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JIMMY ORTIZ
De un tiempo a esta parte, se han sucedido en nuestro territorio Cruceño, incendios recurrentes de gran magnitud, que destruyen de manera irreversible una buena parte de nuestro rico patrimonio natural, así como valiosas vidas humanas y su patrimonio. Ellos llegan como la navidad o el Carnaval, son parte de la agenda nacional, ya todos lo sabemos.
Cabe destacar, que estos incendios no solo causan daño a Santa Cruz y a Bolivia, el daño que se genera es a escala mundial, ya que contribuyen al calentamiento global del planeta, el mayor peligro ambiental que sufre la humanidad del presente.
En Santa Cruz se quemaron 3,5 millones de hectáreas el año 2019 (WWF 14-10-19), y aunque ahora la cifra son menores, los incendios persisten. Hoy por hoy, los municipios con mayor número de focos de calor son: Yapacaní, Ascensión de Guarayos, Concepción, Santa Rosa del Sara, y San Ignacio de Velasco (agrosinergia.com.bo 23-10-23).
El 2023 la situación continuaba trágica. Un periódico internacional titulaba: “Santa Cruz de la Sierra, la ciudad boliviana asfixiada por el humo de los incendios forestales que amenazan la vida de sus habitantes” (infobae.com 28-10-23). Veremos este 2024, que nos depara el destino.
Ante esta peligrosa situación, es necesario que las autoridades llamadas por ley como: las alcaldías, la gobernación, el gobierno nacional, los parlamentarios, el INRA, el ABT, el SERNAP, UMOPAR, aúnen y coordinen esfuerzos, para hacer frente a este terrible flagelo. Sería interesante, también, la participación de los colegios profesionales afines al tema.
Dado que la mayor cantidad de incendios forestales en Santa Cruz, se da en los Parques Nacionales, la acción del SERNAP y UMOPAR son vitales, evitando principalmente los plantíos ilegales de hoja de coca y la producción de cocaína, en dichas áreas protegidas, así como los avasallamientos de tierras.
Estamos a pocos meses de la fecha en que generalmente llegan los incendios, entre julio y septiembre, es hora de ponerse las pilas y comenzar a preparase, para lo que inexorablemente se aproxima. Es necesario ser proactivos y no esperar que los incendios nos sorprendan. La prevención siempre fue lo más indicado, así como lo más barato. Es necesario que tomemos con seriedad este asunto y actuemos con profesionalismo y responsabilidad, para con Santa Cruz y con el mundo.
Estimo necesario la creación de una Unidad de Coordinación Contra Incendios Forestales, a la cabeza de la gobernación Cruceña, que se encargue de articular a las diferentes instituciones y coordinar sus actividades. Esta sinergia es absolutamente necesaria, más allá de las diferencias ideológicas, está el bien mayor.
La primera medida debiera ser La abrogación de las llamadas leyes incendiarias: ley 741 y el decreto 3973, concordante con la resolución del cabildo del 4 de octubre de 2019 y la Asamblea de la Cruceñidad del 21 de noviembre 2023.
Es imperativo ponerle el cascabel al gato, hablando fuerte y claro sobre el tema de las quemas y de los incendios forestales, que destruyen la bella naturaleza que Dios nos dio. Es necesario, también, dar a nuestros productores nuevas formas de habilitación de tierras, sin destruir el medioambiente. Hay que adoptar nuevos sistemas de producción, acordes a la tecnología del tercer milenio.
Reconciliar economía, bosques y ecología, es el gran desafío, en ello se juega nuestra supervivencia. Tengo fe, que nuestras autoridades estarán a la altura del desafío histórico.