Beni: Cobro de deuda terminó en asesinato de piloto por sicarios

Dos mujeres que declararon en calidad de testigos revelaron que los entredichos sobre el cobro de una deuda de 5.000 dólares, antecedieron al asesinato del piloto José Carlos Jiménez Alí, perpetrado el 26 de mayo en el municipio de Santa Ana de Yacuma, en el departamento de Beni.

Por los indicios, se logró identificar a seis personas, entre autores intelectuales y materiales, sin embargo, la investigación está estancada y sólo el chofer del vehículo, quien presuntamente transportó a los sicarios, fue detenido.

Visión 360 tomó contacto y solicitó información del caso al investigador policial, Ramiro Manuelo Velásquez, quien se negó a dar información sobre las razones por las que aún no se ha detenido a los sospechosos.

El fiscal a cargo del caso es Yery Mamani, quien tomó la declaración de las dos testigos y continúa con las investigaciones del caso.

El detalle

De acuerdo al testimonio que brindaron las dos mujeres, datos que ahora son parte del cuaderno de investigaciones, tres meses antes de que se cometiera el crimen, tres mujeres y un hombre se reunieron en un almuerzo al que fue invitado el piloto de 35 años. En esa ocasión, en medio de la conversación, Jiménez expresó su molestia contra un amigo suyo que por meses se negó a pagar una deuda de 5.000 dólares.

Según la testigo, Yndira Julio, de 34 años, el encuentro se dio en el restaurante “Puro Mar”, en la ciudad de Santa Cruz de la Sierra. La persona identificada como el deudor de 5.000 dólares, Yerko Iriarte Montaño, sería amigo en común del grupo.

Por razones que se desconocen, pese a la gravedad del delito, la Fiscalía citó a declarar a Yndira Julio dos meses después de cometido el crimen, el 26 de junio. El mismo día, también dio su testimonio Analía Nuñez Vela, de 29 años, otra de las cuatro personas que almorzaron con Jiménez tres meses antes en Santa Cruz.

Las testigos afirmaron que con ellos también estuvo el primo de Núñez Vela, Robert Villavicencio Roca y Dayana Antelo, una amiga de todos ellos, pero que vive en Santa Cruz de la Sierra. Debido a la confianza que Jiménez tenía con el grupo, éste desahogó su preocupación sin esperar que todo lo dicho sería contado al deudor y su familia.

Posterior a este hecho, también se registraron intercambios de mensajes de texto y grabaciones de llamadas entre las dos mujeres, Yerko Iriarte, su hermanda Shana, y la exnovia de la víctima, Bianca Subirana. Los registros de estas comunicaciones demuestran que el grupo se predispuso en contra del piloto, al que se referían con el apodo despectivo de “colla”.

Antecedente

A las 10.30 del 26 de mayo, cuatro encapuchados llegaron en una vagoneta negra hasta el negocio de comidas “Mixtura de Sabores”, en el municipio de Santa Ana de Yacuma, en Beni. Allí, sin mediar palabra, los cuatro delincuentes armados con pistolas dispararon a quema ropa más de 10 veces contra Jiménez, quien falleció en el lugar.

Las grabaciones de las cámaras de seguridad en la calle y el interior del local sirvieron para identificar el vehículo, las características de los asesinos que huyeron en el mismo motorizado y la frialdad con la que ejecutaron a Jiménez.

La víctima, de 35 años y natural de Cochabamba, llegó a esa población tres días antes del hecho, según informó la Fiscalía.

Tras el ataque la Policía procedió a realizar una serie de allanamientos que dieron lugar a la aprehensión de tres personas, entre ellas, al chofer de la vagoneta, Ariel Cabrera Havivi y Aarón Hurtado Lens. Este último también de profesión piloto, alojó a la víctima y se presume que proporcionó información a los sicarios sobre los movimientos de Jiménez, según el informe policial que se redactó para su captura.

Debido a estas aprehensiones, un día después, un grupo de antisociales que simuló una protesta ciudadana quemó las instalaciones policiales exigiendo la renuncia del entonces comandante regional de la Policía, Juan Pablo Aillón Peña.

“Investigamos este asesinato en el marco de la ley y para demostrar que hay presencia de Estado en esta población, por lo que (tras el asesinato de Jiménez) se realizó una serie de allanamientos a los domicilios de las personas del círculo más cercano de la víctima, (…) tenemos al chofer (de los sicarios) preso. Este sicariato responde a un nivel de la estructura delictiva que pretenden eliminar enemigos y proteger sus operaciones relacionadas al narcotráfico”, informó a Visión 360 el viceministro de Régimen Interior, Jhonny Aguilera, en una entrevista sobre el caso.

Las declaraciones

“Diga usted, ¿cuándo fue la última vez que se comunicó o se reunió personalmente con José Carlos Jiménez Alí”, fue la pregunta que el investigador policial le realizó a Yndira Julio.

“Hace como tres meses, que lo vimos en Santa Cruz, almorzamos con él, y desgraciadamente era una persona cizañoza, sí nos discutimos como hace dos meses, fue por llamada (de WhatsApp), me metieron en esa llamada, tuvimos unas discusiones, que dijo, que no dijo, no recuerdo muy bien”, fue la respuesta de la mujer.

Por su lado, Analía Nuñez Vela, declaró que, en otra fecha, posterior a ese almuerzo en Santa Cruz, Yerko Iriarte, el deudor, inició una llamada grupal en la que varias personas se pusieron de su lado y reprocharon a Jiménez. Asimismo, se habló de Andrés Vásquez Cardona, alias Coco, un presunto narcotraficante que estaba prófugo desde 2023, con quien Iriarte tenía nexos.

En dicha llamada “se habló de todo mundo, que Yerco le debía plata (a Jiménez) y que la familia de Yerco era un fantoche, y que su familia aparentaba lo que no era. Se habló que Coco estaba siendo buscado, por el problema en el que está metido”, detalló la testigo.

Durante el interrogatorio, la Policía informó a ambas mujeres sobre los mensajes de texto y grabaciones que se tenía como indicios contra las personas involucradas, las mismas negaron conocer varios detalles. Entre los documentos también figuran trascripciones de largos mensajes de texto de la hermana de Iriarte, además de datos sobre un grupo de WhatsApp llamado “Matemos al colla”.

En las conversaciones de texto se menciona en varios puntos que Yerco Iriarte, presuntamente se negaba a pagar la deuda. Tiempo después, el piloto fue asesinado por cuatro sicarios, no obstante, los datos del cuaderno de investigaciones no relacionan a la víctima con el tráfico de sustancias u otra actividad ilegal.

  • //FUENTE: VISION 360//