El viceministro de Políticas de Industrialización, Luis Siles, informó que, ante la falta de aprobación en el Senado del Contrato Administrativo Minero para explotar las reservas calcáreas de Turicaya, se lleva materia prima de otras regiones para mantener en funcionamiento la fábrica de cemento Ecebol-Potosí.
Durante su visita a las instalaciones en Potosí, Siles aseguró que la planta está operativa desde el día en que fue entregada por el presidente Luis Arce, el 9 de noviembre de 2023. Aclaró que están utilizando Clínker proveniente de Oruro y cal de Mondragón, así como de otros contratos, para suplir la carencia de materia prima local.
La planta demandó una inversión de Bs 2.135 millones y fue diseñada para producir anualmente 1,3 millones de toneladas de cemento IP-30 y más de un millón de toneladas de cemento IP-40. Este complejo industrial no solo contribuye a la industria de la construcción, sino que también genera empleo directo para 277 personas y 831 empleos indirectos, fortaleciendo la economía local y nacional.
“Necesitamos que en el Senado se apruebe el contrato minero para que podamos tener la suficiente cantidad de materia prima para que empecemos a producir y no paremos más. Pedimos a los hermanos del Senado que puedan aprobarlo para que dejen de perjudicar al departamento, al sur del país, porque el cemento que se va a producir aquí en Potosí va a ser de exportación, va a ser el IP30, IP40, que son cementos de alta calidad y que van a ser a un precio justo, declaró al canal estatal.
Siles sostuvo que se están dando vías para que esta planta no pare. Sin embargo, necesitan llegar al 100% de producción y ese 100% de producción implica que la planta tenga la materia prima desde el contrato minero que está en el Senado parado.
Según la autoridad, factores políticos y personales están obstaculizando el desarrollo de Potosí, ya que para obtener la licencia ambiental es imprescindible contar primero con el contrato minero, y todos los procedimientos técnicos y legales ya han sido cumplidos.
El proyecto de ley 528/2023 se encuentra desde junio de este año en el Senado y su aprobación es esencial para acceder al yacimiento de Turicaya, crucial para el pleno funcionamiento de la planta de cemento de Potosí. Inaugurada en noviembre de 2023, la planta opera actualmente a mínima capacidad, lo que ha llevado al Gobierno nacional a instar a los legisladores a aprobar la ley.
Según datos del Sedem, esta producción es vital en un contexto donde el consumo de cemento ha mostrado una recuperación, alcanzando 3,8 millones de toneladas en 2022 y 2,5 millones de toneladas de enero a agosto de 2023. La planta de Potosí, junto a su planta gemela en Oruro, contribuirá significativamente a satisfacer esta creciente demanda en el mercado nacional.
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