Diplomáticos de México retornan a su país tras ruptura de relaciones con Ecuador

La delegación diplomática mexicana en Quito arribó el domingo al país luego de que el gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador rompiera relaciones con Ecuador en rechazo a la irrupción de policías en la embajada de México para detener a un exvicepresidente ecuatoriano que había recibido asilo político.

La inusual acción ecuatoriana desencadenó la condena de 18 países latinoamericanos y 10 gobiernos europeos.

La misión encabezada por la embajadora, Raquel Serur, llegó pasado el mediodía en un vuelo de la aerolínea Aeroméxico al aeropuerto internacional de la Ciudad de México donde fue recibida por la canciller Alicia Bárcena.

Al condenar enérgicamente la acción de las fuerzas de seguridad ecuatorianas, Bárcena anunció que México acudirá el lunes ante la Corte Internacional de Justicia y otros foros multilaterales y regionales para denunciar que “fue violada flagrantemente la inmunidad de la embajada y del personal diplomático”.

“Esto es algo que nunca, nunca en la historia de México, y yo diría en la historia reciente de América Latina, había sucedido. Ni en las peores épocas de las dictaduras, ni el propio dictador (Augusto) Pinochet se atrevió nunca a violar la Embajada de México en Chile”, afirmó la canciller.

Dentro de la delegación de 18 personas, que incluye a diplomáticos y sus familiares, vino Roberto Canseco, jefe de la sección consular mexicana en Quito, quien resultó lesionado en el cuello tras enfrentar la noche del viernes a los policías cuando entraron por la fuerza a la sede diplomática para detener al exvicepresidente Jorge Glas, quien residía allí desde diciembre. Había pedido asilo tras ser acusado de cargos de corrupción, una protección que había obtenido unas horas antes.

Serur también reaccionó con dureza y dijo en un breve discurso que el presidente ecuatoriano Daniel Noboa se “equivocó” al tomar una decisión que aseguró que no sólo rompe con lo establecido por las convenciones internacionales, sino que “implica el desconocimiento de la realidad de su pueblo”.

“El gobierno actual del Ecuador todavía no puede dimensionar lo que le hizo a su pueblo que no merece el gobierno que tiene actualmente, un gobierno que improvisa y que desconoce el arte de la política y el buen gobierno y la trascendencia del asilo”, agregó.

La embajada de México en Quito permanecerá cerrada indefinidamente y se activarán desde las sedes en Colombia y Chile los servicios consulares para 1.600 ciudadanos mexicanos y empresarios radicados en Ecuador, informó la Cancillería.

México descarta tomar medidas contra representación diplomática Ecuador

Bárcena también dijo el lunes que México no tomará medidas contra la representación diplomática de Ecuador en el país, después de la ruptura de relaciones bilaterales por la controvertida irrupción de fuerzas del orden ecuatorianas en la embajada mexicana en Quito, e hizo un llamado a la calma.

Policías y soldados entraron por la fuerza en la sede diplomática mexicana en Ecuador para arrestar al exvicepresidente Jorge Glas, condenado por corrupción y al que México había concedido asilo político poco antes, tras refugiarlo durante meses allí.

“Nosotros no vamos a tomar ninguna medida de esta naturaleza”, afirmó Bárcena en rueda de prensa, al preguntarle un periodista sobre la situación en que queda el jefe de la legación diplomática ecuatoriana en la capital mexicana, el encargado de negocios Luis Gustavo Espinosa, tras el incidente.

“Hubo una llamada por parte de la Secretaría de Gobernación a la calma, que las manifestaciones, si las va a haber, sean pacíficas. Nosotros no vamos a tomar ninguna medida de esta naturaleza”, afirmó la funcionaria.

Rechazo internacional

La Organización de Estados Americanos (OEA) recordó en un comunicado a sus miembros, que incluyen a Ecuador y México, de su obligación de “no invocar normas de derecho interno para justificar el incumplimiento de sus obligaciones internacionales”.

Por su parte, el Ministerio de Exteriores español indicó en un comunicado el domingo que “la entrada por la fuerza en la Embajada de México en Quito supone una violación de la Convención de Viena sobre relaciones diplomáticas de 1961″. El alto representante de la Unión Europea para Asuntos Exteriores y Política de Seguridad, Josep Borrell, se pronunció en ese mismo sentido e hizo un llamado a respetar el derecho internacional.

El vocero del Departamento de Estado de Estados Unidos, Matthew Miller, dijo que “Estados Unidos condena cualquier violación de la Convención de Viena sobre Relaciones Diplomáticas y se toma muy en serio la obligación de los países anfitriones, según el derecho internacional, de respetar la inviolabilidad de las delegaciones diplomáticas”. Pidió que los dos países resolvieran sus diferencias.

“Creo que el siguiente paso en este asunto es que el consejo permanente de la OEA se reúna esta semana y aborde los acontecimientos en curso”, agregó el lunes Miller en rueda de prensa. “Estamos monitoreándolo de cerca y veremos qué resultados producen”.

Por su parte, Bolivia convocó a su embajadora en Ecuador para que brinde información sobre lo ocurrido, anotó el presidente Luis Arce el domingo en un mensaje de su cuenta X, antes Twitter, y reiteró que la defensa del carácter inviolable de las sedes diplomáticas es un tema de principios, al igual que “la tradición latinoamericana del asilo”.

Los recintos diplomáticos están considerados como territorio extranjero, son “inviolables” según los tratados de Viena y las fuerzas de seguridad del país anfitrión no están autorizadas a entrar sin permiso del embajador. Personas que han buscado asilo han vivido días y hasta años en embajadas de todo el mundo, incluida la de Ecuador en Londres, que albergó al fundador de WikiLeaks, Julian Assange, durante siete años sin que la policía británica pudiera ingresar para arrestarlo.

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