en víspera del festejo por el Día de la Madre, se van ampliando e involucran a una serie de personas, quienes además tenían un grupo de WhatsApp llamado “Todos contra el colla”.
“El autor intelectual del asesinato de José Carlos Jiménez es el señor Yasser Andrés Vásquez Cardona, alias ‘Coco’”, aseveró Aguilera en entrevista con el portal Visión 360.
El asesinato de José Carlos fue el segundo de una serie de hechos que, según las investigaciones de la Policía Boliviana y del Ministerio Público, involucran a Yasser Andrés Vásquez Cardona, alias “Coco Vásquez”, señalado como el autor intelectual de los crímenes. Según las autoridades, el sujeto vive escondido en propiedades de Santa Ana de Yacuma.
El viceministro dijo que los sicarios que trabajan bajo las órdenes de “Coco Vásquez” serían los autores materiales de otras dos ejecuciones. Se trata del ajusticiamiento del “informante Bebeto Suárez”, cuyo cuerpo, con signos de tortura y disparos de arma de fuego, fue hallado en un camino comunal de Santa Ana, el 25 de julio.
Antes de abandonarlo, sus victimarios pegaron al cuerpo de “Bebeto” un letrero que decía: “Vamos por vos, Misael. X (por) sapo”.
El tercer sicariato en el que Aguilera afirma que participó el mismo grupo de sicarios, es el que se cometió el domingo 1 de septiembre, en la Enconada, en el departamento de Santa Cruz. Esa fecha, en medio de una balacera que involucró dos caravanas de vehículos, fue ajusticiado Pastor Zampiery y quedó gravemente herido Erland Ivar García, alias “El Colla”, sindicado como el testaferro del narcotraficante uruguayo Sebastián Marset.
El fiscal departamental de Beni, Félix Balderas, en contacto con ese medio, informó que se identificó a dos de los cuatro autores materiales y el 14 de junio se emitieron órdenes de aprehensión, además se presentó una imputación ante el juez del caso.
En una conferencia de prensa realizada en Santa Cruz, el miércoles, el viceministro Aguilera reveló que se trata de los hermanos Oswaldo y Erik Hurtado Aguilera.
La mañana del 26 de mayo, cuanto dejaron de disparar contra José Carlos, dos de los sicarios salieron huyendo; el tercero se paró en medio del salón y amenazó con su arma a tres testigos: la dependiente del restaurante, la novia de José Carlos y el tío de esta. El cuarto victimario, nervioso, se agachó a esculcar los bolsillos de su víctima, que aún se desangraba en el piso, todo duró 23 segundos.
Antes de volar hacia Santa Cruz, José Carlos se quedó en ese restaurante por una conversación trivial sobre bebidas que había iniciado el tío de su novia. La demora resultó mortal, porque ese fue el tiempo que los sicarios aprovecharon para encontrarlo.
“José Carlos era cariñoso, una persona muy alegre, siempre lo vamos a recordar con una sonrisa; no había maldad en su corazón, era una excelente persona”, contó Ariel sobre su hermano dos años mayor. Por eso, siempre se siente indignado, impotente y triste al recordar que mientras su familiar yacía muerto, el cuarto sicario trataba de robarle las llaves de la avioneta que debía pilotar aquella mañana con destino a Santa Cruz y luego a Cochabamba, para abrazar a su madre.
El cochabambino se formó como piloto porque era su pasión desde niño, pero su principal ocupación era el negocio de compra y venta de bienes y vehículos. Hasta el día de su asesinato no tenía antecedentes penales, pero luego la Policía abrió una investigación en Santa Cruz, en la que no se logró ningún indicio que lo implicara en temas de narcotráfico u otro delito.
Había llegado a Santa Ana tres días antes para asistir al velorio de un amigo. Luego, a pedido de su novia, se quedó un par de días más. La noche anterior a su asesinato, su madre le había pedido que regresara; el piloto le respondió que despegaría de ese pueblo al día siguiente, después de desayunar. No pudo cumplir.
El fiscal del caso, Yery Mamani dijo que, según los indicios, todo ese tiempo en Santa Ana, los movimientos de José Carlos fueron monitoreados por uno de los presuntos cómplices de los sicarios. El hombre llegó a Santa Ana el mismo día que la víctima y se alojó en el mismo lugar que uno de los perpetradores, se trataba de Aaron Hurtado Lenz, otro piloto.
Solo horas después del crimen, la Policía logró dar con el vehículo y el chofer que supuestamente trasladó a los sicarios. El conductor fue identificado como Ariel Cabrera Havivi y es el único detenido por el crimen.
El fiscal departamental de Beni, Félix Balderas, informó que, al momento de su aprehensión, Hurtado Lenz se negó a dar datos que permitieran dar con los delincuentes, quienes lograron huir hacia el municipio Exaltación, donde su hermano es alcalde. Por razones que aún no fueron explicadas, el acusado no permaneció detenido; sin embargo, tiempo después fue imputado por complicidad.
- ///FUENTE: V21 / VISION 360///