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Desde que fue anunciado como candidato de la oposición en Venezuela, Edmundo González Urrutia mantuvo un perfil bajo, siempre subordinado a la candidata inhabilitada María Corina Machado, y ahora que faltan semanas para las elecciones presidenciales se suman más dudas que certezas sobre esa postulación, según analistas.
El 30 de junio se desarrolló el simulacro de votación a cargo del Consejo Nacional Electoral (CNE), para probar las capacidades técnicas del operativo del 28 de julio. Desde el Gobierno bolivariano se pidió un acuerdo entre todos los partidos para firmar un compromiso de respeto a los resultados de esa jornada, sin embargo, el frente de González Urrutia se negó a suscribir el documento.
“Un par de candidatos de la oposición, entre ellos el que es considerado el principal, el señor Edmundo, no quiso reconocer o firmar el acuerdo de aceptación de los resultados electorales.
Entonces, ese pareciera ser el indicio de esa compulsión a repetir una conducta que no les ha servido para nada”, explicó la embajadora del Foro Internacional de Municipios BRICS, Janlisberth Libertad Velasco al portal Sputnik.
González, exdiplomático de 74 años de edad, lleva una campaña proselitista en segundo plano, mientras el protagonismo lo asume Machado en todo el país petrolero, tal como reconoce el propio candidato.
“La candidata María Corina sí lo está haciendo (campaña), y lo está haciendo muy bien”, sostuvo.
Precisamente el jueves inició la campaña proselitista del Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV) y la Plataforma Unitaria, y también se anunció el reinicio de negociaciones entre Caracas y Washington, desde la administración de Nicolás Maduro.
El peso de Estados Unidos en esta elección apunta a la participación de la oposición, luego de varios años en los que los candidatos se bajaron de la carrera y permitieron que el chavismo controle casi la totalidad de los gobiernos nacional e internos del país.
“Los caminos rupturistas que tomó la oposición el último decenio, de la mano de Washington, terminaron todos en rotundos fracasos. Haber vuelto al camino electoral significa para el país una tendencia a la estabilización política. Sin embargo, aún quedan días intensos en los que se va a decidir el futuro del país”, escribió en RT el analista Ociel Alí López.
Esa forma de campaña y perfil bajo de González Urrutia fue aprovechada por el presidente venezolano y candidato a una tercera reelección, Nicolás Maduro, para criticar a su principal oponente, en el primer discurso proselitista del 4 de julio en el Palacio de Miraflores.
“¿Ustedes quieren un presidente títere de los apellidos y la oligarquía?, ¿ustedes quieren un presidente débil y manipulable?, ¿ustedes quieren un presidente que no conozca Venezuela?, ¿quieren un presidente sin liderazgo, flojo, sin energía?, o ¿quieren un presidente con liderazgo fuerte?”, dijo Maduro.
Finalmente, con la edad avanzada, casi con un parangón a la crisis cognitiva del presidente norteamericano Joe Biden, y “sin calle” por el protagonismo apabullante de Machado, la presencia de González Urrutia no asegura nada a la oposición.
La experta en comunicación política, Carmen Beatriz Fernández, explicó en CNN que Machado realiza una “campaña de tierra” y González Urrutia una “campaña de aire”, en referencia al proselitismo en las calles y los medios de comunicación, respectivamente, y que esa es la estrategia que usa la oposición venezolana de cara a las elecciones del 28 de julio.
//FUENTE: AGENCIAS//