El presidente del Fondo de Desarrollo Agrícola (FIDA), Gilbert F. Houngbo, afirmó este viernes que las repercusiones de la guerra en Ucrania, provocada tras la invasión de Rusia, «se sentirá en todos los continentes» y «puede poner en riesgo la seguridad alimentaria mundial».
En un comunicado, esta agencia de Naciones Unidas (ONU) con sede en Roma también se unió al llamamiento del Secretario General de la ONU para poner fin a las operaciones militares, restaurar la paz y proteger los derechos humanos.
El director del FIDA señaló que «los conflictos y el hambre están íntimamente ligados; cuando uno recrudece, el otro no tarda en aumentar» y que «como sucede en todas las crisis, los más pobres y vulnerables son los más perjudicados, y en nuestro mundo globalizado, las repercusiones de este conflicto se sentirán en todos los continentes».
En el FIDA, nos preocupa profundamente que un conflicto prolongado en Ucrania limite el abastecimiento mundial de cultivos básicos como el trigo, el maíz y el aceite de girasol, lo que provocaría un drástico aumento del precio de los alimentos y el hambre. Esto podría poner en riesgo la seguridad alimentaria mundial y agravar las tensiones geopolíticas».
Pandemia y guerra: un coctel explosivo
El FIDA explicó que de esta zona del Mar Negro proviene al menos el 12 por ciento de las calorías alimentarias que se negocian en el mundo, por lo que «reviste una importancia vital para el sistema alimentario mundial».
«40 % de las exportaciones de trigo y maíz procedentes de Ucrania van a Oriente Medio y África, que ya enfrentan problemas debido al hambre y donde nuevas escaseces de alimento o aumentos de los precios podrían agudizar los disturbios sociales», advierte.
Actualmente, añadió, «una de cada diez personas en el mundo no tiene suficiente alimento, y millones han caído en la pobreza y el hambre debido a las repercusiones de los fenómenos meteorológicos extremos y los efectos de la pandemia de COVID-19«.
Por lo que, «la prolongación de este conflicto, que ya es una tragedia para las víctimas directas, será una catástrofe para el mundo entero, en particular para quienes ya enfrentan dificultades para alimentar a sus familias».
El FIDA afirmó que «está comprometido a proseguir con su labor encaminada a aumentar la autosuficiencia alimentaria y la resiliencia de los países más pobres del mundo», pero advirtió que «en el corto plazo será difícil suavizar los efectos mundiales de esta crisis» y que «poner fin al conflicto ahora es la única solución».
//FUENTE: PANAM POST//