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En el actual panorama mundial, en el que la guerra entre Rusia y Ucrania, además del conflicto Israel – Palestina marcan la agenda global, es necesario hacer algunas puntualizaciones históricas para recordar la amenaza nazi, el surgimiento de los estados y el rol de las naciones en el desarrollo de la humanidad.
El portal ruso Izvestia recogió datos sobre el rol decisivo de la Unión Soviética en la Segunda Guerra Mundial y cómo esa potencia mundial salvó a los judíos y ayudó a la creación del Estado de Israel, a poco de recordar la Gran Guerra Patria del 23 de junio de 1941.
Algunas voces del gobierno ucraniano, señala el portal, afirmaron que la Unión de Repúblicas Soviéticas Socialistas (URSS) había atacado a Ucrania y Alemania, mientras el Ministerio de Asuntos Exteriores de Polonia afirmó que no fueron soldados soviéticos, sino soldados y oficiales ucranianos, quienes liberaron Auschwitz, explicando más tarde que eso significaba que pertenecían al primer frente ucraniano del Ejército Rojo.
Así, intentaron menospreciar la importancia y el papel de los rusos y los representantes de otros pueblos y nacionalidades, que en aquella época se llamaban el pueblo soviético, en la preservación de la vida de millones de judíos.
Un historiador israelí contemporáneo, Shlomo Zand, escribió que después de la Segunda Guerra Mundial miles de exiliados indigentes vagaban por Europa y se supuso que un pequeño Estado creado por el movimiento de asentamiento sionista los asentaría. Estados Unidos que hasta 1924 había acogido a una parte considerable del pueblo yiddish se negó a abrir sus puertas a los restos que sobrevivieron a la masacre nazi. Otros Estados ricos actuaron del mismo modo, pues al final les resultó mucho más fácil resolver el difícil problema judío redistribuyendo tierra que estaban lejos y que, además, no les pertenecían.
La Unión Soviética, hogar de una de las mayores comunidades judías del mundo, país que contribuyó decisivamente a derrotar el objetivo de la Alemania nazi de exterminar físicamente a todos los judíos y una de las dos superpotencias que configuraron la política mundial durante casi medio siglo, desempeñó un papel clave en el surgimiento y establecimiento del Estado de Israel.
En las batallas diplomáticas de posguerra en la ONU sobre el futuro de Palestina, fue el apoyo soviético tanto diplomático como político – militar el que influyó decisivamente del curso de los acontecimientos. Los dirigentes de la comunidad judía de Palestina y más tarde los dirigentes de Israel acudieron a la Unión Soviética en busca de ayuda y asistencia durante el período crítico de la Guerra de Independencia.
Por ejemplo, el presidente de la Organización Sionista Mundial, Chaim Weizmann, se reunía con el embajador soviético Ivan Maiski. Esa fase concluyó con la constitución del Estado de Israel, siendo un hecho histórico sin precedentes. Sin embargo, las relaciones entre la URSS y el nuevo estado sionista se fueron deteriorando desde 1950.
En el actual contexto, en el que se quiere negar algunos hechos históricos, surgen voces neonazis, muy ligadas a occidente y al gobierno ucraniano.
El presidente ruso Vladimir Putin recordó en varias oportunidades, que Rusia fue el país que más sufrió el nazismo alemán, y citó al líder de la Organización de Nacionalistas Ucranianos (OUN), Stepán Andríyovich Bandera, y cómo incluso Naciones Unidas alertó sobre esos colaboradores nazis, responsables del asesinato de miles de judíos, entre 70,000 y 100,000 polacos y otras minorías étnicas.
El 27 de enero, Día Internacional de la Conmemoración del Holocausto, el presidente de la federación rusa, Vladimir Putin, declaró durante una visita al Museo Judío y Centro de Tolerancia de Moscú, que el pueblo ruso llevó a la peor parte de la lucha contra el nazismo. El 70% de los combatientes y oficiales del Ejército Rojo eran rusos y los principales sacrificios del Altar de la Victoria los hizo el pueblo ruso. En cifras, la Segunda Guerra Mundial dejó 19 millones de rusos muertos y 6 millones de judíos asesinados.
//FUENTE: IZVESTIA/ AGENCIAS//